El zar de Baviera marcó sus prioridades: "nuestro objetivo es sentar las bases para el crecimiento económico y así evitar que en el invierno se repita la catástrofe en el mercado laboral y las arcas públicas", aseguró Stoiber al presentar el programa propuesto por los partidos que lo respaldan, la Unión Cristianodemócrata, CDU, y la Unión Socialcristiana, CSU. Más de cuatro millones de desempleados y los pronósticos negativos de crecimiento económico imponen un objetivo: lograr auge y empleo.

El ‘programa inmediato’ propuesto por el candidato conservador, se concentra en cuatro puntos básicos: impulsar las inversiones de las pequeñas y medianas empresas a través de incentivos fiscales, flexibilizar el mercado laboral aboliendo algunas de las medidas aprobadas por la coalición socialdemócrata –verde, del actual canciller Gerhard Schröder. También se propone reducir las trabas burocráticas y bajar las cargas fiscales.

No aclara como será financiado

"El experimento rojiverde no puede extenderse durante otros cuatro años más -advirtió Stoiber- hay que bajar los impuestos, sobre todo a los ingresos para así generar más recursos para la inversión". La puesta en marcha de toda esta serie de medidas costará unos 10.000 millones de euros, cuya financiación no es claramente definida en el programa. Si bien el documento afirma que tiene una ‘financiación sólida’, basada en la devolución de fondos estructurales no utilizados de la Unión Europea, así como de los beneficios procedentes de privatizaciones, no explica como se repartirán dichos recursos, ni que empresas serán privatizadas.

También difuso resulta el que logre reducir los impuestos de los contribuyentes. Si bien este punto figura como uno de los objetivos de la oposición conservadora, la actual situación presupuestaria le ha obligado ya a retrasar la reforma fiscal hasta el 2004. "No aumentaremos los impuestos como el gobierno roji-verde", aseguró Stoiber, aludiendo a la decisión del Schröder de aplazar durante un año las reducciones fiscales - que estaban previstas para entrar en vigor en el 2003- para financiar con estos recursos los daños provocados por las inundaciones.

Negativa del Bundesbank

La oposición anunció inicialmente que no bloquearía el retraso de un año de la reforma fiscal, para no hacerse impopular ante los damnificados por las riadas. Sin embargo, ahora sostiene que de ganar las elecciones, daría marcha atrás la medida, recurriendo a los beneficios del Bundesbank, el Banco Central alemán, para financiar con esto la reconstrucción de las zonas afectadas.

Esta cuestión también resulta dudosa, considerando la negativa del Bundesbank a que se utilicen sus reservas. La entidad bancaria argumentó su negativa señalando que, además de reducir el patrimonio nacional, una intervención estatal infringiría el Tratado de la Unión Monetaria Europea y violaría la independencia del banco emisor.

Mano dura contra el crimen

Stoiber quiere aplicar mano dura a todo tipo de delincuencia y dar marcha atrás a la ley de inmigración aprobada recientemente por el gobierno. Se tomarán los datos biométricos de toda persona procedente de un Estado ‘problemático’ detectándolos aún antes de que entren en territorio alemán. También propone aumentar de diez a quince años la pena máxima de cárcel para adolescentes.

El plan de la oposición dedica un breve apartado a la política ecológica, en el que aborda escuetamente la política comunitaria. También se compromete a mantener las ayudas agrícolas comunitarias hasta el 2006, lo que lo enfrenta con la posición del gobierno de Schröder, que quiere reducirlas en el 2004. Stoiber aseguró que a diferencia de Schröder, no condicionará la ampliación de la Unión Europea a una reforma de la política agraria común.