¿Persiguieron a Evo Morales y al MAS los jueces antes acusados de subordinárseles? ¿Los mismos que hoy revisan aquellos procesos y activan otros contra el Ejecutivo saliente? ¿Es independiente la Justicia en Bolivia?
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“El MAS me inicia juicios. Soy inocente de sus acusaciones, sólo pido una investigación imparcial. Voy a defenderme y lo haré desde Bolivia. Me debo a las familias bolivianas, por ellas hicimos los bonos, controlamos el virus y sostuvimos la democracia, aquí estoy y doy la cara.”
También en Twitter, Áñez, considerada “presidenta de facto” por el expresidente Evo Morales y el MAS, se niega a desconocer las elecciones del pasado 18 de octubre, como piden algunos bolivianos. El ahora presidente electo, Luis Arce, y su partido, el MAS, resultaron cómodamente vencedores en unos comicios calificados de trasparentes por autoridades nacionales y observadores internacionales, recuerda la presidenta.
El dilema, ahora que el MAS vuelve al poder con Arce, ya no es la legitimidad de las elecciones, sino -como bajo el mandato de Evo Morales o el de la propia Áñez- la independencia de la Justicia boliviana. ¿Cómo se explican los giros que ha dado este último año?
Particularidad boliviana: las elecciones judiciales
“Toda la cabeza del aparato judicial boliviano es elegida por sufragio universal”, cada seis años, explica a DW la politóloga boliviana Moira Zuazo, investigadora asociada de la Universidad Libre de Berlín. Y se refiere al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al Tribunal Agroambiental (TA), al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) y al Tribunal Supremo Electoral (TSE); además de al Consejo de la Magistratura, responsable de la disciplina dentro de todo el aparato judicial.
Por diseño constitucional, los candidatos a altos magistrados de estos principales órganos judiciales del país son preseleccionados por la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP). Por dos tercios de sus miembros presentes, precisa Zuazo.
Y esto se une con una correlación de fuerzas que marcó una coyuntura política muy específica en la Bolivia de estos últimos años, donde “un solo partido ha tenido el control de dos tercios del Parlamento”, señala por su parte Jonas Wolff, politólogo del Instituto de Investigación de la Paz de Fráncfort, especializado en la región andina.
Gracias a este tan marcado peso del voto popular, que no ha sido común en otras democracias, el MAS estuvo en condiciones de “poner jueces” cercanos al partido al frente de todo el sistema de Justicia en Bolivia, dice Wolff.
“Subordinación de la Justicia y judicialización de la política”
El país ha vivido hasta ahora dos elecciones judiciales, en 2011 y 2017. Y es en estas últimas donde el MAS, con mayoría calificada de dos tercios, consiguió designar a la cúpula de todo el sistema que hoy imparte Justicia en Bolivia y que no vuelve a someterse a elecciones sino hasta 2023, precisa Zuazo.
Ello propició “un proceso creciente de subordinación de la Justicia al Ejecutivo y de judicialización de la política”, sostiene esta politóloga boliviana radicada en Berlín. Y recuerda “numerosos casos” que acabaron en encarcelamientos de políticos o, eventualmente, la muerte de algún procesado, durante el Gobierno de Morales.
El cambio político que vivió el país en 2019, “con la renuncia forzada de Evo Morales y el Gobierno del MAS, fue un cambio en el Ejecutivo, con algún impacto en la cúpula de las Fuerzas Armadas. Pero los poderes legislativo y judicial, básicamente, se mantuvieron”, insiste también Wolff.
No se disolvió la ALP -el Parlamento boliviano, donde el MAS conservó su mayoría de dos tercios en ambas cámaras. Ni se reestructuró el poder judicial, con la excepción de la renovación concertada del Tribunal Supremo Electoral.
Al interior de ese aparato de Justicia heredado, ha habido algunos cambios tras la renuncia de Evo Morales. Por ejemplo, en la presidencia del Tribunal Supremo de Justicia: a fines de junio, asumió Olvis Egüez, pese a la negativa a renunciar de María Cristina Díaz, a quienes ocho magistrados habían retirado su confianza. Díaz ejercía desde noviembre, tras la renuncia de José Antonio Revilla. No obstante, en todos los casos, eran magistrados elegidos en 2017, insiste Zuazo.
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Procesos contra el MAS: ¿para comprar tiempo?
Como sea, y pese a la continuidad del personal que conduce el aparato de Justicia, “sí se han observado claros cambios de posturas: por ejemplo, hubiera sido imposible pensar en un proceso judicial contra Evo Morales antes de su renuncia”, ilustra Wolff. Y llegó un punto en el que no solo el MAS, sino también organizaciones internacionales como Human Right Watch (HRW) denunció la persecución política de partidarios de Morales por la vía judicial. Lo mismo que ahora ha comenzado a denunciar el Gobierno saliente.
