"La UE no es perfecta, pero es la mejor herramienta de la que disponemos para poder lidiar con los retos”. Esta frase la idearon los jefes de Gobierno en la cumbre de Bratislava el pasado septiembre tras anunciarse la salida de Gran Bretaña de la UE. En Malta, este viernes, se adoptará una medida para atenuar la crisis actual de la UE. Así se recoge en la hoja de ruta concertada en Bratislava. Pero hasta ahora no se ha avanzado mucho sobre cómo quieren actuar en conjunto los miembros de la UE.

Francia, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Holanda e Italia quieren profundizar su labor en la UE. Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Hungría, al contrario, quieren concentrarse en sus países y dar marcha atrás a la integración dentro de la UE. Luego están los países del sur europeo que culpan al norte de no hacer mucho para mejorar el crecimiento económico. El norte, por su parte, critica a los países del sur de no hacer lo suficiente para ser economías competitivas. A pesar de estos conflictos, entre estos grupos existen también puntos en común.

Trump, el invitado invisible

Otro problema que debe ser tomado por los cuernos en Malta se llama Donald Trump. Con vistas a los ataques del nuevo presidente de Estados Unidos hacia la UE, muchos políticos en Bruselas creen que la defensa ante Trump será un tema prioritario en la cumbre de Malta. "Se debe enviar el claro mensaje a los ciudadanos europeos y al resto del mundo de que en la Unión Europea los países colaboran voluntariamente. Tenemos principios y valores comunes que defendemos contra cualquier advesario que pretenda destruirnos”, dice el diputado socialdemócrata Jo Leinen. Naturalmente nos las tendremos que ver con personajes autoritarios, como el presidente Putin y el presidente turco Erdogan, pero "desgraciadamente debo mencionar también a Donald Trump, que es una pesadila para muchos en la UE”, añadió.

No todos los jefes de Gobierno de la UE ven con ojos tan críticos a la administración Trump. Hungría y Polonia ven el lado positivo del nacionalismo trumpista. El presidente del Consejo de la UE, Donald Tusk, advierte sin embargo que Trump es un "peligro” para Europa. Además, Tusk considera que el presidente ruso es una "amenaza” y le exigió el alto el fuego en el este de Ucrania.

 

¿Se muestra la UE unida?

El día antes de la cumbre de la UE, el premier húngaro, Victor Orban, recibió al presidente ruso como invitado oficial. Con vistas a este acercamiento, en Bruselas se cuestionan cuánto tiempo Hungría seguirá apoyando las sanciones contra Rusia. Austria e Italia también muestran sus dudas con respecto a las sanciones. Hasta ahora, la UE cierra filas contra Rusia. El presidente de la fracción de los conservadores del Parlamento Europeo, Manfred Weber, apela por una postura conjunta. "La cumbre en Malta debe ser una señal de la fortaleza europea. Estamos comprobando que la administración estadounidense pone en duda los principios fundamentales de la cooperación. Europa debe responder con seguridad en sí misma, fortaleza y claridad”, dijo Weber.

La actitud de Trump podría conllevar a la colaboración solidaria de los estados miembro de la UE a excepción de Gran Bretaña. "La Unión Europea es como potencia económica tan relevante como Estados Unidos. Es decir, tenemos la capacidad de defender e imponer nuestros intereses. Es decisivo que actuemos en conjunto. Por eso me alegro del claro mensaje de Donald Tusk”, explicó Weber.

Otro de los temas controvertidos son los refugiados. La UE, a pesar de los numerosos decretos, no ha aún sido capaz de reubicar a los refugiados y solicitantes de asilo procedentes de Italia y Grecia en los estados miembros. Por ello se estudiarán nuevas opciones en Malta. 

La conmoción tras Gran Bretaña va perdiendo fuerza

La primera ministra británica, Theresa May, participará en parte en la cumbre de Malta. Allí sigue siendo válido lo que también lo fue en Bratislava: "Aunque uno haya decidido irse, la UE es indispensable para el resto de los estados miembros.”