Cumbre del "brexit": nuevo acto, pero no la escena final
25 de noviembre de 2018
Gran Bretaña y 27 Estados de la UE dicen que sí al tratado del "brexit". Sin euforias. La UE realmente no lo quiere y la primera ministra May tiene en casa un fuerte viento en contra. Desde Bruselas, Bernd Riegert.
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Será una cumbre muy breve: el presidente del Consejo de la Unión Europea, Donald Tusk, ha programado una hora para organizar la "reunión de trabajo" del "brexit". Tan pronto como los 27 jefes de Estado y de Gobierno hayan intercambiado opiniones, la primera ministra británica, Theresa May, será admitida en la sala de juntas del edificio Europa, en Bruselas. Todas las partes declaran que los documentos que otorgan el acuerdo de divorcio entre los 27 y el Reino Unido están aprobados y que se han cumplido las condiciones del artículo 50 del Tratado de la UE, que regula la retirada de un país miembro.
Después de casi veinte meses de negociaciones, el acuerdo está sobre la mesa en Bruselas:
- Un tratado de salida de casi 600 páginas que establece que Gran Bretaña seguirá siendo miembro del Mercado Único hasta finales de 2020, aunque ya no tendrá voz ni voto. En esta "fase de transición" se debe concluir un acuerdo sobre las relaciones futuras. Además, Londres todavía tiene que pagar 39.000 millones de euros en el fondo de la UE.
- Una declaración de 26 páginas sobre las relaciones futuras después de 2020. Una larga lista que detalla todo lo que debe ser regulado, desde el comercio hasta la seguridad, pasando por los transportes. También se aspira a un tratado que no vuelva a erigir una frontera entre Irlanda, perteneciente a la UE, e Irlanda del Norte, parte de Gran Bretaña. Al mismo tiempo, los británicos quieren abandonar la unión aduanera y el mercado interior. Cómo se van a compaginar ambas pretensiones no está claro.
- Una breve declaración conjunta, en la que Francia había insistido, de que debería darse prioridad al establecimiento de un acuerdo de pesca que regule el acceso a los caladeros británicos y los mercados europeos.
- Otro escrito adicional que asegure que todos los asuntos que afecten al área británica de Gibraltar, en el extremo sur de la península ibérica, serán discutidos bilateralmente entre Reino Unido y España. España quiere hacer constar su reclamación del peñón perdido en 1713. Durante cinco días, el primer ministro socialista, Pedro Sánchez, amenazó con vetar el acuerdo.
Sin euforia alguna
La víspera de la cumbre del "brexit", May se reunió con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y con Tusk, por segunda vez en una semana. Dado que los desacuerdos ya se habían solucionado, se podía hablar de los fundamentos de futuro.
Tusk dejó claro de nuevo que no reinaría la alegría en la cumbre. La UE lamenta el hecho de que Gran Bretaña siga queriendo abandonar la comunidad el 29 de marzo, después de 46 años. Tusk se sintió, sin embargo, aliviado de haber logrado minimizar el daño que el "brexit" podía causar. "Estamos decididos a trabajar por la mejor relación posible con el Reino Unido, como socios y amigos", escribió Tusk en la invitación del sábado a la cumbre. "Durante las negociaciones, no se trataba de ganar o perder, todos queríamos un trato justo, y creo que alcanzamos el mejor compromiso posible".
En manos del Parlamento
Un "brexit" duro, es decir, una salida de la UE sin acuerdo y sin un aterrizaje suave con un acuerdo de transición, ahora se puede evitar desde la perspectiva de la UE. Sin embargo, todavía carece de la aprobación del Parlamento británico, incluidas las leyes de implementación necesarias sobre el "brexit". La semana pasada, la primera ministra británica no parecía contar con una mayoría parlamentaria para aprobar el acuerdo del "brexit" que firmará este domingo. Pero el Gobierno ha iniciado una campaña mediática para convencer a los votantes de presionar a sus parlamentarios de la Cámara Baja.
El anterior ministro británico para el "brexit", Dominic Raab, criticó duramente el acuerdo. "No estoy diciendo que mejor debamos permanecer en la UE, pero si tengo que elegir entre este acuerdo o seguir en Europa, le diría: esto es peor que la situación anterior, porque nos veremos obligados a cumplir las mismas reglas que antes, pero sin tener voz ni control alguno", dijo en una entrevista con BBC.
La votación en el Parlamento británico está programada para el 10 de diciembre. En caso de que el acuerdo para el "brexit" la supere, sería el turno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo. También tiene que ratificarlo. Después vendrá en enero o febrero la votación final, legalmente vinculante, en el Consejo de la Unión Europea (ministros europeos de los 27). Solo así entrará en vigor el acuerdo. La cumbre extraordinaria de este domingo no será más que un nuevo acto en el drama del "brexit", pero no la escena final.
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Estos son los protagonistas del "brexit"
Reino Unido está abandonando la UE. ¿Quiénes son los protagonistas de este drama? Acá revisamos a los involucrados en este desordenado divorcio.