En un año, sin embargo, los múltiples procesos abiertos contra Evo Morales y otros correligionarios del MAS “no avanzaron”, notan ambos expertos. Y ahora pareciera que comienzan a desmontarse. ¿Se abrieron para “comprar tiempo” y observar la evolución de crisis política boliviana?
La pregunta estaba en el aire mientras el fiscal general, Juan Lanchipa, un juez cercano al MAS que abría procesos contra el MAS, era señalado por el Gobierno interino por supuesto “uso indebido de influencias” u “obstaculización de la Justicia”.
Lanchipa, elegido por los dos tercios masistas del Parlamento en 2018 y cuya gestión debe extenderse hasta 2024, se defendió alegando que el Gobierno de Áñez pretendía frenar la investigación de otros casos de corrupción, que no implicaban al MAS sino a la gestión de la actual pandemia de coronavirus por parte de los nuevos funcionarios interinos.
¿Habrá juicio contra Áñez?
El poder judicial boliviano parecería adaptarse, una y otra vez, "a las nuevas coyunturas políticas", evalúa el politólogo alemán Wolff. A la presión de la opinión pública, que puede traducirse también en voto popular. O a la de cada nuevo Ejecutivo, incluso de uno como el de Añez, originalmente débil por ser transitorio, además de por su falta de representación en el parlamento y por la polémica legitimidad con que se instauró.
O a la presión de la incertidumbre que generó la perspectiva de un posible cambio de escenario político, hoy ligeramente materializado, agrega la boliviana Zuazo. Y remite al resultado de las elecciones del 18 de octubre: el MAS sigue dominando la ALP, pero ya no con una mayoría de dos tercios, sino con poco menos del 60 por ciento en ambas cámaras.
“Los candidatos que se presenten a las elecciones judiciales de 2023 tendrían que ser candidatos que reúnan un cierto consenso, porque tienen que tener dos tercios para ser designados como candidatos por el Parlamento”, prevé Zuazo. ¿Una razón para que los jueces piensen en su “futuro profesional”? Quizás.
¿Veremos, entonces, un juicio contra Añez? “Yo creo que sí va a haber un proceso y va a haber probablemente un proceso que tenga un avance relativamente rápido”, dice Zuazo, en obvia comparación con los procesos impulsados contra Morales y sus partidarios, y concluye: “La pregunta es hasta qué punto vamos a ver un proceso que respete las leyes”.
Bolivia: hitos de una crisis política
Tras renunciar Evo Morales, en medio de protestas contra un presunto fraude electoral y tras perder apoyo militar, Bolivia vivió casi un año de crisis y transición hacia lo que se perfila como un nuevo gobierno del MAS.
Imagen: Ueslei Marcelino/Reuters
Dijeron que no, pero...
La crisis se propició tres años antes. El 21 de febrero de 2016 se realizó un referéndum constitucional en Bolivia para evaluar una modificación a la Carta Magna, que permitiera al jefe de Estado reelegirse en dos ocasiones sucesivas. El "No" ganó con el 51,3 % de los votos, lo que significaba que Evo Morales quedaba imposibilitado de competir en las presidenciales de 2019. No obstante, compitió.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Bolivia's Communication Ministry/R. Martinez
Derecho humano a ser candidato
Morales argumentó ante la Justicia que si no podía competir en las elecciones se coartaba el "derecho humano" de todo ciudadano a elegir y ser electo. El Tribunal Constitucional dio por buena esta premisa y Morales inscribió su candidatura ante el Tribunal Supremo Electoral en diciembre de 2018. Las protestas opositoras no se hicieron esperar.
Imagen: Reuters/D. Mercado
Carlos Mesa vuelve al ruedo
Carlos Mesa, expresidente del país y una de las voces más críticas con Morales, dijo que la decisión de la Justicia era una "herida de muerte a la democracia". Otros opositores incluso hablaron de un "golpe de Estado" institucional y del comienzo de una "dictadura". El 6 de octubre de 2018, Mesa anunció que enfrentaría a Morales en las elecciones e inscribió su candidatura en noviembre de ese año.
