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¿Dónde quedaron las mujeres?

Helle Jeppesen (VT/ERS)7 de marzo de 2016

En muchos países los padres desean tener sobre todo hijos varones, por lo que las mujeres embarazadas abortan al feto femenino, provocando un desequilibrio entre los sexos.

Como consecuencia del excedente de hombres, en muchos países los matrimonios se contraen a una edad cada vez más temprana.
Como consecuencia del excedente de hombres, en muchos países los matrimonios se contraen a una edad cada vez más temprana.Imagen: picture-alliance/AP Photo/P. Hatvalne

Christoph Guilmoto, del Instituto de Demografía y Desarrollo en París, rechaza hablar de un genocidio intencionado contra mujeres. “Los padres simplemente querían engañar a la naturaleza para evitar que nacieran niñas. Sin embargo, no sabían que a millones de otras parejas se les había ocurrido la misma idea”, dice el investigador francés.

Desde hace dos décadas, el ultrasonido y los análisis de sangre permiten conocer el sexo del bebé durante el embarazo, abriendo el camino a la selección. Como consecuencia, en Asia faltan más de 117 millones de mujeres para asegurar el equilibrio entre los sexos, según estimaciones del Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Excedente de jóvenes varones

Sin la intervención humana, el equilibrio natural entre los sexos sería de cerca de 105 niños por cada 100 niñas. En la actualidad, en China hay 100 mujeres por cada 116 varones. En India, la relación entre hombres y mujeres es de 111 por 100. También en Azerbaiyán, Armenia, Albania o Macedonia, el porcentaje de hombres es demasiado alto.

De acuerdo con Guilmoto, la preferencia por los hijos varones se debe a varias razones y no solo responde a prejuicios. En muchas sociedades, el sistema familiar establece que por lo menos un hijo debe quedarse en casa para cuidar a los padres, puesto que en muchos casos no se cuenta con un sistema de pensiones. Las hijas, en cambio, se van a vivir con la familia del marido, por lo que los padres prácticamente pierden su apoyo.

Hoy día, las consecuencias del excedente de hombres preocupan mucho a los Gobiernos de China e India. En este último país, la ministra de Familia, Maneka Gandhi, propuso un examen obligatorio para las mujeres embarazadas a fin de evitar el aborto de fetos femeninos. Hasta hora, la prohibición de determinar el sexo del bebé con ayuda del ultrasonido tuvo poco éxito. Los costos de la futura dote de las hijas en muchos casos asustan más que un aborto ilegal.

Hombres que no encuentran pareja

Durante treinta años, la rígida política del “hijo único” en China frenó la tasa de natalidad. Pese a que hoy día las familias chinas pueden tener dos hijos, llevará tiempo hasta que este cambio se refleje en los números demográficos. En la República Popular China, cada año cerca de 1,2 millones de hombres salen sobrando en el mercado matrimonial.

“El matrimonio no solo tiene que ver con amor y sexualidad, el casamiento también es importante para alcanzar la madurez social, así como estatus y reconocimiento”, dice Lisa Eklund, socióloga de la Universidad de Lund, en Suecia.

Se refuerza la desigualdad social

Por un lado, Eklund teme que, como consecuencia del excedente de hombres, los matrimonios se contraigan a una edad cada vez más temprana y que aumenten los obstáculos para el divorcio. Como consecuencia, el mercado matrimonial será cada vez más inflexible. Por otro, cree que se reforzarán las desigualdades sociales. “En países con una gran brecha de ingresos y un alto índice de desigualdad, los hombres de los estratos sociales más bajos tendrán aún menos oportunidades de ascenso. Esto los hará más vulnerables y acentuará la desigualdad”, sostiene la socióloga sueca.

Tanto Lisa Eklund como Christophe Guilmoto están convencidos de que el desequilibrio entre los sexos tendrá consecuencias negativas sobre todo para las mujeres. “Sociedades con un excedente de hombres tienden a ejercer mayor control sobre las mujeres”, señala la socióloga. Por su parte, el investigador francés indica que para las mujeres será más difícil acceder al mercado laboral y conseguir buenos empleos. “Más bien aumentará la presión para que ejerzan el rol de esposa y madre”, explica.

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