"Estábamos escuchando música, algunos bailaban y se divertían, y luego todo cambió", dice Julia P. con la mirada llena de incredulidad.

Como muchos otros, la joven de 17 años se reunió con amigos el sábado por la noche, en un parque del centro de Stuttgart. Ella dice que se fue de ahí antes de que comenzaran los disturbios, pero en seguida pudo ver en SnapChar videos de lo que sucedió.

En el distrito comercial Königstrasse, rodeado de escaparates tapiados y vidrios rotos, es difícil creer que una noche de fiesta desembocó en uno de los peores disturbios que Stuttgart haya visto en años recientes.

Anwar S., un joven de 18 años que también fue testigo de los acontecimientos del sábado por la noche, dice que aunque hubo tensiones entre quienes festejaban y la policía, no puede aún entender por qué algunos  comenzaron a dañar las tiendas.

"Pensaban que estaban en una película estadounidense, donde todo se vale", dice.

Enfrentamientos entre jóvenes y policías

Los disturbios estallaron el sábado por la noche y la madrugada del domingo, después de que la policía comenzó a llevar a cabo controles de drogas en la plaza principal de la ciudad, Schlossplatz.

Testigos presenciales le dijeron a DW que la situación escaló después de que un adolescente intentó escapar de la policía y los agentes lo persiguieron. En ese momento, otros grupos intervinieron "por solidaridad" con el adolescente y comenzaron a atacar a la policía.

Los videos que circulaban en las redes sociales muestran a personas arrojando adoquines y otros objetos a los vehículos policiales. En un video, un hombre corre hacia un oficial de policía arrodillado en el suelo y lo patea a su lado, derribando al oficial mientras se escucha a otros animándolo. Diecinueve oficiales resultaron heridos.

Los enfrentamientos se extendieron al distrito comercial, donde los manifestantes destrozaron escaparates. Varias tiendas fueron saqueadas, incluida una joyería, una tienda de teléfonos móviles y una tienda de artículos deportivos.

Se estima que participaron 500 personas, muchas de ellas adolescentes o adultos jóvenes. Veinticuatro sospechosos fueron finalmente arrestados.

Descartan motivación política

El domingo por la tarde, gran parte de los vidrios rotos fueron habían sido ya recogidos o amontonados frente a las tiendas dañadas. Las ventanas rotas ahora se han cubierto con tablas de madera, muchas de las cuales llevan las palabras garabateadas: "Crea, no destruyas".

Muchas personas que salieron a dar un paseo los domingos se detuvieron para ver qué daño aún se podía ver.

"Estas cosas no suceden en Stuttgart", decían algunos de los transeúntes, tanto jóvenes como viejos.

Las autoridades dicen que la violencia no fue motivada políticamente, aunque el alcohol probablemente jugó un papel importante, así como la atención que los disturbios recibieron en las redes sociales.

'Furia' hirviente

Yussef, un joven de 19 años que presenció los disturbios el sábado, dice que una serie de factores, incluido el hecho de que muchas personas habían estado bebiendo, probablemente convirtió una noche normal en un polvorín.

"La ira se desbordó y todo se salió de control", dice.

Cuando se le pregunta de dónde cree que vino esa "ira", Yussef explica que muchos de los jóvenes involucrados en los enfrentamientos, particularmente personas de color, sienten que la policía los considera sospechosos con demasiada frecuencia.

Las tensiones se han vuelto particularmente crudas a la luz de las protestas contra la brutalidad policial en  Estados Unidos.

Los confinamientos por coronavirus y las frustraciones generadas por la pandemia también probablemente jugaron un papel, dice.

Las autoridades han lanzado una investigación masiva sobre los disturbios, utilizando evidencia recopilada de las tiendas saqueadas, para identificar a los involucrados. Pero la pregunta en la mente de muchos en Stuttgart es aún: "¿Cómo se salió de control esto?" No va a ser fácil responderla.

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