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Cumbre Iberoamericana en tiempos de crisis

27 de octubre de 2016

La XXV Cumbre Iberoamericana en Colombia tiene como lema el desarrollo de la juventud, un desafío en el marco del difícil panorama económico. Pero los jóvenes son los actores que definen su futuro, opina experto.

Logo de la XXV Cumbre Iberoamericana, 2016.
Imagen: CUMBRE IBEROAMERICANA

Cartagena de Indias, en Colombia, es sede de la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno bajo el lema de "Juventud, Emprendimiento y Educación”. Colombia sigue siendo un centro de la atención mundial tanto por la firma del tratado de paz con las FARC, luego de 50 años de conflicto armado, en septiembre de este año, como por el posterior rechazo popular a ese pacto de paz en un referéndum, el 2 de octubre. Una paz que se creyó iba a ser el marco de esta cumbre, pero no lo es.

"Creo que el tema específico de la cumbre se eligió pensando que el contexto sociopolítico de Colombia sería diferente, y que ese país entraría en una nueva era”, explica José del Tronco, politólogo e investigador argentino de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), en la sede en Ciudad de México, en entrevista con Deutsche Welle. "El optimismo que suponía el ingreso de Colombia en una nueva época marcada por los acuerdos de paz, que posibilitarían también en Colombia el desarrollo de los jóvenes, no va a estar presente”, subraya. "En lugar de eso, la paz aún no lograda en Colombia seguirá siendo un asunto importante.”

Cartagena de Indias, Colombia.Imagen: DW/José Ospina Valencia

Pero en América Latina no solo la paz colombiana suscita las miradas del mundo sino también los sucesos en Venezuela, un país que no logra encontrar el equilibrio y cuya crisis se viene agudizando desde 2015. El miércoles (26.10.2016) la oposición venezolana tomaba las calles para protestar contra la suspensión del referéndum que podría revocar el mandato de Nicolás Maduro y presionar para que éste abandone el poder. "Lo que está sucediendo en Venezuela es tema obligatorio de esta XXV Cumbre Iberoamericana”, añade el experto. "Tal vez Colombia y Venezuela sean dos temas que ocupen un lugar central de la agenda, algo que al inicio no era así”.

Educación e igualdad de oportunidades

El lema de la cumbre -nada menos que el desafío que plantea generar recursos y espacios para que la juventud iberoamericana pueda desarrollarse- es, sin duda, transcendente. Pero, ¿se podrá llegar a crear acuerdos y a planificar medidas que posibiliten reformas concretas en ese sentido?

"En temas anteriores, como la migración y la inclusión social, hemos avanzado poco, creo que porque las cumbres reflejan en gran medida la diversidad política e ideológica presente en Iberoamérica”, señala José del Tronco. Según el politólogo, diseñar estrategias multilaterales no es tarea fácil debido a las distancias ideológicas entre los jefes de Estado.

Difícil panorama económico en América Latina

Pero esta cumbre también se enfrenta a situaciones económicas graves, en Brasil, en Venezuela y en otros países. El panorama acuciante de Venezuela, con una inflación que superó el año pasado el 180 por ciento y la fuerte crisis económica por la que pasa Brasil, cuya economía cayó en 2015 un 3,8 por ciento y se espera que siga en baja, son algunos de los frentes de tormenta. La economía argentina tampoco marcha bien. Además, El Salvador corre peligro de no poder pagar su deuda externa y caer en default, amén de que sus ciudadanos son castigados a diario por la violencia y la inseguridad. Y México sigue luchando contra el crimen organizado y contra la caída de los precios del petróleo.

Protesta contra el desempleo juvenil en Madrid. (2013).Imagen: picture-alliance/Fabian Stratenschulte

"La situación macroeconómica de América Latina no es promisoria, y no lo será en los próximos años, según los expertos en economía, ya que la locomotora china disminuyó su velocidad, y los problemas derivados de la crisis financiera global de 2008 no han sido resueltos del todo. Además, las economías no están en una fase expansiva”, sostiene José del Tronco. Asimismo, subraya, en la última década, América Latina ha profundizado lamentablemente su inserción internacional como una región abastecedora de materias primas, lo que supone productos con bajo valor agregado, algo que representa limitaciones a la hora de incorporar a los millones de jóvenes que cada año intenta encontrar empleo.

"Plantear esquemas educativos y laborales para promover el desarrollo de la juventud es urgente y es algo fundamental frente a lo que no podemos perder más tiempo”, dice del Tronco. Pero eso "requiere un esfuerzo estratégico que supera los límites de una cumbre.”

La sociedad civil y la "rendición de cuentas”

La pregunta es, ante esta y otras cumbres, qué instancia realiza un seguimiento de las declaraciones de intenciones de los gobernantes. Además de la fundación EULAC, cuyo "Plan de Acción” se puso eso como objetivo, de acuerdo con José del Tronco, "son los mismos jóvenes y la sociedad civil en general los que tienen un papel importante que jugar, como instancia que exija resultados concretos y una rendición de cuentas.” De hecho, no solo los medios de comunicación, sino también las redes sociales dan cuenta de esa incidencia de la sociedad civil. Un ejemplo es la protesta contra los feminicidios #Niunamenos, que partió desde una ciudad del interior de Argentina y a la que se sumaron otros países de Latinoamérica y del mundo. "Es un proceso incipiente, pero quizás esta cumbre sea el primer paso.”

Autora: Cristina Papaleo (ERS)

 

 

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