Un consorcio alemán podría construir y financiar un nuevo megaproyecto en América Latina: el tren bioceánico que uniría las costas atlántica y pacífica. Una delegación germana presenta su propuesta en Bolivia.
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Ciento un años después de la inauguración del Canal de Panamá y uno después del inicio de la construcción del Canal de Nicaragua, un nuevo megaproyecto interoceánico comienza a cobrar forma en América Latina. El Corredor Ferroviario Bioceánico Central (CFBC), mejor conocido como tren bioceánico, uniría el puerto de Santos, en la costa atlántica de Brasil, con el puerto peruano de Ilo, en el Pacífico, pasando por Bolivia. Este proyecto, que fortalecería la integración sudamericana y propiciaría el tráfico comercial con Asia, cuenta con el respaldo de la UNASUR.
En 2014, China, Brasil y Perú firmaron un memorándum de entendimiento para realizar estudios sobre la viabilidad de la línea ferroviaria transcontinental. El gigante asiático ha mostrado especial interés en financiar el megaproyecto, a fin de reducir los costos logísticos de las exportaciones sudamericanas a China, por ejemplo de soja brasileña, evitando tener que rodear el continente por la vía marítima.
Delegación alemana viaja a Bolivia
En el pasado, el tren bioceánico provocó roces entre Bolivia y Perú, puesto que Lima propuso una ruta que no incluía a Bolivia. Por su parte, el presidente Evo Morales ha argumentado que el proyecto sería “más corto y menos costoso” si pasara por su país. El trayecto ferroviario planeado por los peruanos tendría una extensión de 5.000 kilómetros, el de la propuesta boliviana, 3.750 kilómetros.
Tras la visita de Evo Morales a Alemania, a finales del año pasado, la realización del tren transcontinental cobró nueva fuerza. El mandatario boliviano informó que un consorcio suizo-alemán está interesado en construir y financiar el proyecto. Este miércoles (13.01.2016), el Secretario de Estado del Ministerio de Transporte e Infraestructura Digital de Alemania, Rainer Bomba, viaja a Bolivia acompañado de una delegación de 20 representantes del sector económico para presentar la propuesta germana. Las inversiones alemanas probablemente también se extenderán a Brasil y Perú.
Siemens y Deutsche Bahn muestran interés
De acuerdo con Judith Eckert, de la Asociación Empresarial para América Latina (LAV, por sus siglas en alemán), Alemania está interesada en participar sobre todo en proyectos del ámbito de la técnica de señalización, de seguridad y de rieles. La experta duda, en cambio, que el suministro de locomotoras y trenes juegue un papel relevante, ya que otros países tienen una ventaja competitiva en ese terreno.
En entrevista con DW, Eckert explica que muchas empresas germanas medianas, así como la multinacional Siemens y la principal empresa ferroviaria alemana, Deutsche Bahn, buscan ser parte del Corredor Ferroviario Bioceánico Central. Según informaciones del Ministerio de Transporte e Infraestructura Digital, el Secretario de Estado Bomba se reunirá en Santa Cruz con el presidente Morales, así como con los ministros de Planeación de Desarrollo, de Obras Públicas, Economía y Finanzas, entre otros.
Reto técnico, político y ecológico
“Si nos ponemos a pensar lo que significa construir una línea ferroviaria del Atlántico al Pacífico, que atraviese tres países, las topografías más diversas y diferentes asentamientos indígenas, nos damos cuenta de que se trata de un proyecto de enormes dimensiones que llevará mucho tiempo”, dice Judith Eckert.
La experta de la LAV asegura que es casi imposible estimar el monto de la inversión alemana y el tiempo que tardaría construir el tren bioceánico. No obstante, está convencida de que es posible realizar el proyecto. Según cálculos conservadores, el costo de la construcción ascendería a 10.000 millones de dólares. Aparte de los retos técnicos y políticos, expertos advierten de posibles choques con grupos indígenas y defensores del medio ambiente que se podrían oponer a la construcción de una línea ferroviaria que atraviese zonas sensibles de la Amazonía y de los Andes.
¿Competencia para el Canal de Panamá?
¿Y qué significaría el tren bioceánico para el Canal de Panamá y de Nicaragua? La experta de la Asociación Empresarial para América Latina advierte que es demasiado temprano para hablar de una situación de competencia. “Por la vía marítima se transportarán más bien productos de consumo y con el tren materias primas. Todo depende de qué ruta es más rápida para qué tipo de producto”, acota.
Trenes, cada vez más rápidos
Nuevos trenes de alta velocidad se vienen desarrollando en Nevada desde enero de 2016 bajo la dirección del jefe de SpaceX, Elon Musk. ¿Cómo de realista es el proyecto? ¿Dónde hay más trenes de este tipo?
Imagen: Hyperloop Technologies
A 1.200 km/h por túneles de acero
Hyperloop se llama el tren ideado por Elon Musk. El fundador de la empresa aeroespacial SpaceX y de la fábrica de automóviles Tesla quiere conectar por medio de un sistema de trenes exprés, en forma de tubos, San Francisco, Silicon-Valley, Central Valley y el área metropolitana alrededor de Los Ángeles.
Imagen: picture-alliance/SpaceX via AP/P. Larson
Sin apenas resistencia en el vacío
Lo novedoso de Hyperloop es que los túneles contienen un aire a más baja presión que en el exterior. No se le puede llamar vacío, ya que esto no sería técnicamente factible para la ingeniería de un sistema ferroviario enorme. Pero las bombas convencionales de vacio pueden lograr disminuir, al menos, la fuerte presión del aire exterior para que la resistencia en el tubo disminuya notablemente.
