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Cumbre decisiva para el futuro de Europa

28 de junio de 2012

Los jefes de Estado y de gobierno de los 27 socios de la Unión Europea (UE) se reúnen en Bruselas, en una cumbre en la que se deben sentar las bases de un nuevo entramado europeo que salvaguarde el futuro del euro.

Imagen: picture alliance/dpa

España es una de las mayores preocupaciones de este Consejo Europeo, que se prolongará hasta este viernes a la tarde-noche con una reunión del Eurogrupo.

El rescate del sector bancario español, por un máximo de hasta 100.000 millones de euros, y cuyas líneas maestras y condiciones Madrid negocia contrarreloj en Bruselas, han agregado un punto de máxima tensión a la cita europea.

Rebajando expectativas

No obstante, a pesar de las grandes expectativas en esta cumbre, el encuentro no podrá -en apenas dos días- cerrar todos los puntos de conflicto abiertos, centrados en la prolongada crisis de deuda en la eurozona y su contagio a la economía real.

Según adelantó este miércoles la canciller alemana, Angela Merkel, para resolver los problemas pendientes hay que ir "a las raíces" del problema. "No deberíamos recargar cada cumbre (europea) con expectativas históricas", comentó por su parte el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. "No vamos a solventar la crisis de deuda el jueves y el viernes", agregó.

En Bruselas el temor es grande a que España, la cuarta economía de la eurozona tras Alemania, Francia e Italia, pueda tener que pedir un rescate total de su economía y no solo de su sector bancario, y con ello contagiar a Italia.

Europa tiene ya a tres países oficialmente rescatados, Grecia, Irlanda y Portugal. Chipre también pidió ayuda de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras Madrid ha solicitado solo asistencia externa para su maltrecho sector bancario, muy afectado por el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Merkel y Hollande, las figuras clave.Imagen: Reuters

El reto del crecimiento

Esta cumbre quizás sea la que más expectativas haya generado en los últimos meses. El gran reto es potenciar el crecimiento, y no solo la austeridad a ultranza que hasta hace poco preconizaba Berlín, además de crear políticas de empleo y dar los primeros pasos de cara a una unión bancaria, fiscal y política.

Una vez más el pulso se centrará en los dos grandes: Alemania y Francia. El nuevo eje franco-alemán ha dejado patentes sus divergencias en la manera de atajar la crisis. Merkel y el presidente francés, François Hollande, marcarán el ritmo de esta cumbre, pues sin el visto bueno de París o Berlín será imposible plasmar acuerdos.

Más allá de la aprobación hoy del "plan para el crecimiento y el empleo", basado en avanzar en el mercado único, digital y energético y en un plan de financiación con cerca de 130.000 millones de euros, Europa se juega su propio modelo de futuro y un nuevo perfil como bloque ante el resto de potencias del mundo, especialmente los países emergentes.

Fuente: dpa

Editora: Emilia Rojas

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