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Davos: entre globalización y disparidades

25 de enero de 2003

Numerosos debates del Foro Económico Mundial de Davos están dominados por la globalización, la falta de dinamismo de la economía global y el conflicto con Irak.

Las protestas "anti-globalización" se convirtieron en un punto fijo en la agenda eventos internacionales.Imagen: AP

En Davos se reconoce que a pesar de que el "mundo está hoy más interdependiente que nunca, persisten las disparidades". La fragilidad en distintas regiones del mundo y el fin del Consenso de Washington, que prescribía la liberalización y la privatización como claves para el avance económico, han fomentado el debate sobre cómo fomentar el desarrollo económico y una globalización que no sea excluyente.

Protestas de rigor

Como un punto ya obligatorio en la agenda de grandes eventos internacionales, también Davos convoca a manifestantes contra la globalización. Centenares de personas pusieron a prueba el sábado el cordón de seguridad alrededor de un centro de recreación en las montañas suizas, donde intentaron confrontar a los líderes mundiales y denunciar la posible invasión estadounidense en Iraq.

Para los manifestantes "anti-globalización", Davos es una reunión elitista, donde domina la preocupación por hacer dinero, y donde la mención de problemas como la pobreza y el subdesarrollo sólo servirían para tranquilizar a la opinión pública.

Para el actual Foro de Davos, las autoridades suizas han desplegado un dispositivo de seguridad sin precedentes, incluida una patrulla aérea lista para entra en acción y evitar que una manifestación autorizada termine en violencia.

Los ricos se defienden

La trigésimo tercera reunión anual del Foro Económico Mundial se realiza en un entorno marcado por la incertidumbre económica global y el temor a una guerra contra Irak. En el plano económico, los ministros responsables de las principales políticas económicas de los países más ricos del mundo rechazaron las críticas que aseguran que los esfuerzos por restaurar su crecimiento económico no están dando frutos. No obstante, algunos admitieron que las perspectivas a corto plazo no son optimistas.

Imagen: AP

Los críticos no pertenecen necesariamente al movimiento "anti-globalización". Asimismo existen claras divisiones entre las autoridades de política económica y numerosos economistas y académicos. En general, se exigen pasos más decididos para reactivar la economía mundial, cuyos pilares fundamentales, Estados Unidos, Japón y Europa, no estarían cumpliendo su papel de locomotoras coyunturales. "Veo una carencia general de propuestas para hacer algo a corto plazo", dijo el célebre economista Paul Krugman, de la Universidad de Princeton.

Acelerar las reformas

En Davos quedó constatado el amplio escepticismo referente a las reformas económicas estructurales que serían necesarias en las naciones de mayor peso económico.

Así por ejemplo, el secretario alemán de estado para las Finanzas, Caio Koch-Weser, saltó en defensa de la reforma bancaria en Japón y de las reformas corporativas en Estados Unidos, además de una serie de reformas estructurales en Europa. Al mismo tiempo admitió que había que esforzarse más en este campo, ya que las perspectivas de crecimiento en la economía de la llamada "Eurozona", no son buenas para el 2003.

En cambio, todos vuelven a coincidir en torno a la incertidumbre generada en torno a Irak, que opaca las perspectivas económicas y alimenta el temor de los inversores ante una posible guerra. En este sentido, Peter Sutherland, presidente de Goldman Sachs International, advirtió que "desde el punto de vista económico, es muy importante no dejar que esto contamine las relaciones económicas".

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