Imagen: Hyperloop Technologies
No necesita ir por tierra
También sería factible un tubo submarino. Sin duda, esto facilitaría los permisos de aprobación, en comparación a un tubo que iría por tierra. El proyecto está por ahora en fase experimental. La compañía Hyperloop Tecnologies adquirió este mes una planta de pruebas en Las Vegas (Nevada). En principio, únicamente se probarán modelos a menor escala.
Imagen: Hyperloop Technologies
Suspendido en el aire
Los estrechos trenes de Hyperlopp flotarían sobre un colchón de aire, que posibilitaría sus altísimas velocidades de hasta 1.200 km/h. Sin embargo, su uso despierta muchos interrogantes. Muchos se preguntan todavía: ¿cómo podrían soportar los pasajeros tan altas velocidades? ¿Cómo se ofrecerían primeros auxilios en caso de emergencia?
Imagen: picture-alliance/SpaceX via AP/P. Larson
Un subterráneo para Suiza
La idea de los túneles-tubo en el vacío no es nueva. Ingenieros suizos apostaron por ellos en el Swissmetro, un sistema de túneles entre las principales ciudades de Suiza. Aquí también se suspenderían los trenes, pero no en el aire, sino de forma electromagnética. No irían tan rápido como los Hyperloop: sólo a 500 km/h.
Imagen: picture-alliance/dpa/Swissmetro
"Como en un avión"
Así se sienten los pasajeros de prueba en el Maglev, un tren japonés suspendido magnéticamente. Con el aumento de la velocidad, el viaje se siente más estable. Sólo unos pocos fueron elegidos para realizar las pruebas. Una primera conexión entre Tokio y Nagoya a 500 km/h está prevista desde hace poco para 2027.
Imagen: picture-alliance/dpa
El rey flotante
Así luce el tren desde el exterior. Maglev es el acrónimo en inglés de 'magnetic levitation' (levitación magnética). Los trenes de suspensión magnética son medios de transporte terrestre de vía guiada. Las fuerzas magnéticas mantienen el tren en suspenso. Por medio de impulsos magnéticos son guiados, conducidos y frenados. Este sistema no provoca fricción y por ende el desgaste es mucho menos.
Imagen: picture-alliance/AP/Yomiuri Shimbun
Al aeropuerto, por favor... ¡pero rápido!
El Transrapid de Shanghái es actualmente el tren en funcionamiento más rápido del mundo. Utiliza la misma tecnología de suspensión magnética que el Maglev japonés y puede llegar a una velocidad de 430 km/h. El tren transporta pasajeros desde las afueras de Shanghái hasta el aeropuerto en un recorrido de 30,5 kilómetros en sólo ocho minutos.
Imagen: picture-alliance/dpa
Invento alemán
El modelo del tren de Shanghái proviene de Siemens y ThyssenKrupp desde Alemania. Una de las primeras pruebas en 1983 se realizó en Emsland. En Alemania hubo varias propuestas de rutas de suspensión magnética, pero ninguno de ellos se impuso políticamente. La razón principal: el ferrocarril clásico se impuso. Con las ruedas sobre los carriles, sí, pero también a gran velocidad.
Imagen: picture-alliance/dpa
ICE en lugar de suspensión magnética
Alemania apuesta por el tren ICE Velaro de alta velocidad de Siemens. Este se ha podido adaptar fácilmente a los carriles del ferrocarril existentes. El ICE estableció un record de velocidad en 1988 con 406,9 km/h. Normalmente, su velocidad punta es de300 km/h. Los trenes Velaro son actualmente un éxito de exportación y ya se pueden ver en España, China, Rusia, Gran Bretaña y Turquía.
Imagen: imago/imagebroker
De Beijing a Shanghái a 380 km por hora
Los trenes Velaro no tienen locomotora, sino unidades de motor en todos sus ejes. El Harmony CRH 380A es el modelo más rápido de todos y funciona en China. En una prueba en 2010, el tren alcanzó la velocidad de 486 kilómetros por hora. Los viajeros entre Beijing y Shanghái se sienten satisfechos de viajar a una velocidad de 380 km por hora.
Imagen: imago/UPI Photo
La madre de todos los alta velocidad
El más rápido de todos los trenes tradicionales sigue siendo el TGV francés (Train à Grande Vitesse). Entró en servicio en 1981. Su última versión, el AGV 2007, llegó incluso a los 574 km/h. Por lo general, los trenes van a 320 km/h. Los trenes de TGV son usados en Alemania, Bélgica, Gran Bretaña, Italia y Suiza.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Sasso
Japón, el pionero
Incluso antes de Francia, Japón puso en operación un tren bala. En los Juegos Olímpicos de 1964 en Tokio, el primer modelo de tren bala ya realizaba un recorrido a 210 km/h. Actualmente, los trenes llegan hasta 320 km/h en su funcionamiento habitual.
Imagen: cc-by-sa/D A J Fossett
La velocidad no lo es todo
Desde el año 2017, el ferrocarril alemán Deutsche Bahn tendrá un nuevo tren: el ICE 4. Tiene doce vagones, con un total de 830 asientos, y una longitud de 350 metros. Sin embargo, que el tren sea más nuevo no significa que sea más rápido. El ICE 4 irá a una velocidad de 250 km/h, pero ahorrará más energía.