De Alemania a la Patagonia: color y diálogo intercultural
16 de abril de 2016
El proyecto Wallflowers quiere llenar los muros de colores con un sentido artístico y social.
Imagen: Project Wallflowers
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En la remota localidad de Balmaceda, en plena Patagonia chilena, unos 1700 kilómetros al sur de Santiago, la artista Pau Quintanajornet trabaja en el último proyecto de Wallflowers: un inmenso mural que cambiará la cara de este pueblo. La chilena (33) reside desde los dos años en Alemania, hasta donde la llevó el exilio junto con su familia. Sus raíces han tirado fuerte hacia la técnica del muralismo y el rol social del arte en la comunidad.
“No es simplemente pintar un muro. Lo más importante es el intercambio que allí ocurre con la gente, que permite conocer el lugar y sus problemáticas. Es un puente para llegar a las personas”, explica. “Con un poco de pigmento puedes cambiar mucho, desde embellecer el lugar a las perspectivas educativas y sociales”.
Pau Quintanajornet es la creadora del Proyecto Wallflowers, una iniciativa que busca llevar colores al mundo, especialmente donde son más necesarios. Junto a artistas de distintos países desarrolla diversos programas: el de los murales (“The Blooming Seeds”), la pintura en movimiento, realizada con patinetas (“The Color Wood Movement”), y una red internacional de mujeres artistas (“Hemisferias Ligadas”).
La artista Pau Quintanajornet vuelve a sus raíces con sus murales.Imagen: Project Wallflowers/David Zuschlag
“Se nota que hace falta más color en este mundo, más dedicación a la comunidad y al trabajo social. El muro o la acción en patinetas se transforman en una excusa para establecer un puente para el diálogo y así tener una perspectiva más abierta hacia el mundo”, destaca la artista.
Hace unos meses estuvo pintando con patinetas en una escuela de Berlín que acoge y da cursos de integración y alemán a niños refugiados e inmigrantes: “Yo también fui refugiada, es un tema que a mí me toca mucho. Con la pintura puedo darles un día de alegria a esos niños y mostrar sus historias”. Nuevos proyectos la llevaron a Ecuador y mientras afina los detalles de una invitación para pintar durante los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, se mueve por la Patagonia chilena.
Murales en el sur del mundo
El paso de Wallflowers por Latinoamérica ha reforzado la cooperación con artistas locales y grupos enfocados en la cultura de las patinetas, como la Escuela Skate de Limache, en la zona central de Chile. Muchos funcionan en sectores de escasos recursos y el intercambio con artistas extranjeros da un impulso a su trabajo.
En la Patagonia tiene varios proyectos, como el Centro Cultural de Coyhaique (foto principal). La psicóloga Consuelo Vera, de esta ciudad, trabaja en el área de educación y ayudó a gestionar la intervención. “La respuesta de la comunidad fue positiva y receptiva. Continuamente se acercaban a hablar con Pau para saber sobre su trabajo. Ha significado una inyección de alegría y energía, los colores y la obra han inundado el espacio de manera positiva. Muchas personas se fotografían en el muro y ya varias de estas imágenes figuran como perfiles o fotos de portada en redes sociales”, destaca.
Edwar y su papá, Gabriel, pintando con patinetas en Limache.Imagen: Project Wallflowers/David Zuschlag
“Muchas veces a través de un muro se puede crear esa conciencia en un lugar o barrio de lo que tienen en común. La gente se conecta, se comunica a partir del muro”, comenta Pau Quintanajornet. Su trabajo es documentado con fotos y videos por otros artistas de Wallflowers, para contar la “historia detrás del muro”.
Wallflowers es un proyecto sin fines de lucro que se financia a través de la cooperación. Pau pone su trabajo y tiempo y, a través de aportes, costea materiales y traslados. Su sueño es llegar pintando hasta el Cabo de Hornos: “Ir dejando semillas y flores en los muros para la comunidad y las próximas generaciones, y pintar con los niños no sólo en lugares donde se conoce el muralismo”.
Murales chilenos en Alemania: Museo al aire libre
Artistas del país andino han entregado su talento y su técnica en distintas ciudades germanas.
Imagen: XHCollective
Testimonio en Bremen
La tradición muralista chilena tiene interesantes ejemplos en Alemania. Esta obra de 1976, restaurada recientemente por el artista alemán Jub Mönster, fue hecha por chilenos en la Universidad de Bremen. Éste y otros murales expresaron la protesta contra la dictadura de Pinochet y testimoniaron la solidadaridad con el país sudamericano.
