Herman Van Romuy llevará hacia Flandes, al norte de Bélgica, la primera parte de la cumbre. Representantes de los 28 estados miembros se encontraran en Ypern para recordar el comienzo de la I Guerra mundial hace cien años. Esta ciudad fue escenario de una cruenta guerra entre alemanes e ingleses. Cerca de medio de millón de soldados fallecieron y están enterrados en cementerios alrededor de la ciudad.

Cambio cargos por deuda

En Ypern, los jefes de Estado y Gobierno se limitarán a hablar en un entorno festivo sobre los próximos cinco años de la Unión Europea, el nuevo periodo de la comisión. Herman Van Rompuy, presidente saliente, presentó un boceto indicando la necesidad de luchar contra el paro, de innovación y de una nueva política industrial y energética. Europa debería preocuparse de lo suyo y no tratar de regular todo, alegaba Van Rompuy en el documento, apoyando una interpretación flexible del pacto de estabilidad de la Unión.

Hablando claro, países como Francia e Italia deberían poder emitir más deuda, pero la base jurídica no debería cambiarse. Sobre todo Alemania se opone al cambio: “Estamos convencidos que el pacto de estabilidad es una de las claves para superar la crisis y no debe ser cambiado”, decía Ángela Merkel la semana antes de la cumbre. Otros jefes de Estado como François Hollande o Renzi piden más flexibilidad. ofreciendo como contrapartida su voto para nombrar los nuevos cargos de la UE.

El protagonismo de Cameron

Las controversias en torno a los nuevos nombramientos se pondrán en la mesa al día siguiente, cuando la cumbre se traslade a Bruselas. La discusión está servida con el deseo del Premier británico David Cameron de hacer una votación abierta para nombrar al presidente de la comisión. Cameron rechaza al ganador de las elecciones europeas, el conservador Jean-Claude Juncker, como nuevo presidente. El candidato de la lista más votada no tiene automáticamente el derecho a ocupar el cargo, defiende Cameron: “Los elegidos democráticamente deberíamos poder decidir quién va a dirigir la comisión y no un nuevo proceso que nunca fue aprobado”.

Diplomacia de Merkel

La canciller alemana está dipuesta a hacer frente al británico. Hay muchos puestos a repartir como los responsables de Política Exterior y otros puestos de la Comisión. No se pueden cumplir los deseos de todos, pero quizás se pueda contemplar en otros cargos lo que quiere Gran Bretaña”, decía Merkel tras un encuentro con la danesa Helle Thorning-Schmidt.

Por su parte, Cameron coincide con todos sus colegas británicos en el rechazo al europeísta Juncker, hasta el punto de amenazar con una rápida a salida de Gran Bretaña de la UE. Para 2017, el Premier anunció un referéndum para decidir la permanecía de los británicos en la UE.

Para el jefe de los conservadores alemanes en Bruselas, Herbert Reul, la oposición británica no impedirá que el luxemburgués Juncker sea nombrado por mayoría. El Parlamento lo elegirá como presidente de la Comisión. Sobre los otros cargos, la decisión se ha pospuesto, aclara Reul.