1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Madres de Desaparecidos: ellas nunca se dan por vencidas

Mónica Vázquez Ruiz
5 de noviembre de 2018

La Ciudad de México fue sede de la primera Cumbre Mundial de Madres de Desaparecidos, donde mujeres de África y Centroamérica intercambiaron sus experiencias de búsqueda.

Fatma Kasraoui, madre de un joven migrante desaparecido.
Fatma Kasraoui, madre de un joven migrante desaparecido.Imagen: DW/M. Vázquez Ruiz

“Las madres unidas jamás serán vencidas” fue el lema que reunió a mujeres de Senegal, Túnez, Argelia, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Mauritania, Marruecos, El Salvador e Italia el pasado fin de semana, en la primera Cumbre Mundial de Madres de Desaparecidos, con sede en Ciudad de México, desde el 2 hasta el 4 de noviembre de 2018. Las madres viajaron con las fotos impresas de sus hijos pegadas al pecho. Estas mujeres buscan hasta debajo de las piedras para encontrar los restos de sus familiares, reclamando acciones políticas que defiendan los derechos humanos. 

En México, suman más de 70.000 los migrantes desaparecidos en los últimos doce años, según organizaciones de derechos humanos, mientras que en el Mediterráneo, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima entre cuatro a cinco mil víctimas anuales. Eso convierte a estas regiones en cementerios de migrantes. Todos los desaparecidos subieron en algún momento a un barco, sabiendo que podrían perder la vida en el Mediterráneo, o decidieron emprender un viaje en tren por México. Ninguno de los países involucrados da una respuesta a las desapariciones. 

La salvadoreña Idalia Jiménez busca a su hijo, desaparecido a los 14 años en la frontera entre México y EE. UU.Imagen: DW/M. Vázquez Ruiz

“Basta de políticos que no tienen corazón. Nosotros somos seres humanos. En este momento hay gente muriendo en el Mar Mediterráneo”, dijo a DW Fatma Kasraoui, presidenta de la organización de Madres de los Desaparecidos en Túnez. Su presencia en la Cumbre fue sorpresiva, pues ella, junto con ocho otras madres tunecinas, debió cruzar múltiples trabas migratorias.

Con la fuerza de un ejército, las madres africanas llegaron a México para intercambiar experiencias de logística en la búsqueda de sus familiares. Fatma viajó con su mejor amiga, Hajer Ayachi. Ambas perdieron a sus hijos en el Mediterráneo. “Ellos querían irse por avión pero no tenían visa. En marzo del 2011 tomaron un barco para llegar a Italia. Desde ese día no sabemos nada más de ellos”, agregó Fatma, quien lleva un cuadro de su hijo, que hizo enmarcar y muestra con orgullo junto a la bandera de Túnez. Hayer trae las fotos de sus dos hijos en el celular. Así los recuerda en todo momento. El año pasado murió su esposo, a quien también lleva con ella a todas partes. 

De la cumbre participan madres de Senegal para crear una red de búsqueda internacional de hijos y familiares desaparecidos.Imagen: DW/M. Vázquez Ruiz

"¿Dónde están mis hijos?"

Sara Meléndez, de Honduras, relata una historia que alienta a las demás madres. Hace poco tiempo, se reencontró con su hijo Freddy después de 13 años de no poder abrazarlo. Sara es una de las 300 mujeres que han logrado reunirse con sus familiares desaparecidos, y forma parte de la 14a. Caravana de Madres Centroamericanas, que se reunieron con sus homólogas africanas. Las mujeres de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala formaron un contingente que entró a México y recorren las rutas de los migrantes. Las madres viajan en autobuses gestionados por el colectivo Movimiento Migrante Mesoamericano y en cada albergue y estación migratoria preguntan: "¿Has visto a mi hijo?", "¿Has visto a mi hermano?" Su trabajo no se detiene cuando regresan a sus países. Las madres de desaparecidos en México continúan la búsqueda de las madres de otros países bajo la premisa “Mis hijos son tus hijos, y tus hijos son mi responsabilidad”. 

Hayer Ayachi, de Túnez, lleva en su móvil las imágenes de sus hijos desaparecidos en el Mediterráneo y de su esposo.Imagen: DW/M. Vázquez Ruiz

“Nos mueve el amor y el dolor que tenemos”, dijo, por su parte, a DW Ana Enamorado, quien es parte del comité organizador. Hace años, Enamorado viajó a México desde San Pedro Sula, Honduras, en busca de su hijo, que desapareció en 2010. El gobierno le dio una bolsa de cenizas diciendo que eran los restos de su hijo. Allí fue cuando ella decidió emprender una búsqueda más exhaustiva por cuenta propia. Desde entonces ayuda a otras madres en este tortuoso camino. 

“Viene gente de Italia a México para conocer nuestra logística. Dos años nos acompañaron en la caravana; querían saber cómo funcionaba para replicarla”, agregó Ana Enamorado. Aunque muchas de las mujeres africanas no pueden cruzar a Europa para buscar a sus desaparecidos, muchos activistas recorren los puntos migratorios en su representación. 

Contra viento y marea

“La gente sale de sus países por la violencia estructural y los megaproyectos que nos desplazan”, comentó Katalina Gómez, una madre de Guatemala, quien explicó que, además de vivir con el duelo por sus desaparecidos, deben luchar contra el machismo: “Para los hombres de nuestras comunidades, nuestro lugar es la casa. Yo anhelaba viajar a México para buscar a mi hijo”. 

Lejos de los gobiernos, ellas cubren las fallas y vacíos institucionales. Las madres de todo el mundo salen a buscar a sus seres queridos y con la cabeza en alto exclaman: “Los migrantes no somos criminales, somos trabajadores internacionales”.

(CP)

Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |  

Ir a la siguiente sección Descubra más