No es un secreto que el fútbol alemán está en una crisis desde hace casi diez años. La Selección Alemana fue eliminada en fase de grupos en las últimas dos Copas del Mundo, lo que ha encendido las alarmas en todo el sistema del fútbol teutón.

Contribuir a la formación de futbolistas profesionales envuelve distintas partes en Alemania: a los entrenadores, los centros de alto rendimiento (NLZ), a la familia, y a los agentes de fútbol y visores.

Aproximadamente el 3 % de los futbolistas de los centros de rendimiento llegan al profesionalismo. En Alemania significa, llegar a la primera división, segunda o tercera división. Un sistema que descarta a muchos jóvenes que invierten más de diez años de esfuerzos y que además renuncian a muchas cosas. Ese es el precio del sueño dorado.

Salud mental y fútbol

En Alemania, los clubes de fútbol amateur proveen talentos a los conocidos Centros de Alto Rendimiento (NLZ), que por lo general pertenecen a los clubes profesionales. El fútbol amateur se enfrenta a un gran reto también: ¿priorizar la producción de talentos que lleguen a la profesional o promover el deporte para una vida saludable?

Los clubes de barrio reciben una suma de dinero si un jugador llega a un equipo profesional, conocido como los derechos de formación. La tarea de los NLZ es brindar las herramientas a los talentos seleccionados para fundamentar las bases del futbolista profesional. En la mayoría de los casos actúan como escuelas deportivas, donde el joven tiene la ventaja de enfocarse en el fútbol y sus estudios.

Muchos son capturados muy jóvenes y son descartados también a esas edades. Otros llegan un poco más tarde y puede que tampoco les dé para hacer el gran salto. En definitiva, lo que se le critica a estos NLZ es la falta de sensibilidad hacia la persona, y no al futbolista. 

El acompañamiento psicológico es fundamental. Muchos de ellos pasan su adolescencia pensando que van a llegar y cuándo se enfrentan a otra realidad puede que les marque de por vida. La presión de sus padres, agentes y todo el entorno hace mella en jóvenes que tienen que enfrentarse a situaciones demasiado difíciles para su etapa de la vida.

Entrenadores, piedra angular del desarrollo del futbolista

Los entrenadores tienen una gran responsabilidad si se trata de mantener el desempeño deportivo de un equipo o una institución. También, tiene la vital tarea de acompañar a jugadores y a todo un cuerpo técnico. Es una tarea fundamental en el proceso deportivo.

Antes, el fútbol alemán le había dado prioridad al entrenador. Incluso la formación del mismo era un requisito indispensable para garantizar el proceso del éxito. Hoy en día, es un mito más. La Federación Alemana de Fútbol (DFB) está en un proceso de reestructuración de los procesos de adquisición de licencias.

Los entrenadores ya no van a ser evaluados y se les va a dar una valoración a su trabajo. De lo que se trata es acompañar el proceso de formación, que al final repercutirá en la formación del futbolista”. Con esto, la DFB buscará incentivar a más entrenadores a disfrutar el camino y evitará exámenes y requisitos que eviten la deserción de estos.

Además, el rol centrista del entrenador pasa a un segundo plano. En su lugar, se debe dar vía libre a la creatividad e imaginación del futbolista, que muchas veces era intervenida por la voluntad del entrenador.

Reformación de los conceptos de entrenamiento juvenil

Exigir más gambetas y restringir menos la creatividad de los jugadores. Ese es el nuevo lema que quiere expandir la DFB, con la ayuda de sus mentores para así poder encontrar los próximos Sanés y Gnabrys que salven la reputación del fútbol alemán en un futuro próximo.