1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW
PolíticaBrasil

¿Cumplió sus promesas la cumbre del G20 en Brasil?

21 de noviembre de 2024

Las guerras y las tensiones comerciales dominaron la agenda de la reunión en Río de Janeiro, pero los líderes acordaron un incremento en el financiamiento climático y avanzaron hacia un nuevo impuesto a los millonarios.

Lula da Silva durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la cumbre del G20.Imagen: Eraldo Peres/AP Photo/picture alliance

Las numerosas crisis geopolíticas que azotan el planeta y el inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca se tomaron la cumbre del G20 en Río de Janeiro (Brasil), donde esta vez se usó un tono más neutral en el comunicado conjunto final para referirse a los conflictos en Ucrania, Gaza y Líbano.

A diferencia de la cumbre de Bali, que condenó explícitamente la "agresión" rusa contra Ucrania, o la cumbre de 2023 en Nueva Delhi, donde se llamó a los miembros del G20 a evitar el uso de la fuerza contra otros países, la declaración de Brasil evitó referencias directas al tema.

En lugar de ello, se refirió vagamente al "sufrimiento" causado por los conflictos, en un intento por alcanzar un compromiso de consenso que fuera aceptable para los miembros del grupo alineados con Moscú.

Mientras se celebraba la cumbre, Ucrania usó por primera vez misiles estadounidenses de largo alcance contra territorio ruso, lo que llevó al Kremlin a revisar su doctrina nuclear. Creon Butler, director del programa de economía del think tank londinense Chatham Hous, aclara a DW que el comunicado ya había sido acordado cuando se produjeron los ataques. "Después, algunos países europeos quisieron incluir críticas más específicas contra Rusia, pero la presidencia brasileña no estuvo de acuerdo".

Asuntos que dividen a los líderes

El comunicado final apenas menciona a Israel, que ha sido criticado por sus tácticas contra Hamás y Hezbolá. Sin embargo, los líderes del G20 reafirmaron la urgente necesidad de aumentar la ayuda humanitaria a la región y enfatizaron el apoyo a una solución de dos Estados entre israelíes y palestinos.

Incluso el presidente de Argentina, Javier Milei, conocido por sus críticas a los organismos multilaterales, firmó el documento, aunque después emitió un comunicado señalando que no apoyaba todos los puntos de la declaración.

Sudáfrica organizará la próxima cumbre del G20.Imagen: Kay Nietfeld/dpa/picture alliance

"Firmó, a eso yo lo llamaría una victoria", dice a DW Tomás Marques, investigador del Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos en Hamburgo (Alemania), en referencia a las críticas que había emitido el mandatario sudamericano contra el G20.

El hambre y Trump

Luiz Inácio Lula da Silva, el jefe de Estado anfitrión, puso especial énfasis en la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa lanzada en Río el lunes 18 de noviembre para ayudar a aumentar la disponibilidad de alimentos en el mundo.

En el comunicado final, los líderes del encuentro enfatizaron su compromiso con la erradicación del hambre y la pobreza, pidiendo nuevas promesas de financiamiento y que otros países que aún no participan se unan al esfuerzo global.

Pero gran parte de las conversaciones en los márgenes de la cumbre giraron en torno al próximo segundo mandato de Donald Trump, debido a los crecientes temores que suscitan sus probables políticas proteccionistas, que podrían socavar las relaciones tanto con países aliados como con China.

Pese a esto, Wolfgang Ischinger, exembajador alemán en Washington, dice a DW que no existía una "sensación de pánico" en Río. "Creo que todos piensan que podemos y debemos, sobre la base de lo que ocurrió hace ocho años, ser capaces de trabajar con Donald Trump", señala.

Impuestos para los más ricos

Lula también siguió impulsando un nuevo impuesto a las personas más ricas del planeta que, según estimaciones del economista francés Gabriel Zucman, pagan una tasa impositiva efectiva de apenas el 0,3  por ciento de su riqueza. El impuesto propuesto podría recaudar hasta 250 mil millones de dólares al año de los casi 2.800 multimillonarios que hay en el mundo.

Los defensores de este impuesto argumentan que los fondos recaudados podrían usarse para abordar las crecientes desigualdades y los proyectos climáticos, especialmente entre países pobres muy endeudados. Y, si bien el comunicado final decía que el G20 buscaría fórmulas para hacer que los ricos pagaran este impuesto, lo cierto es que no hubo un acuerdo vinculante al respecto.

Aunque el comunicado final es puramente político, Marques sostiene que ahora podría servir "para ayudar a defender el impuesto a la riqueza y presionar a los Gobiernos que están en contra de la propuesta, como Alemania, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá".

(dzc/ms)

 

Ir a la siguiente sección Descubra más