DDHH: Peligro de erosión
10 de diciembre de 2003"Allí donde el ser humano se ve amenazado en lo medular de su dignidad, no puede haber una paz duradera". Las palabras pronunciadas por el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, en el Día Mundial de los Derechos Humanos, expresan una verdad de perogrullo. Pero no por ello resulta superfluo repetirla. 55 años han transcurrido desde la promulgación de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, reflejo de la voluntad de la comunidad internacional de proteger al individuo de arbitrariedades y vejaciones como las que llevó a cabo el nacionalsocialismo. Aunque hoy en día se reconoce ampliamente la validez de estos principios, la realidad indica que sigue habiendo grandes motivos de preocupación en este campo.
El pretexto de la seguridad
Ejemplos hay, desgraciadamente, por docenas, a lo largo y ancho del planeta. Diversas son las dimensiones de los atropellos a los derechos básicos, comenzando por la violencia que cobra víctimas a destajo en países como Colombia, hasta la conculcación de las libertades políticas, que ha llevado a prisión a decenas de críticos del gobierno en Cuba, por citar algunos casos latinoamericanos. Sin ir más lejos, el disidente cubano Oswaldo Payá no recibió autorización para viajar por estas fechas a Alemania, donde debía acudir por invitación del parlamento germano.
A nivel mundial inquieta especialmente la situación que se ha generado tras los atentados del 11 de septiembre del 2001, ya que se han puesto en entredicho postulados básicos del estado de derecho, en aras del resguardo de la seguridad. Fischer advirtió en este contexto del peligro de erosión de los derechos humanos, con el pretexto de la lucha contra el terrorismo. Al respecto, puntualizó que el carácter universal e irreductible de los derechos humanos es un elemento central de la prevención y solución de conflictos.
Base para las relaciones exteriores
Coincidente es la apreciación de la encargada de Derechos Humanos del gobierno germano, Claudia Roth, quien calificó este punto de "base para cualquier política exterior orientada hacia la estabilidad", subrayando que sólo países donde rige el estado de derecho pueden ser considerados socios fiables. Pero tampoco las autoridades de Berlín están libres de críticas en la materia. De hecho, han sido blanco de reproches en los últimos días, por la brecha entre lo que se predica y lo que se practica, cuando están de por medio intereses económicos.
En suma, el Día Internacional de los Derechos Humanos nos recuerda que en todas partes quedan tareas pendientes y urgentes. Para la ONU es también ocasión de destacar los esfuerzos realizados y rendir tributo a quienes se han destacado en esta tarea. Un homenaje especial se brinda este año al diplomático brasileño Sergio Vieira de Mello, muerto en un atentado en Bagdad. También las Abuelas de la Plaza de Mayor reciben esta vez un reconocimiento a su labor, entre otras figuras comprometidas con esta lucha por lograr que se haga realidad la validez de los derechos fundamentales de cada ser humano.