Imagen: Universität Bremen
Imágenes de un poema de Neruda
Los mismos artistas habrían realizado este mural en la Universidad de Bochum, hoy bastante deteriorado, que ilustra un poema de Pablo Neruda sobre la lucha contra la tiranía. Los autores serían los destacados pintores y profesores universitarios José Balmes, Gracia Barrios y Guillermo Núñez, quienes formaron una brigada muralista estando exiliados en Francia.
Imagen: artibeau.de
Estética combativa en Bielefeld
Durante una noche de diciembre de 1976 y en forma clandestina, jóvenes exiliados y alumnos de la Universidad de Bielefeld pintaron este mural a la entrada del plantel. Con una simbología simple y colores llamativos, es una protesta contra la dictadura y el apoyo de Estados Unidos al golpe militar de 1973. Gestiones de los estudiantes permitieron que la obra fuera conservada.
Imagen: Universität Bielefeld
Mensaje democrático en Dresden
Dresden, en la antigua RDA, acogió a César Olhagaray como exiliado. En 1984, hizo un inmenso mural en un edificio de la Blumenstrasse, con motivos alusivos a los valores de la democracia. En este detalle se aprecia parte del muro, donde el artista chileno plasmó sus inquietudes sociales y políticas en su particular estilo.
Imagen: César Olhagaray
East Side Gallery: Visión apocalítica
En 1990, César Olhagaray fue uno de los dos latinoamericanos seleccionados, junto a más de 100 artistas, para pintar uno de los murales de la East Side Gallery en el Muro de Berlin. En él plasma su inquietudes políticas más profundas, que no tienen que ver con una publicidad partidaria. “Mi mural es una visón más bien apocalíptica”, expresa el artista.
Imagen: César Olhagaray
La legendaria Brigada Ramona Parra
Este colectivo nació de las Juventudes Comunistas en los años 60. Con su gráfica, recorrió Chile dando apoyo a candidaturas y luego expresando su rechazo a la dictadura. Sus murales callejeros han hecho escuela. El 2014, tres de sus trazadores fueron invitados a Osnabrück a pintar con artistas locales en la institución Don Bosco. Este mural es el resultado de jornadas de intenso trabajo.
Imagen: Brigada Ramona Parra
Una mano del "Mono"
Otro legendario y destacado muralista chileno es Alejandro “Mono” González. Ha trabajado con Roberto Matta, la Brigada Ramona Parra y en emblemáticos proyectos en Chile. También viajó a Dresde el 2014 invitado por su colega alemán Jens Besser, muralista y grafitero. El “Mono” pintó una colorida mano gigante en este edificio de la ciudad.
Imagen: Mono González
Mural alemán en Chile
La colaboración entre Jens Besser y el “Mono” González se extiende también hasta Chile. El alemán participó en el proyecto “Museo a cielo abierto” en San Miguel, en la capital, y recorrió otras ciudades pintando muros. Esta obra, que tituló “El viajero”, la hizo en Valparaíso en 2011.
Imagen: Jens Besser
Arte para todos en Colonia
En un techo de la ciudad de Colonia, destaca una figura femenina de ensueño. La autora es la artista chilena Pau Quintanajornet, quien vive en Alemania desde pequeña y combina en su estilo las técnicas de los muralistas de su país. A pesar de que en Alemania es complicado conseguir permisos para pintar sobre muros, con sus diseños ha conquistado importantes espacios.
Imagen: Rodrigo Mirando-Photography
Techos pintados
El chileno Inti Castro, quien reside actualmente en Francia, tiene un sello inconfundible. Sus obras tienen una particular estética, que se nutre de los personajes populares y la religiosidad latinoamericana. Él dice identificarse más con un pintor de brocha gorda que con un artista. Pintó este mural en Colonia como parte del festival CityLeaks.
Imagen: Inti
Nueva vida para un búnker
Lo que alguna vez fue un búnker, hoy acoge proyectos artísticos. La estructura fue construida en 1942 en el barrio de Altona, en Hamburgo. El colectivo artístico XH decidió intervenirlo creando diferentes propuestas en su interior. En su exterior, el mural de Pau Quintanajornet cambia completamente la visión de esta estructura.