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De Pie: ¿qué busca el nuevo movimiento de izquierda alemán?

4 de septiembre de 2018

A inicios de agosto se presentó en línea, a través del sitio web "aufstehen.de". El proyecto de la conocida política de izquierda Sahra Wagenknecht arrancó ya, oficialmente, en el mundo analógico.

Deutschland | PK Vorstellung der linksgerichteten Sammelbewegung #Aufstehen
Imagen: picture-alliance/dpa/K. Nietfeld

"En el fondo de cada comienzo hay un hechizo", escribió el Premio Nobel alemán Hermann Hesse. Si esta poética aplica también al movimiento de izquierda "aufstehen" es, en últimas, una cuestión de posición y simpatía. En cualquier caso, la iniciativa ha hecho lo necesario para que muchos sientan, al menos, curiosidad. Ya a principios de año, los rumores recorrían medios clásicos y redes sociales: un grupo en torno Sahra Wagenknecht estaba organizando un nuevo movimiento.

La jefa del grupo parlamentario del partido La Izquierda en el Bundestag alemán se aseguró de mantener la tensión. Durante mucho tiempo, se dijo que el proyecto debía arrancar en el verano. Finalmente, sin embargo, Wagenknecht fijó fecha para septiembre. A partir de ese momento, hubo especulaciones sobre posibles partidarios. La propia Wagenknecht se mantuvo en silencio. No obstante, comenzaron a aparecer nombres, que algunos laboriosos periodistas habrían oído.

Adivinanzas sobre posibles partidarios

Gregor Gysi, ícono de la izquierda alemana, no era uno de ellos. Al contrario: en entrevista con DW, desaconsejó la fundación de tal movimiento a su sucesora al frente del grupo parlamentario de La Izquierda. Algo así no puede organizarse "desde arriba", sino que debe surgir desde abajo. "Y luego puedes darle al conjunto una orientación, una forma de organización, desde arriba". Sin embargo, Wagenknecht optó por la ruta opuesta e insinuó que se hallaba en conversaciones con muchas personas.

"Tras pensarlo cuidadosamente", el cantautor Konstantin Wecker rechazó involucrarse en el movimiento de Wagenknecht.Imagen: picture-alliance/dpa/G. Wendt

Se barajaron nombres como el del cantautor Konstantin Wecker y el del político social Rudolf Dreßler. Wecker (de 71 años) confirmó en agosto al diario berlinés "Tagesspiegel" que, "tras pensarlo cuidadosamente", no se involucraría.

Dreßler (otro veterano, de 78 años) apeló por su parte, en el "Neue Presse" de Chemnitz, a sus copartidarios socialdemócratas, golpeados por múltiples derrotas electorales, a abrirse a este nuevo movimiento: en su opinión, "la única oportunidad" para que el partido socialdemócrata alemán (SPD) pueda volver a aspirar al poder.

"Queremos presionar a los partidos"

Se supone que "aufstehen" –que puede traducirse al español como “De Pie”, “Alzarse”, “Levantarse”- no se convierta en partido político. "Queremos presionar a los partidos", se lee en su sitio web. Así que se trata de apoyar, en consecuencia, "a aquellos que pelean por nuestros objetivos al interior de los partidos". Los objetivos del movimiento, en resumen: salarios más altos, buenas pensiones y servicios de asistencia, impuestos justos, una mejor política ambiental, desarme y política de distensión.

Todos estos objetivos también se encuentran en los programas de La Izquierda, Los Verdes y los socialdemócratas. Tres partidos que no han logrado, en la última década, "forjar una alianza confiable y, con un contraconcepto político, provocar un cambio de poder en Alemania", alega el sitio web de "De Pie".

Trío rojo-rojo-verde

Imagen: Imago/C. Ohde

Por otra parte, el movimiento se desmarca explícitamente del resto de los partidos representados en el Bundestag. Los populistas de derecha xenófoba y euroescéptica de Alternativa para Alemania (AfD) incitan al odio contra los más débiles y quieren recortar los salarios y las jubilaciones. Los conservadores democristianos (CDU) de Ángela Merkel, sus parientes sociocristianos bávaros (CSU) y los liberales (FDP) "hacen de todos modos política para las empresas y los súper ricos".

No tienen voluntad de cambiar nada. Y la esperanza de que algo se pueda cambiar aún, es la fuente principal de la política de izquierda: "Con esa esperanza contamos", dicen desde "De Pie".

Pero, ¿quiénes integran este "nosotros", además de Sahra Wagenknecht? Su esposo, el expolítico socialdemócrata Oskar Lafontaine, es parte del movimiento. En el semanario "Der Spiegel", en paralelo con la presentación online de agosto, un trío rojo-rojo-verde se declaró también seguidor: los parlamentarios Sevim Dağdelen (La Izquierda) y Marco Bülow (SPD), así como la expolítica verde Antje Vollmar. También el folletín cultural del diario "Die Zeit" dio a conocer que se ha formado un círculo de artistas e intelectuales en torno a Wagenknecht. Entre ellos se hallan el escritor Eugen Ruge y el actor Sebastian Schwarz.

