Las tropas coloniales del emperador, quien también era luterano, reprimieron sangrientamente una rebelión de los llamados "nativos" en 1904. Los misioneros justificaron el ejercicio del poder imperial. A fin de cuentas, el emperador mandaba por la gracia de Dios sobre los "hijos de la misión". Actualmente, Namibia es al noventa por ciento cristiana, pero no olvida el sufrimiento histórico, del cual los misioneros luteranos también fueron responsables. Esta sombra del pasado ha sido reconocida oficialmente por la Iglesia Evangélica de Alemania, la EKD por sus siglas en alemán. La admisión de una culpa, así lo califica la Iglesia Evangélica, en medio del júbilo por la Reforma.