De norte a sur del continente americano, la Panamericana sigue siendo, en gran parte, una vía importante para las economías, y un símbolo de unidad. Pero necesita completarse y mejorarse en todos lados, según expertos.
Publicidad
Es el sistema de carreteras interconectadas más largo del mundo, y la mayor arteria del continente americano. Desde Alaska a Tierra del Fuego, la Panamericana serpentea, en su recorrido oficial, a lo largo de casi 30.000 kilómetros, a través de 14 países, recorriendo las más diferentes regiones y zonas climáticas. Fue concebida para unir a México con Estados Unidos, y recibió su nombre en 1923, en la V Conferencia Internacional de los Estados Americanos.
Pero la Panamericana no está completa: se interrumpe en Yaviza, Panamá, a lo largo de 130 kilómetros que pasan a través de la selva montañosa del Tapón del Darién, en la frontera con Colombia, uno de los sitios con mayor diversidad de especies del mundo, cuyo Parque Nacional fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Sigue siendo un imán para viajeros de todo el mundo, y un símbolo de unidad continental, pero ¿es un factor de integración económica en el continente? Para Jaime Arciniegas Ortiz, economista y docente de Ingeniería en la Universidad Militar Nueva Granada, Colombia, la Panamericana es un importante instrumento de conectividad y logística: "Los diversos tratados de libre comercio son muy importantes. Pero esa conectividad se ve a veces limitada por asuntos políticos”, explica a DW. En Colombia, la brecha sin terminar en el Tapón del Darién obstaculiza un acceso a Panamá que sería "de enorme importancia” en lo económico y en lo social, señala.
Ventajas y desventajas económicas
La Panamericana no cuenta con una administración central, por lo cual no hay estadísticas unificadas acerca de su uso, ni sobre los costos y las ganancias de los bienes que circulan por ella. Y sobre su rol económico, también varían las respuestas. "Depende de las zonas. En Argentina sí es bastante importante, por ejemplo, porque es la principal vía de movimiento de personas y maquinaria desde la Ciudad de Buenos Aires”, dice Fausto Spotorno, economista y director de la Escuela de Negocios de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Sin embargo, por lo general, gran parte del tráfico relevante sobre largas distancias se realiza, de punta a punta, por vía marítima o aérea.
"Su principal ventaja es que une toda la región. Su principal desventaja es que no pasa por Brasil”, añade. El transporte desde y hacia Brasil, -la mayor economía de la región, y el principal socio comercial de Argentina- es clave para ese país sudamericano, tercero en cuanto a su PIB, y seguido por Chile. Pero la ruta permite un intercambio comercial fluido entre Chile y Argentina. ¿Sería una solución unificar criterios en cuanto a su compleción y su ampliación? Por el momento no existen tales emprendimientos.
Además, el hecho de que esté en diferentes manos lo hace difícil. En algunos países la carretera se ha concesionado a empresas privadas. Por ejemplo, en Chile, la "Ruta 5”, como se la llama, está bajo el control de 13 diferentes concesionarias. En Argentina, su principal ramal, la Ruta Nacional 7, que atraviesa el país de este a oeste por cuatro grandes provincias y lo conecta con Chile, está en manos de tres concesionarias diferentes, una de ellas, la española Autopistas del Sol.
Publicidad
Importante movimiento de bienes y servicios
Según Arciniegas Ortiz, autor del libro 'Comercio Internacional para Latinoamérica', a través de la Panamericana "se mueven bienes y servicios de todos los sectores económicos. El turismo por la Panamericana genera grandes ganancias para el Estado en Colombia, y también se debe resaltar que el desplazamiento de personas que vienen de Venezuela para recibir atención médica es inmenso. Por la Panamericana no solo circulan bienes tangibles, sino también personas y servicios”, subraya. Los países más beneficiados por la Panamericana son, a su juicio, México, la segunda mayor economía regional, Panamá, Ecuador, Perú, Chile, y Argentina. "Y un poco menos, Venezuela", dice.
