Líderes de todo el mundo se dieron cita para discutir sus planes contra el cambio climático. La gran sopresa no fue una propuesta precisamente ambiciosa para la acción climática, sino la visita del escéptico Trump.
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Con imágenes de incendios forestales, huracanes y gigantes montañas de basura, una voz femenina habla sobre el "impacto humanitario” en la Tierra y de cómo nuestra manera de vivir está afectando al planeta. No fue un extracto de un nuevo documental sobre la naturaleza, sino el inicio del video de la Cumbre sobre la Acción Climática que se proyectó en las paredes del salón de la Asamblea General de la ONU, el lunes por la mañana.
El secretario general António Gueterres había invitado a representantes de aproximadamente 60 Estados miembros de la ONU para presentar sus medidas y compromisos acerca de lo que harían sus países para enfrentar el calentamiento global. Antes de la reunión, Guterres había advertido que se necesitaban nuevos y ambiciosos planes de acción para alcanzar las metas estipuladas en el Acuerdo de París.
Los jefes de Estado así como también los líderes empresariales debían presentar en detalle cómo sus naciones y corporaciones podrían colaborar para mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2 o incluso 1,5 grados Celsius.
"Esta no es una cumbre de negociación climática”, destacó Guterres en su discurso, que fue seguido de un video de apertura en el que se indicaba: "esta es una cumbre de acción climática”.
"Alemania ve su responsabilidad”
Muchos de los líderes cumplieron con las instrucciones y llegaron preparados con propuestas para proteger los océanos y apoyar a los países en desarrollo, para que puedan adaptarse al calentamiento global o empiecen a reducir sus emisiones.
La canciller alemana, Angela Merkel, fue una de las primeras en hablar en la cumbre. Dijo que los países industrializados con altas emisiones jugaron un gran papel en la generación de la crisis climática. "Tenemos la obligación de utilizar nuestra tecnología, lo mejor de nuestro conocimiento y nuestras finanzas para detener el calentamiento global”, afirmó. "Alemania ve su responsabilidad”, destacó Merkel.
La canciller también dijo que no tenía dudas de que el cambio climático fue provocado por el hombe y habló acerca de la importancia de escuchar a los científicos. Este fue un punto que parecía hecho a la medida para un invitado sopresa que se encontraba en la audiencia: el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Breve visita de Trump
Se suponía que la administración de Trump sería representada por un funcionario de Gobierno. En vez de eso, fue el propio presidente quien asistió. Sin embargo, no por mucho tiempo. Luego de escuchar el discurso del primer ministro de la India, Narendra Modi, y de Merkel, Trump abandonó el salón para asistir a su propia cumbre sobre la libertad religiosa.
Siguiente paso: de los compromisos a la acción
También hubo momentos emocionantes en la cumbre. La joven activista por el clima, Greta Thunberg, exhortó a los políticos y líderes empresariales a actuar.
"Todo esto está mal. Yo no debería estar aquí arriba. Debería estar de vuelta en la escuela, al otro lado del océano”, dijo la joven de 16 años. Y luego interpeló: "¿Ustedes vienen a nosotros, los jóvenes, en busca de esperanza? ¿Cómo se atreven?”
"No dejaremos que sigan con esto”, dijo Thunberg. "Justo aquí, ahora, es donde trazamos la línea. El mundo se está despertando. Y se viene el cambio, les guste o no”, añadió.
La multitud se paró a apludir con entusiasmo el discurso de la fundadora "Fridays For Future”, aunque aún queda un largo camino para pasar de los planes a la acción.
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¿Cómo actuar para proteger el clima?
El próximo 20 de septiembre, el Gobierno alemán tiene previsto concretar su política climática para poder alcanzar sus objetivos de protección ambiental.
Imagen: DW/P. Große
Fenómenos climáticos extremos
En los últimos 50 años, los fenómenos climáticos extremos han aumentado a más del doble en Alemania. Pese a ello, el Gobierno alemán va con retraso respecto a sus objetivos de protección ambiental. El próximo 20 de septiembre, un "gabinete del clima" aprobará nuevas medidas para poder cumplir con el Plan de protección climática 2050" que se aprobó a finales de 2016.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Weigel
Causante del cambio climático
El efecto invernadero es provocado por gases que provienen mayoritariamente de la actividad humana, como el metano, el óxido de nitrógeno o el dióxido de carbono (CO2). Este último representa casi un 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Entre 1990 y 2017 estas emisiones se han reducido en un cuarto, pero el objetivo para 2030 de una reducción del 55% sigue estando lejos.
Imagen: picture-alliance/dpa/Geisler-Fotopress
Seguir desarrollando las energías renovables
El plan de protección climática prevé que las emisiones del sector energético se reduzcan en hasta un 62% para 2030 respecto a 1990. ¿Cómo? A través de la consolidación de las energías renovables, de una mayor eficiencia energética y de la reducción de los combustibles fósiles.
