Primicia en Bruselas: la Unión Europea celebra una "cumbre" contra el racismo estructural y pretende poner cerco a la discriminación con planes de acción. Informa Bernd Riegert desde Bruselas.
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A Dorde Jovanovic, un romaní de Serbia, le ardía la sangre durante la primera "Cumbre contra el racismo" de la Unión Europea, que a partir de ahora se celebrará cada año la víspera del Día Mundial contra el Racismo (21 de marzo). "Ya no tengo ganas de contar mis experiencias negativas, no quiero ser siempre la víctima mientras una comisión de blancos toma decisiones", dijo en la videoconferencia, que duró cuatro horas. Es hora de actuar, instó el presidente del "Centro Europeo por los Derechos de los Romaníes", que criticó el plan de acción de la UE por demasiado laxo.
Varias agencias y el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas han dictaminado repetidamente en los últimos años que, por ejemplo, en Rumania, Eslovaquia o Serbia, la discriminación por motivos raciales contra los romaníes es habitual. "Queremos que se nos escuche", exigió Jovanovic. Después de todo, los romaníes son la minoría más grande de la UE. Alrededor de seis millones viven en países de la Unión Europea y otros tantos en países limítrofes, principalmente de los Balcanes.
La Comisión de la UE ve racismo en todas partes
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no pudo responder a las acusaciones de Jovanovic. Solo participó en el evento, anunciado como la "cumbre", por un mensaje de video. Ella admitió que "el racismo nos rodea por todas partes". Todos los días, los negros, los judíos, los musulmanes, las personas con nombres que suenan a árabe, los migrantes y los refugiados experimentan racismo en la Unión Europea.
"El racismo estructural existe en todas las áreas de la vida: cuando se busca trabajo y apartamento, en las escuelas, en la atención médica, cuando se obtienen préstamos", explica Helena Dalli, comisaria de la UE responsable de la igualdad de género. Ella sí que apareció en directo en la videoconferencia y prometió nuevos planes de acción contra el antisemitismo, por los derechos de los romaníes y contra la "islamofobia".
El plan de acción debería ayudar
También hay racismo estructural en las instituciones de la UE. Es por eso que la Comisión está llevando a cabo por primera vez una encuesta a sus 38.000 empleados para identificar las deficiencias. Alentada por el movimiento "Black Lives Matter" en los Estados Unidos y las protestas en toda Europa del verano de 2020, la Comisión elaboró su primer "Plan de acción contra el racismo" en septiembre.
En este, pide a los 27 estados miembros de la UE que presenten sus propios planes con medidas específicas antes de finales de 2022. Ursula von der Leyen anunció que pronto se nombraría un cargo oficial contra el racismo en la UE. "Tenemos que predicar con el ejemplo", dijo. Después de todo, el lema de la UE es "Unidad en la diversidad".
Proyecto contra el racismo
Mbo Mpenza, nacido en el Congo, presentó su proyecto para combatir el racismo y contó su experiencia personal. "Cuando me topé por primera vez con un estadio lleno como joven futbolista profesional, la gente gritaba insultos y hacía ruidos imitando monos; fue una gran decepción". Su color de piel siempre lo ha hecho "diferente". Por eso decidió involucrarse con las minorías. Mpenza calificó, no obstante, el trabajo de la Comisión contra el racismo como muy importante.
La pandemia agrava los problemas
La comisaria de Igualdad de la UE, Helena Dalli, de Malta, señaló que la pandemia había empeorado la situación de las minorías. Y la desigualdad, destacaron otros participantes. Lord Simon Wolley de Woodford, diputado de la Cámara de los Lores en Gran Bretaña, lo expresó en pocas palabras: "El racismo también es una pandemia mundial y lo ha sido durante siglos".
(lgc/ju)
Protestas contra racismo en cinco continentes
La muerte de George Floyd de Minneapolis conmueve a todo el mundo. A pesar de la pandemia, cientos de miles de personas han decidido tomarse las calles y manifestar contra el racismo sistémico.