¿Qué faltaría lograr para acercarse un poco más a ese modelo de unidad y desarrollo latinoamericano que inspiró la creación de la carretera más larga del mundo? Arciniegas Ortiz sostiene que "habría que mejorar mucho la Panamericana, convertirla en todas partes en vías de cuarta generación (4G), de tres y cuatro carriles, para que los camiones que transportan mercancías puedan viajar a 100 kilómetros por hora, o más, sin obstáculos”. Así, los productos circularían en menos tiempo y a menores costos.
Eso permitiría que las economías latinoamericanas aumentaran su Producto Interno Bruto (PIB), ya que para una mayor producción, no limitada al consumo nacional, y para la exportación de bienes, son necesarias buenas vías de acceso. "De ese modo tendríamos un mayor crecimiento y economías más eficientes”, concluye.
(ers)
La Panamericana: imágenes de la carretera más larga del mundo
La Ruta Panamericana es una red de carreteras interconectadas que une el continente americano de norte a sur, a lo largo de diferentes paisajes y zonas climáticas. Aquí, las fotos más impactantes de su recorrido.
Imagen: Lucas Payne/Design Pics/picture alliance
Bahía Prudhoe, Alaska
En su extremo norte, la carretera Panamericana pasa por Alaska, Estados Unidos. Y llega a Tierra del Fuego, en el sur de Argentina. A su paso, a través de unos 30.000 kilómetros, recorre desiertos, pasa junto a cumbres heladas y densas selvas. Aquí, un camión circula por la Panamericana en el área petrolera de Prudhoe Bay, en Alaska, bajo un sol invernal.
Imagen: Lucas Payne/Design Pics/picture alliance
México, el origen
En 1889 se planeó desarrollar un ferrocarril, y más tarde, se concibió una carretera para unir a México y Estados Unidos. Debido al auge del automóvil en el transporte de pasajeros y mercancías, durante la Quinta Conferencia Internacional de los Estados Americanos, en 1923, se decidió construir la Panamericana. La ruta original comienza en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y va hacia Ciudad de México.
Imagen: Birgit Seifert/Shotshop/IMAGO
El Lago de Atitlán, Guatemala
Uno de los destinos favoritos del turismo por la Ruta Panamericana es el Lago de Atitlán, en Guatemala, donde se puede disfrutar de un paisaje como este, rodeado de volcanes. En su recorrido oficial, la Panamericana atraviesa 14 países: Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
Imagen: Bernd Kubisch/dpa/picture-alliance
El Salvador: lugar de protestas
La Panamericana no solo acerca a las personas en el continente americano, sino que también es escenario de protestas y manifestaciones en casi todos los países, como se ve aquí, en Cojutepeque, El Salvador. En una huelga de autobuses, los vehículos permanecen estacionados porque los choferes protestan contra los asesinatos de sus colegas a manos de pandillas que los extorsionan.
Imagen: YURI CORTEZ/AFP/Getty Images
Honduras: migrantes en Cerro de Hula
Y por la ruta más extensa del planeta circulan también caravanas de migrantes que intentan llegar a México, para luego pasar a Estados Unidos. Aquí, en Cerro de Hula, Honduras, cientos de migrantes de Congo, Ghana, Haití y Cuba llegan desde Choluteca, y son controlados por la Policía por razones sanitarias durante la pandemia de coronavirus, en 2020.
Imagen: ORLANDO SIERRA/AFP/Getty Images
Nicaragua: de Peñas Blancas a Paso Canoas
El recorrido de la Ruta Panamericana en Nicaragua comienza en el paso fronterizo de Peñas Blancas, en el departamento de Rivas, y atraviesa el país de norte a sur, hasta San José. Luego enfila hacia el sur, y concluye en Paso Canoas, en la frontera con Panamá. Aquí, un típico autobús en la Panamericana, en León.
Imagen: Heeb Christian/prisma/picture alliance
Costa Rica: el Cerro de la Muerte
Así se llama este lugar en Costa Rica, donde el transporte maderero se realiza principalmente a través de la Carretera Interamericana, como se llama a la Panamericana en esa parte del país. La Panamericana toma distintos nombres y se divide en numerosos ramales en los diferentes países del continente.
