Estrechar las relaciones entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe, "es un imperativo estratégico en este nuevo contexto geopolítico”, dijo Josep Borrell, alto representante de la Política Exterior de la UE.

La compleja y amplia agenda para insuflar vida a la olvidada relación con el Nuevo Continente, que se presentó a comienzos de este mes en Bruselas, Borrell la resumió esta semana en siete puntos:

defensa de la carta de la ONU, refuerzo de relación política, impulso a los acuerdos comerciales, acelerar las inversiones europeas en el marco del Global Gateway, transición verde y digital. También la lucha contra las desigualdades en Latinoamérica, el narcotráfico y el alto nivel de violencia. Y, así mismo,  la revisión de la arquitectura financiera internacional.

Revisar la arquitectura financiera internacional

"La reformulación de la arquitectura financiera internacional apunta a que los países de renta media como son la mayoría de los países de América Latina puedan tener financiamiento, tanto para gatillar el crecimiento económico que necesitan como para llevar adelante las transiciones que son igualmente importantes como es la transición ambiental y la transición digital”, explicó a DW Andrés Allamand, secretario general de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). Este tema fue una de las cuatro áreas que detectaron como prioritarias los países miembros de la SEGIB (19 latinoamericanos y 3 europeos) en su cumbre de Santo Domingo (marzo 2023).

También consta en la Declaración de Buenos Aires de la CELAC: "saludamos la "Iniciativa Bridgetown”, propuesta por el Gobierno de Barbados como un plan con el potencial para rediseñar significativamente el sistema financiero global a fin de mejorar la respuesta a las crisis climáticas y a los desafíos particulares de desarrollo”.

El tema está en el aire. En la reciente Cumbre del Nuevo Pacto Financiero Global (París, junio 22 y 23), el presidente brasileño, Inázio Lula da Silva, subrayó lo obsoleto de las instituciones nacidas después de la Segunda Guerra Mundial. Y el presidente colombiano, Gustavo Petro, expuso, también ante Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, su propuesta de un Plan Marshall global para enfrentar la emergencia climática y avanzar en la transición verde. "Se trata de cambiar deuda por acción climática”, explicó Petro anunciando que profundizarían el tema en la Cumbre UE-CELAC (Bruselas, julio 17 y 18).

"Será muy bueno que exista esa posibilidad de intercambio”, comentó al respecto Allamand, ex ministro de Exteriores de Chile.  Sobre la propuesta colombiana apuntó: "Ese es un propósito muy adecuado, pero que requiere una mayor elaboración desde el punto de vista técnico. No hay duda de que ése es uno de los caminos que debe emprenderse en esta nueva etapa de las relaciones entre la UE y la CELAC. Recordemos, que muchos países de América Latina tienen altos niveles de endeudamiento y espacios fiscales reducidos que complican mucho sus posibilidades de transición”.

Materias primas y narcotráfico

Los cambios en la geopolítica, después de la invasión de Rusia a Ucrania, urgen a que Europa busque nuevos socios y las buenas relaciones con ellos se traduzcan en suministros fiables de las materias primas que necesita; América Latina con sus inmensas reservas, por ejemplo de litio, y capacidad natural para la producción de energías renovables (hidrógeno verde) se ve ahora como socio preferencial.

Como fuere, para Bruselas la finalización de los acuerdos que facilitarían intensificar estos intercambios  (Chile,México, Mercosur) es crucial; para América Latina y el Caribe la violencia al alza, relacionada con el crimen organizado y el narcotráfico es un tema ineludible, desde el principio de responsabilidad compartida. Desde la CELAC se recuerda que "el abordaje del problema mundial de las drogas requiere de cooperación internacional efectiva”. En cualquier caso, el tema ha llegado a la agenda común.

"Hoy día los temas de seguridad y de crimen organizado están en primer lugar en la agenda de la mayoría de los países de América Latina”, recuerda Allamand.

"Todo esfuerzo conjunto que se pueda hacer en esa materia será muy bienvenido”, dice Allamand que pone a disposición de las "nuevas relaciones” entre la UE y la CELAC la experiencia de 30 años de proyectos de cooperación entre los países miembros de la SEGIB. "Trabajar en conjunto el tema sería un paso muy importante adelante”, concluye.