"Formulario de participación" en línea

En la página web se hallan registrados partidarios de todos los grupos poblacionales: Karl-Heinz (economista de Internet), Nada (periodista), Barbara (activista por los derechos de los animales), Rene (DJ), Rolf (jubilado) o Victoria (escolar).

Casi 12.000 seguidores habían abonado la cuenta de "aufstehen" hasta finales de agosto en la red social Twitter. Además, se puede completar el "formulario de participación" en línea y, con un solo clic, seleccionar áreas de interés como "empleos seguros y salarios más altos", "democracia real" o "justicia global". Quien no encuentre algo adecuado, tiene la oportunidad de nombrarlo.

¿Cómo sigue la historia? Este 4 de septiembre, Sahra Wagenknecht ha pasado de la Red de redes al mundo analógico, insistiendo en que “De Pie” no se ve a sí mismo como un nuevo partido, sino como una alianza que quiere alcanzar nuevas mayorías en Alemania: "No quiero hacer política de oposición permanentemente", declaró. Su objetivo a mediano plazo: fijar el rumbo de un Gobierno de izquierdas.

El movimiento tuvo su primer cara a cara con la prensa en la simbólica Bundespressekonferenz, la sede de las conferencias de prensa federales, en el barrio gubernamental de Berlín. Allí donde los portavoces de la canciller Angela Merkel responden, tres veces por semana, a las preguntas de los periodistas nacionales e internacionales radicados en Berlín. 

Como refuerzo, Wagenknecht estuvo acompañada por el exlíder de Los Verdes Ludger Volmer, la alcaldesa socialdemócrata de Flensburgo Simone Lange y el dramaturgo Bernd Stegemann.

Imagen: picture-alliance/dpa/B. v. Jutrcenka

"Queremos descubrir nuevos talentos"

Al proyecto "De Pie" le toca ahora despegar. "Queremos conquistar Internet y la calle", afirman en la web. "Queremos sacudir la política a través de campañas populares". Animan a sus seguidores a hablar con vecinos, colegas y familiares, y apoyar las demandas del movimiento con "ideas ingeniosas".

Lo que cuenta: "aquello que nos une, ya sea en un partido o no". Las viejas divisiones deben ser superadas. "Queremos descubrir nuevos talentos", aseguran. Un talento ya conocido en la política alemana parece, sin embargo, perdido desde el comienzo para el movimiento izquierdista: Kevin Kühnert, presidente de la Juso, la organización juvenil de los socialdemócratas, que se opuso con fuerza a la continuidad de la gran coalición que ha gobernado el país en los dos últimos períodos legislativos.

Escepticismo a largo plazo

Kühnert, de 29 años, observa con escepticismo a personas que han estado en la política durante muchos años y, "de repente, quieren fundar un movimiento con precisión militar", según declaró a "Die Zeit". Se refiere, por supuesto, a Sahra Wagenknecht y su pareja, Oskar Lafontaine, quien fue presidente del SPD en la década de 1990 y, tras su cambio a La Izquierda, dirigió también temporalmente este partido. Pero la pareja no parece interesada en la joven estrella política Kühnert. Ni él ni su organización juvenil han sido contactados, "ni por la señora Wagenknecht, ni por nadie más entre los iniciadores".

El movimiento ni siquiera ha tocado a la puerta de Kevin Kühnert.Imagen: picture-alliance/dpa/M. Kappeler

¿Temor al contacto? ¿Competitividad? O será, en últimas, la continuación de un fenómeno repetitivo en la relación entre el SPD, La Izquierda y Los Verdes alemanes, que el sociólogo Dieter Rucht ha explicado así: "En lugar de luchar por objetivos comunes, se han combatido entre sí". El investigador de protestas y movimientos duda que "De Pie" logre perdurar a largo plazo.

A corto plazo, las posibilidades de éxito son buenas, "porque hay mucha información al respecto y porque la plataforma puede reunir a muchas personas insatisfechas", considera el experto. Pero a la larga, perecerá o aspirará a convertirse en partido. Será también interesante ver cómo el proyecto de Wagenknecht se desmarcará de los populistas de derecha en asuntos fundamentales.

Rucht ve una cercanía entre ambas corrientes, "especialmente en temas sociales y en la actitud hacia la migración". De hecho, Wagenknecht está en contra de las fronteras abiertas para todos. Con su actitud, se ha enfrentado a la mayoría en su partido, lo que no es precisamente un buen augurio para "De Pie".

Autor: Marcel Fürstenau (rml/ers)

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Habla Sahra Wagenknecht

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