¿De dónde viene el árbol de Navidad?
18 de diciembre de 2014En Alemania hay un claro favorito entre los árboles de Navidad, y ese es el abeto del Cáucaso, o abeto de Nordmann, cuyos ejemplares conforman un 90 por ciento de todas las ventas de árboles de Navidad en Alemania. La razón: sus agujas no caen fácilmente cuando el árbol se seca. Este ejemplar es cultivado y cosechado en Alemania, pero sus semillas se importan de Georgia.
Además del abeto del Cáucaso, aquí también se usan los abetos falsos o abetos de Noruega y, en un porcentaje algo menor, los pinos. Según explicó Simon Keelan, del Jardín Botánico de la Universidad de Bonn, a Deutsche Welle, “los abetos falsos no tenían su hábitat natural en Alemania, sino que eran traídos de Prusia.” El experto organiza desde hace muchos años una “acción de árboles de Navidad”. En la región del Eifel, en un parque natural cercano a Bonn, se cortan abetos de un bosque mixto para que los árboles frondosos puedan crecer en libertad. Otros abetos provienen de reservas naturales que fueron renaturalizadas.
¿Árboles de Navidad vs. alimentos?
Lo que ahora se hace en el Eifel era algo común hasta los años 80, es decir que los abetos eran un subproducto de la industria forestal. Pero, actualmente, estos crecen en plantaciones especiales de árboles destinados a decorar los hogares en Navidad, en grandes superficies dentro y fuera de los bosques. A pesar de que se utilizan abonos y pesticidas, como en cualquier otro cultivo, dichas superficies se consideran en muchos Estados de Alemania superficie boscosa, y no de cultivo. Según Simon Keelan, “cabe preguntarse si es necesario utilizar tierras aptas para el cultivo para plantar árboles de Navidad, si, en realidad, allí podría producirse alimento o forraje.”
Trabajo arriesgado
Para obtener las semillas del abeto del Cáucaso, los trabajadores tienen que recoger los conos a 60 metros de altura, a menudo, sin equipo de seguridad. Ganan muy poco para semejante riesgo: su salario no supera los 2.200 euros por año. Pero la solución existe, y se llama “Comercio justo”. La tendencia a pagar más por productos del comercio justo crece en Alemania. En 2013, los alemanes compraron productos certificados del comercio justo por un valor de más de 500 millones de euros, es decir, un 23 por ciento más que el año anterior, según informa la organización Fair Trade. Los árboles provenientes del comercio justo están a la venta en Alemania desde 2012. Las semillas provienen de “Fairtree”, una organización fundada en 2007 por una comerciante danesa de abetos, Marianne Bols. Los comerciantes pagan 1,25 euros por un certificado adhesivo que garantiza el origen justo, de los cuales 67,5 céntimos van a parar a proyectos sociales en la región de origen del abeto del Cáucaso. “Fairtree” compra equipos de seguridad para los trabajadores georgianos y les paga un seguro por accidente, todo “con una pequeña suma que casi todos pueden permitirse pagar, y que para los habitantes de esa región en Georgia es una enorme ayuda”, dijo Marianne Bols en entrevista con Deutsche Welle.
En 2013 se vendieron en Alemania más de 80.000 árboles de Navidad provenientes del comercio justo. Con solo un uno por ciento de participación en el mercado, “Fairtrees” sigue siendo, sin embargo, un nicho de mercado. Pero Marianne Bols es optimista: “Nuestra propuesta llega a cada vez más consumidores. Si aumenta la demanda de árboles de Navidad del comercio justo, cada vez más arboricultores se unirán al proyecto”. Bols pronostica una participación de mercado de un 10 por ciento para “Fairtrees” en los próximos años.