Más de 800 millones de personas se acuestan con hambre cada noche, si es que tienen algo parecido a una cama.
Hace sesenta años fue fundada en México la organización de ayuda infantil "Nuestros Pequeños Hermanos”, abreviado, nph. El Padre Wasson, un sacerdote estadounidense acogió en su casa a un niño que estaba en prisión. El muchacho había robado el día anterior dinero de la sacristía porque tenía hambre. Este acto espontáneo fue el inicio de un proyecto que se fue desarrollando a lo largo de los años y que actualmente incluye once aldeas infantiles en nueve países de América Latina.

El reportaje presenta aldeas infantiles de tres países seleccionados. Las narraciones se realizan desde la perspectiva de los protagonistas: en México, una mujer adulta, en Haití, un muchacho, y en Perú, una niña. Los tres tuvieron una infancia amarga. En las aldeas infantiles sintieron por primera vez que la vida también puede ser confianza y seguridad, protección, alegría y mucho más.