Imagen: Konrad Wothe/imageBROKER/picture alliance
El Tapón del Darién
En la frontera entre Panamá y Colombia, se interrumpe la Panamericana. ¿Es la Panamericana un mito de unidad americana? Para el economista colombiano Jaime Arciniegas Ortiz, es mucho más que eso: es un instrumento económico y de servicios para la sociedad. "Sería muy importante que se uniera a Colombia con Panamá a través de la Panamericana", subrayó el experto.
Imagen: Migración Colombia
Colombia: importante conexión terrestre
"Si queremos ir de Bogotá a Cali, a Antioquia, e incluso a Quito, Lima y Buenos Aires, podemos hacerlo" por la Panamericana, dice Arciniegas Ortiz a DW. La Panamericana "es la arteria principal" de Colombia, y el comercio internacional fluye por allí. Las estadísticas del comercio a través de esta ruta no están unificadas, sino que cada país las registra en sus organismos oficiales.
Imagen: DB Panamericana/dpa/picture-alliance
Ecuador: paisajes increíbles
La mayor parte de la Troncal de La Sierra (E35) es parte de la Panamericana, y atraviesa nueve provincias andinas, entre ellas, Cotopaxi, Chimborazo y Loja. En Quito, la Panamericana se desprende de la Troncal de La Sierra en el norte de la ciudad, y vuelve a unirse a ella en el extremo sur, atravesando el área urbana.
Imagen: Reinhard Kaufhold/dpa/picture-alliance
Perú: a lo largo de las Líneas de Nazca
Viajar por la Panamericana en Perú es pura aventura: la carretera bordea la costa, pasando por Máncora, Trujillo y Lima. En un viaje por la ruta se pueden visitar las ruinas incas en el Valle Sagrado y viajar a lo largo de las Líneas de Nazca (imagen), justo junto a la Panamericana sur. Un ramal permite llegar al lago Titicaca, y entrar luego a Bolivia.
Imagen: Cezary Wojtkowski/picture alliance
Bolivia: La Paz y el Camino de la Muerte
Desde el Titicaca, ese ramal de la ruta llega a La Paz, y se puede pasar por el salar de Uyuni. Hay diferentes temperaturas en el día y la noche, y la naturaleza se siente vibrar. Un desvío lleva al antiguo camino a los Yungas, conocido como el Camino de la Muerte, una de las rutas más peligrosas del mundo. Allí apenas cabe un vehículo, pero es una gran atracción turística.
Imagen: picture alliance
Chile: Quellón, en Chiloé
El encanto del sur de Chile se puede disfrutar llegando por la Panamericana hasta el puerto de Quellón, en el Pacífico. Allí se puede ver un Monumento a la Carretera Panamericana, que luego se extiende de oeste a este, pasando por cuatro provincias argentinas, hasta llegar a Buenos Aires. En Chile, 13 concesionarias privadas administran la ruta.
Imagen: picture alliance
Buenos Aires: doce carriles
En la capital argentina, la Ruta Panamericana tiene 12 carriles centrales, dos colectoras y un Acceso Norte, con tres ramales. Se terminó en 1970 y está manejada por concesionarias. Une Argentina con Chile, y pasa por cuatro importantes provincias, de oeste a este. Otro ramal pasa por el centro del país. Es la principal vía de circulación de personas y maquinaria desde la Ciudad de Buenos Aires.
Imagen: picture alliance/dpa
Un símbolo de unión americana
Desde Alaska a Tierra del Fuego hay 17.848 kilómetros, como indica este cartel en la Bahía Lapataia, Ushuaia, Argentina. La Panamericana pasa por el Parque Nacional de Tierra del Fuego, en el extremo sur del continente.
Imagen: Harald von Radebrecht/imageBROKER/picture alliance
Tierra del Fuego: la llegada al "fin del mundo"
En la Bahía Lapataia, un fiordo en el departamento de Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, la Ruta Panamericana finaliza su recorrido oficial, en el punto más austral del continente. El final (o el principio) de una aventura que llama a los amantes de los viajes por el continente americano, lleno de historia y de impresiones, a lo largo de la vía que une a tan distintos países y a sus gentes.