"El papel de Luis Rodríguez Zapatero ha sido determinante para el acuerdo sobre la Constitución europea", dice Schröder en un mensaje leído en Barcelona en el foro sobre el tratado constitucional al que no pudo asistir debido a una gripa. En el mensaje, dirigido a los asistentes al Foro, Schröder dice que le hubiera gustado reunirse con Chirac y Zapatero puesto que "somos parte de una gran familia europea". "La familia europea mira ahora hacia España... Tengo la esperanza de que haya una gran participación en el referéndum y un gran apoyo. Los ciudadanos españoles pueden dar un impulso positivo para la aceptación de la Constitución en todos los Estados miembros", dice Schröder. "Nuestra Europa fue siempre más que una unión de conveniencias, ha sido y es una comunidad de Estados y ciudadanos que tienen sentimientos comunes y que quieren construir juntos el futuro", añade Schröder en el mensaje.

UE es "historia de éxitos"

Schröder subraya además que, para continuar la "historia de éxitos" que ha sido la integración europea, se necesita la Constitución pues los nuevos desafíos requieren una respuesta europea conjunta. Además, añade Schröder, la ampliación de la Unión Europea (UE) hace aún más necesaria la Constitución para que la Europa de los 25 siga teniendo capacidad de decisión.

El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, también agripado, deseó desde Roma que España abra el camino de la Constitución Europea "por amplia mayoría" en el resto del continente. En su mensaje, Berlusconi considera un "privilegio" y a la vez una "responsabilidad' el hecho de que España sea el primer país que votará en referéndum el texto constitucional, el domingo 20 de febrero.

EU no es ni Estado ni súper-Estado

El "Tratado por el que se instituye una Constitución para Europa", firmado en Roma el pasado 29 de octubre por los veinticinco Gobiernos de la UE y que será sometido a

referéndum en España dentro de 10 días, no es un tratado europeo más. No lo es por su contenido ni por el procedimiento que se siguió para elaborarlo. Desde el punto de vista jurídico, se trata en efecto de un tratado internacional, en la medida en que regula las relaciones entre Estados soberanos y está sometido a nivel nacional a los mismos procedimientos de ratificación de cualquier otro tratado. También es verdad que no es una Constitución propiamente dicha, es decir, una Carta Magna que defina el sistema de gobierno de una entidad estatal, por la sencilla razón de que la Unión Europea no es un Estado y muchos menos un súper-Estado.

Valores y derechos ciudadanos

Ahora bien, y en ello radica el valor de este experimento, el tratado que se somete a referéndum representa el primer intento serio de elevar el rango de la UE al de verdadera unión política supranacional con una voz en los asuntos mundiales. Lo que empezó siendo en diciembre de 2001, recién concluida la negociación del Tratado de Niza, un ejercicio encaminado sobre todo a "simplificar" los diversos tratados, con el fin de "clarificarlos y facilitar su comprensión" pero "sin cambiar su significado", ha terminado convirtiéndose en un salto cualitativo inesperado.

El nuevo tratado incluye elementos de indudable naturaleza constitucional: describe con claridad cómo funcionan las instituciones de la Unión, cuál es el reparto de competencias entre la Unión y sus Estados miembros, con qué medios cuenta la UE, qué valores defiende Europa y cuáles son los derechos de todos sus ciudadanos.