Imagen: picture-alliance/empics
La líder dubitativa: Theresa May
Theresa May se convirtió en primera ministra luego de que David Cameron renunciara al cargo tras la votación del "brexit", en junio de 2016. Desde entonces, May ha intentado determinar qué tipo de "brexit" quiere su Gobierno. La línea más dura del Partido Conservador busca una salida a toda costa. Otros prefieren mantenerse cerca del bloque. La UE ha rechazado muchas de las exigencias de May.
El líder laborista no juega ningún rol en las conversaciones sobre el "brexit", pero es influyente en su condición de jefe del principal partido opositor. Los laboristas han presionado al Gobierno, que tiene ligera mayoría en el Parlamento, para obtener un "brexit" suave. Pero la actitud de Corbyn ha sido tibia. En 1975, el izquierdista votó por la salida de Reino Unido de la Comunidad Europea.
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El enemigo bullicioso: Boris Johnson
Los dos turbulentos años de Boris Johnson como ministro de Exteriores llegaron a su fin el 9 de julio de 2018. El conservador había sido uno de los principales rostros de la campaña por salir de la UE y siempre desaprobó la propuesta de "brexit suave" de May, señalando que lo mejor era un quiebre total con la UE. En su día, fue el segundo miembro del gabinete en renunciar en 24 horas.
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El alegre exdelegado: David Davis
David Davis encabezó el Departamento Británico para la Salida de la UE y fue jefe negociador de su país hasta que dejó su puesto, el 8 de julio, 24 horas antes de que Downing Street anunciara también la salida de Boris Johnson. Davis se había opuesto durante años a la UE y por ello se le otorgó el cargo. Estuvo en varias rondas de negociaciones con su contraparte de la UE, Michel Barnier.
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Tras los pasos de Davis: Dominic Raab
Tras la renuncia de David Davis, Theresa May convocó al euroescéptico Dominic Raab. Este legislador pro "brexit", había ejercido antes como jefe de personal de Davis. Previamente, había trabajado para un negociador palestino en el proceso de paz de Oslo, además de desempeñarse como abogado internacional en Bruselas. El 15 de noviembre, también Raab renunció al cargo.
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El diplomático del cambio: Jeremy Hunt
Jeremy Hunt fue el encargado de Salud del Reino Unido hasta que reemplazó a Johnson como titular de Exteriores, en julio de 2018. El político, de 51 años, había apoyado la permanencia en la UE, pero dijo en 2017 que había cambiado de opinión en respuesta a la "arrogancia de la Comisión Europea" en las conversaciones sobre el "brexit". Se ha comprometido a lograr "un gran acuerdo" para Reino Unido.
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El duro: Nigel Farage
Nigel Farage fue el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido ((UKIP) hasta julio de 2016. En su rol, ayudó a presionar al entonces premier David Cameron para que llamara a un referéndum sobre el "brexit". Fue un activista en la campaña por dejar la UE, y todavía tiene cierta influencia en las conversaciones debido a su enorme popularidad entre los que apoyan el "brexit".
Imagen: Getty Images/AFP/F. Florin
El hombre de las finanzas: Arron Banks
El empresario Arron Banks es amigo de Farage y donó una cantidad de dinero importante al antiguo líder de UKIP, llegando a convertirse en el mayor financista del movimiento por la salida de la UE. Tuvo varias reuniones con autoridades rusas antes del referéndum, pero ha rechazado acusaciones de haberse coludido con Rusia de cara al "brexit", calificando las denuncias como una "cacería de brujas".
Imagen: Getty Images/J. Taylor
Los jefes europeos: Jean-Claude Juncker y Donald Tusk
Los presidentes de la Comisión Europea (Juncker) y del Consejo Europeo (Tusk) son los cargos más importantes dentro del bloque. Juncker dirige el Ejecutivo. Tusk representa a los 27 gobiernos de la UE. Y ambos han liderado la posición de Bruselas en las negociaciones. Lo que diga Tusk es muy importante: sus 27 jefes -y no la Comisión- son los que votarán el acuerdo que se alcance con Londres.
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El europeísta acérrimo: Michel Barnier
Desde que fue nombrado negociador principal para el "brexit", en octubre de 2016, el exministro de Exteriores de Francia y comisionado europeo se ha convertido en un nombre familiar en la UE. Pese a su prominencia, Barnier tiene un margen de acción limitado. Su función es seguir las estrictas directrices que imponen los 27 e informar periódicamente de los avances en las conversaciones.
Imagen: Reuters/Y. Herman
El vigilante inquieto: Leo Varadkar
El premier irlandés ha sido uno de los líderes más importantes durante las negociaciones. Reino Unido ha dicho que abandonará la unión aduanera y el mercado único de la UE. Eso significa que Irlanda, miembro de la UE, podría reinstalar controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte, una región británica. Pero Varadkar ha dicho que el regreso de una "frontera dura" no es aceptable.
Los líderes de los 27 gobiernos de la UE han dirigido las negociaciones. Han acordado los lineamientos generales que deben encauzar el camino del jefe negociador Barnier, y han ayudado a crear una posición común que debe ser coordinada por Tusk y Juncker. Cada gobierno puede, además, influir en el resultado final, pues el acuerdo debe ser aprobado por unanimidad.