La guerra, la pobreza, la injusticia… no son cuestiones nuevas. El resurgimiento gradual de la izquierda radical europea que se viene observando en los últimos tiempos tiene más que ver con su organización que con un aumento real de los motivos para la protesta.

La profesionalidad y la cohesión con la que se consigue reunir a numerosos grupos diferentes pero de la misma tendencia ideológica en un solo lugar, revela la existencia de una red bien coordinada a nivel europeo.

La forma de acción de la izquierda radical es la movilización.

Movilizando a la izquierda

Globalise Resistance es la organización que parece desempeñar el papel de líder en la movilización de las diversas agrupaciones izquierdistas europeas. En los últimos seis años, Globalise Resistance, de origen londinense y por autodefinición pacifista, ha coordinado la mayor parte de las grandes manifestaciones del continente.

"Cuando se acerca una cumbre de la Unión Europea o del G8, Globalise Resistance se encarga de las movilizaciones", explicó a DW-WORLD Guy Taylor, miembro de la organización.

"La izquierda radical siempre ha estado más cohesionada que la extrema derecha e históricamente ha obtenido el respaldo de países como la Unión Soviética y China", dijo Cas Mudde, profesor en la Universidad de Amberes y experto en movimientos de izquierda radicales.

"Mientras que el Estado tiene una cobertura limitada, la ideología de izquierda es mucho más internacional. Las conexiones existentes entre organizaciones independientes de todo el mundo las lleva a trabajar juntas con más facilidad".

Irritados por la indiferencia

Pero la violencia sigue siendo un problema cuando la izquierda radical se manifiesta. Las protestas del primero de mayo en Berlín, que se celebran con motivo del día de los trabajadores, raramente acaban sin un solo coche en llamas.

La tradición incendiaria es tal, que la policía germana ha acabado asumiendo que cada año se requiere el sacrificio de un par de vehículos con los que apaciguar a los anarquistas y evitar la confrontación con los violentos.

También en las manifestaciones a nivel internacional se vive esta violencia, que además aumenta en frecuencia e intensidad. Sin embargo, Guy Taylor niega que el vandalismo esté previsto por los organizadores.

"Los grupos que participan en las protestas no suelen recibir presiones de la organización para que reaccionen violentamente", dice, "algunos opinan que hay que ser más 'radical' en las protestas porque les irrita la sensación de ser ignorados por los políticos, pero ese argumento no encuentra muchos apoyos en nuestro grupo".

Anarquistas entre los violentos

Desde la Universidad de Amberes, el profesor Mudde asegura que la izquierda radical tiene muchas variantes y tácticas, pero que en general, la mayoría de ella no sigue una ideología violenta.

Aún así, los ejemplos violentos existen. Black Bloc es uno de ellos: anarquistas, agresivos y muy móviles, son un grupo "afín" que se une a las manifestaciones de izquierda y recibe su nombre del color de la ropa y las máscaras que portan sus miembros y con las que protegen su identidad ante las autoridades.

Black Bloc tiene seguidores en países como Alemania u Holanda, pero no pasan de ser unos 200 "manifestantes profesionales", como los define Mudde.

"Los grupos violentos suelen ser anarquistas, derechistas extremistas o ecologistas radicales", indica Luke March, profesor y experto en radicalismo de izquierdas en Europa. También March considera que la mayor parte de los radicales de izquierda no son violentos ni antidemocráticos.

El próximo G8 en junio

El próximo junio se celebra una nueva cumbre del G8 en Heiligendamm, en el norte de Alemania, a la cual asistirán jefes de Estado y representantes de Gobierno de naciones como España, Brasil y México.

Entre las autoridades se extiende el temor de que la extrema derecha alemana pueda infiltrarse entre los manifestantes de izquierda para ocasionar disturbios. Pero Mudde opina que si llegan a producirse actos violentos, éstos procederán más probablemente de las fracciones anarquistas.

"El sentimiento hacia la globalización de la extrema derecha y la extrema izquierda se asemeja, pero son grupos que no se mezclan. En las manifestaciones permanecen siempre por separado y no creo que la extrema derecha vaya a buscar la confrontación con la izquierda", dijo Mudde.