En la fachada del Hotel Belvedere, en el centro de Davos, cuelga un cartel enorme sobre el que reza la palabra “Brasil”. Así de segura se muestra en la ciudad suiza la economía más grande de Latinoamérica. El Belvedere es el alojamiento más lujoso de todos los oficiales en el Foro Económico anual. En él se alojan presidentes de Estado, pero también personalidades como Jürgen Großmann, director del gran consorcio energético alemán RWE, y Eric Schmidt, antiguo director ejecutivo de Google y actual consejero administrativo del gigante de Internet.

También los mexicanos piensan a lo grande. Han erigido cerca del Centro de Congresos dos grandes pabellones en los que promocionan su país y llevan a cabo conversaciones bilaterales. El presidente mexicano, Felipe Calderón, ha viajado con numerosos ministros y una nutrida delegación. En una rueda de prensa conjunta con el director de Renault, Carlos Ghosn, el fabricante de coches francés anunció su intención de invertir miles de millones en México, lo que conducirá a la creación de 20.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos años. México preside actualmente el G-20 y desea poner en marcha durante los próximos meses sus propias iniciativas.

Así pues, los países emergentes pisan fuerte. No es extraño, pues solo en 2012 crecerán alrededor de un 6 por ciento, según un estudio de Ernst & Young, una empresa auditora y consultora. Por el contrario, los expertos no auguran crecimiento alguno para la eurozona.

Indicadores de crecimiento

El ministro de Comercio indonesio, Gita Wirjawan, viajó a una reunión de inversores en Fráncfort del Meno poco antes de acudir a Davos. Le sorprendió enormemente el eco de su visita: las empresas alemanas se mostraron muy interesadas en invertir en su país. “Tenemos un gran mercado interno y las agencias acaban de subir nuestra calificación crediticia. Merece la pena venir a Indonesa”, dijo en Davos. A Wirjawan también le preocupa el crecimiento de las grandes economías. “Necesitamos una Europa y unos EE. UU. fuertes”, señaló. “Es fundamental para nuestro desarrollo económico”.

Al mismo tiempo, promueve en el exterior que se invierta en su país. “Hay posibilidades atractivas para la inversión: el sector automovilístico, el comercio al por menor, el área de la energía…”, relata Wirjawab en entrevista con DW, mientras se apresura para llegar a la próxima reunión.

Los alemanes se benefician de los países emergentes

“Las empresas alemanas está plenamente integradas en la globalización”, dice Jürgen Kluge, que en su día fue director en Alemania de McKinsey, una empresa de asesoría. “Somos partícipes del crecimiento de los países en despegue”, dijo y alabó la orientación exportadora de la economía alemana.

El peso de la economía mundial se ha desplazado hacia los países emergentes. “Si va usted hoy a cualquier despacho de una empresa china en Shangai y mira los mapas que cuelgan en las paredes, descubrirá que Europa ocupa en ellas un lugar marginal. “

Autora: Manuela Kasper-Claridge/MS
Editor: Pablo Kummetz