Imagen: picture-alliance/Photoshot/A. Morissard
París: Protesta en el Campo de Marte
Unos días atrás la policía francesa había dispersado a los manifestantes con gas lacrimógeno, y las manifestaciones en la Torre Eiffel y frente a la embajada de EE. UU. anunciadas para el sábado también habían sido prohibidas. Sin embargo, decenas de miles salieron a las calles para protestar contra el racismo, incluso más allá de París.
Imagen: picture-alliance/Photoshot/A. Morissard
Lieja: manifestación a pesar de la prohibición
Bélgica, como la mayoría de los países europeos, participó en la explotación de colonias en otros continentes: la actual República Democrática del Congo fue una vez propiedad privada del Rey Leopoldo II, en cuyo nombre se estableció allí un régimen racista de injusticia. En Bruselas, Amberes y Lieja hubo manifestaciones contra el racismo, a pesar de las prohibiciones por la pandemia.
Imagen: picture-alliance/abaca/B. Arnaud
Múnich: marcando el paso
Una de las mayores manifestaciones de Alemania tuvo lugar en Munich, donde se reunieron 30.000 personas. Otras grandes manifestaciones tuvieron lugar en Colonia, Fráncfort y Hamburgo, entre otros lugares. En Berlín, la policía tuvo que bloquear temporalmente las vías de acceso al Alexanderplatz porque demasiada gente acudió a la marcha.
Imagen: picture-alliance/Zumapress/S. Babbar
Sofía: Más de diez opositores al racismo
Al igual que en muchos otros países europeos, Bulgaria prohíbe actualmente los mítines con más de diez participantes. Sin embargo, cientos se reunieron en la capital Sofía. Aparentemente gritaron las últimas palabras de George Floyd "No puedo respirar", pero también llamaron la atención sobre el racismo en la sociedad búlgara.
Imagen: picture-alliance/AA
Turín: protesta en tiempos de pandemia
Esta mujer de Turín grapó su preocupación política a la mascarilla: "Las vidas negras también cuentan en Italia". Las manifestaciones, incluidas las de Roma y Milán, probablemente sean las mayores reuniones desde que comenzaron las medidas contra el coronavirus. Italia es uno de los principales países receptores de migrantes africanos de la Unión Europea.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/M. Ujetto
Lisboa: ¡Actuad ya!
"¡Actuad ya!", es lo que dice en la pancarta de estos manifestantes en Lisboa. Aunque el evento no había sido autorizado, la policía permitió que los participantes siguieran adelante. En Portugal también hay casos de violencia policial contra negros. En enero de 2019, cuando cientos de personas se manifestaron espontáneamente tras un incidente de este tipo, la policía disparó con balas de goma.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/J. Mantilla
Ciudad de México: Floyd y López
En México, no es sólo la muerte de George Floyd lo que está perturbando al país, sino también el destino similar del albañil Giovanni López: fue arrestado en mayo en el estado occidental de Jalisco porque no llevaba una mascarilla, y aparentemente murió por violencia policial. Desde que apareció un video de la operación hace unos días, la ira de los manifestantes mexicanos ha ido creciendo.
Imagen: picture-alliance/Zumapress
Sídney: racismo contra los aborígenes
Las protestas en Sídney comenzaron con una ceremonia tradicional de humo. En este caso, la solidaridad de los al menos 20.000 participantes se dirigió expresamente no sólo a George Floyd, sino también a los australianos de la población aborigen, que también fueron víctimas de la violencia policial racista. Los manifestantes exigieron que ninguno de ellos muriera ya bajo custodia policial.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/I. Khan
Pretoria: Con el puño en alto
El puño levantado en el aire es un símbolo del movimiento #BlackLivesMatter. Pero el símbolo es mucho más antiguo: cuando el régimen del apartheid en Sudáfrica liberó al luchador por la libertad Nelson Mandela de la prisión en febrero de 1990, levantó el puño en su camino hacia la libertad, al igual que este manifestante en Pretoria ahora. En Sudáfrica, los blancos siguen siendo privilegiados.