Día del Escritor en Prisión: "No nos quedaremos callados"
15 de noviembre de 2013 Deutsche Welle: Señor Feuchert, en todo el mundo se recuerda, cada 15 de noviembre, a los escritores y periodistas que están encarcelados o son perseguidos. Y todos los años debemos repetir la pregunta: ¿Dónde son especialmente vulnerables los autores?
Sascha Feuchert: Hay varios lugares. Con seguridad, el más peligroso en este momento para los periodistas y los escritores es México, donde no solo están sujetos a represalias estatales, sino también son amenazados por los carteles de la droga. En estos momentos tenemos acá en Alemania, en nuestro Programa de Escritores en el Exilio, a una colega de México, Ana Lilia Pérez, quien debió abandonar su país debido a numerosas amenazas de muerte.
¿Cómo consiguió ella llegar a Alemania?
Pudo viajar y nosotros, gracias a nuestro Programa de Escritores en el Exilio, pudimos ofrecerle respaldo. El programa dura hasta tres años. Los medios provienen del presupuesto federal, de manera tal que se les asegura tres años de permanencia en Alemania y se les permite trabajar con seguridad.
¿El apoyo del Centro PEN permite a los autores continuar con sus trabajos e incluso también publicar sus obras?
Por cierto, contamos con una enorme red de trabajo en Alemania, donde somos probablemente la mayor asociación de escritores, de forma que podemos hacer los contactos necesarios. Nosotros conseguimos presentaciones, lecturas y discusiones, para que puedan hablar de sus trabajos y de su vida.
Estamos hablando de una etapa en la que los escritores ya pudieron abandonar los lugares donde vivían amenazados. ¿Qué puede hacer el Comité de Escritores en Prisión desde Alemania por autores que están presos en sus respectivos países?
Lógicamente, ahí tenemos menos posibilidades de éxito. Pero podemos hacer públicos sus casos y mantenerlos en la prensa a través de nuestro sitio web y de las redes sociales, así como por medio de comunicados de prensa. Que los temas sean de conocimiento público significa muchas veces que las dictaduras o los regímenes de esa categoría no tenga tan fácil su tarea a la hora de hacer desaparecer a alguien. La publicidad de los casos es muy importante. Además buscamos, obviamente, mantenernos en contacto con los colegas privados de libertad por carta, por ejemplo, de manera tal que ellos sepan que no están solos ni han sido olvidados. Esto, desafortunadamente, no funciona en todos los casos.
¿Cómo reciben respuesta? No es nada de fácil contestar una carta cuando se está, digamos, preso en Kazajistán.
Usted menciona a Kazajistán, donde le puedo contar el caso del poeta Aron Atabak, con el que hemos tenido un contacto breve. Hace unas ocho semanas le escribimos una carta y nos contestó. Lo hizo mediante un poema que nos dedicó, y además por medio de una carta un poco más extensa. Es cierto que esas cartas son a menudo objeto de censura y que algunos autores encarcelados las reciben, pero no pueden responderlas. Pero siempre nos terminamos enterando de que sí les llegaron y que para muchos es un gesto muy importante.
El Comité de Escritores en Prisión existe desde 1960. No se puede decir que en este tiempo la situación de los escritores ha mejorado. ¿Cómo ven lo que sucede actualmente, ustedes que luchan por la libertad y el estado de derecho, con la vigilancia entre estados?
Lo vemos con enorme preocupación. De hecho la libertad de expresión en un derecho básico tan fundamental, que una democracia no se puede llamar tal sin ella. Y estamos muy preocupados por lo que sucede en Occidente. Usted tiene razón con aquello de que la situación de los autores perseguidos en el mundo no ha mejorado. Pero eso no significa que debamos rendirnos. Siempre habrá razones y personas por las cuales luchar.
Usted ha hablado recién de Occidente. ¿Qué piensan de lo que sucede en Estados Unidos?
Hemos sido muy claros con respecto al tema NSA y Edward Snowden. Hemos enviado cartas abiertas al Gobierno de Estados Unidos, y cuando el Centro PEN Internacional hizo esto, por cierto con el apoyo de nombres importantes a nivel mundial como el escritor Salman Rushdie, pusimos el tema sobre la mesa. Si esto tiene alguna consecuencia práctica, pues no lo sé. Pero no debemos quedarnos callados, y créame que no lo haremos.
Sascha Feuchert, nacido en 1971, es el representante de los escritores alemanes en el Comité de Escritores en Prisión. Feuchert es también vicepresidente del Centro PEN en Alemania, que además pertenece a la Asociación Internacional PEN (Poetas, Ensayistas, Novelistas).