Imagen: Areva Multibrid/Jan Oelker
La industria, el segundo mayor pecador
La industria emite más del 20% de los gases de efecto invernadero alemanes, sobre todo en la producción de hierro y acero, de productos minerales (cemento) y de sustancias químicas. Dos tercios de las emisiones del sector provienen del uso de energía, el resto de los procesos de producción industrial. En los últimos 15 años la emisión de gases de efecto invernadero solo se ha reducido ligeramente.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
Planes para la industria
De aquí a 2030, la industria debería sumar no más de la mitad de las emisiones de 1990, de acuerdo con el plan de protección ambiental. Las empresas deberían emplear menos energía e invertir en procesos productivos más eficientes. El calor de escape también tendría que utilizarse mejor. La investigación es clave para dar con nuevas posibilidades de ahorro.
Imagen: Fotolia/Franz Pfluegl
Buenas razones para avergonzarse del tráfico
El tráfico es el origen de casi el 18% de los gases de efecto invernadero alemanes. En 2016, las emisiones absolutas de este sector estaban incluso por encima de las de 1990. Más del 60% de las emisiones provienen de los automóviles y en torno al 30%, de los vehículos de servicio.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Gollnow
Mejor evitar volar
El que piense que volar no es tan perjudicial, se equivoca. Además de las emisiones de CO2, la combustión de sustancias de queroseno, aerosoles y vapor de agua contribuye al efecto invernadero, pues a esa altura tardan mucho más en descomponerse que en tierra.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. May
La electromovilidad y otras ventanas al futuro
Para 2030 las emisiones del tráfico tienen que reducirse en aproximadamente un 40% respecto a 1990, ello a través de la digitalización y de vehículos con mayor eficiencia energética, así como de alternativas en la tracción y en los combustibles. Asimismo, deberían impulsarse los transportes de cercanía públicos, como el tren, el uso compartido de automóviles, la bicicleta o el ir a pie.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Spata
Calentar el planeta al calentar la casa
Los hogares emiten un 10% de los gases de efecto invernadero en Alemania. Desde 1990, estas emisiones se han reducir en más de un 30%. Si se tuvieran en cuenta las emisiones indirectas (como las provenientes de la producción de electricidad y calefacción para los hogares), el porcentaje de emisones conjuntas sería en realidad más del doble.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Schlesinger
Potencial de ahorro en las viviendas
Para 2030 los hogares deberían haber reducido sus emisiones en dos tercios respecto a 1990. Las principales vías para lograr esto son la contrucción de nuevos edificios capaces de ahorrar energía, la renovación de edificios antiguos y el abandono progresivo de los sistemas de calefacción que utilizan combustibles fósiles.
Imagen: Fotolia/Ingo Bartussek
También en el campo se contamina
La agricultura es responsable de casi el 8% de las emisiones. Sobre el problema aquí son el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), no tanto el CO2. Las vacas, al rumiar, producen estos gases, pero también vienen de los abonos y fertilizantes y de la ganadería. Por lo menos, desde 1990 estas emisiones se han reducido en un 20%.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Scholz
Algunas emisiones son inevitables...
De aquí a 2030 la agricultura debería emitir un tercio de gases de efecto invernadero menos que en 1990. muchas emisiones vienen de procesos naturales y no se pueden evitar por completo. Se pretende fomentar la agricultura biológica, que no hace uso de fertilizantes minerales o químicos, lo cual reduce las emisiones de CO2.
Imagen: picture-alliance/dpa
Un brindis (y a seguir trabajando)
Las emisiones de las empresas, el comercio y los servicios suponen un 4% del total y se han reducido desde 1990 en más de un 50%. Una gran parte de estas emisiones provienen de la calefacción (o el aire acondicionado) de los edificios. También a este respecto es necesario actuar.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Woitas
La basura como ejemplo
El porcentaje de emisiones procedentes del reciclaje, incluyendo el tratamiento de las aguas residuales, es muy pequeño, y pese a ello se han logrado avances: desde 1990 las emisiones han caído tres cuartos, la disminución más fuerte de todos los sectores. En el futuro debería reciclarse más y los residuos deberían utilizarse de forma más efectiva para la producción de electricidad y calefacción.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Wolf
Los bosques como almacenes de CO2
En los bosques se almacena el CO2. En 2016 se redujeron las emisiones totales por esta vía en 14,5 millones de toneladas. Pero la agricultura y la silvicultura intensivas liberan el CO2 almacenado. A día de hoy, las tierras alemanas almacenan solo la mitad de los gases de efecto invernadero que en 1990.