Imagen: AFP/A. Raldes
Un giro sorpresivo
Finalmente, el 20 de octubre de 2019 se realizaron las elecciones generales. El 88,31 % de los votantes participó del proceso, cuyos resultados se fueron entregando a cuentagotas, lo que despertó sospechas en la oposición y en organismos internacionales. En un comienzo, Morales no logró los votos necesarios para ganar en primera vuelta, pero un giro sorpresivo le dio finalmente el triunfo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Karita
Triunfo estrecho
Tras varios días, se entregaron por fin los resultados definitivos: Morales obtuvo el 47,08 %, contra el 36,51 % de Carlos Mesa. Con esas cifras, el mandatario superaba por más de 10 puntos a su principal rival y cumplía con la norma que da el triunfo en primera ronda a quien venza por esa cantidad de votos a su más cercano perseguidor. La oposición acusó fraude y salió a las calles.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Karita
Llamados a manifestaciones
Carlos Mesa llamó a sus seguidores a defender los votos y forzar la realización de una segunda vuelta. "Todos nosotros tenemos que estar decididos, sin ningún tipo de reparo, a salir a la calle para demostrar que no aceptamos el fraude", dijo el exmandatario. Las protestas y los enfrentamientos comenzaron poco después de las elecciones, y fueron ganando violencia con el paso de los días.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
La rabia no cede
El gobierno de Evo Morales y la OEA acordaron la realización de una auditoría, una medida que no aplacó la rabia en la calle. Poco después, el jefe de la misión de la OEA renunció y las protestas arreciaron nuevamente en distintas ciudades del país. Al 9 de noviembre se contaban 3 muertos y casi 350 heridos, en un ambiente de creciente polarización.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
Surgen nuevos líderes
A la figura de Carlos Mesa se sumaron otros liderazgos. Quizás el más convocante fue el de Luis Fernando Camacho, líder del comité cívico de Santa Cruz. Camacho logró convocar a distintas organizaciones para pedir la renuncia de Morales. "Nosotros hemos asumido una posición totalmente ciudadana. No queremos segunda vuelta, queremos un nuevo proceso eleccionario", exigía Camacho.
Imagen: Getty Images/AFP/D. Walker
Rebelión policial
Al ya agitado ambiente se sumaron la noche del viernes 8 de noviembre de 2019 los policías, que en distintas regiones del país se amotinaron. Un agente dijo a la prensa que "no podemos seguir con este narco-gobierno, con esta democracia injusta". Si bien el Gobierno dijo que no desplegaría militares para enfrentar la rebelión, Evo Morales sí denunció que había un golpe de Estado "en marcha".
Imagen: Reuters/L. Gonzalez
Renuncia
El 10 de noviembre de 2019, tras 14 años en el poder, Evo Morales renunció. La presión de las protestas, y la pérdida del apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía, apuraron su decisión. Morales aseguró que su salida fue causada por un "golpe de Estado". Los disturbios se extendieron en varias ciudades tras su renuncia, con incendios, saqueos y ataques a viviendas como la del propio exmandatario.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Karita
México concede asilo político a Evo Morales
Tras la renuncia de Morales, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó en rueda de prensa que el político boliviano había aceptado la oferta de asilo ofrecida por México. Ebrard expresó que México "ha decidido conceder asilo por razones humanitarias" a Morales "en virtud de la urgencia que afronta en Bolivia, donde su vida e integridad corren peligro".
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Granados
Presidenta interina
El 12 de noviembre, la senadora Jeanine Áñez fue proclamada nueva presidenta interina de Bolivia. Tras la renuncia de todos los que constitucionalmente podían suceder a Morales, la abogada de 52 años pasó de segunda vicepresidenta a presidenta del Senado, accediendo así a la vía sucesoria. Desde México, Morales aseguró que este era "el golpe más artero y nefasto de la historia" de su país.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Karita
De México a Cuba, y a Argentina
En diciembre de 2019, el exmandatario boliviano viajó a Argentina en un operativo secreto, para ser acogido como refugiado, con la condición -luego incumplida- de no hacer declaraciones políticas. Morales viajó a Buenos Aires desde Cuba, donde se hizo un chequeo médico. Lo acompañaron el exvicepresidente Álvaro García Linera, la exministra de Salud Gabriela Montaño y el excanciller Diego Pary.
Imagen: picture alliance/ZUMA Wire/M. Ramos
Incendios, pandemia, corrupción, denuncias contra Morales
Entre cambios drásticos en política exterior, acusaciones de persecución a partidarios del MAS, escándalos de corrupción en el manejo de la pandemia de COVID-19, declaración de desastre nacional por incendios forestales, denuncias contra Evo Morales por "estupro", "asesinatos y torturas", Áñez llegó a cumplir su tarea como presidenta interina: el llamado a nuevas elecciones, pospuesto dos veces.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. P. d. Carpio
Nuevas elecciones, casi un año después
Tras dos fechas pospuestas, por la pandemia mundial de coronavirus, el electorado boliviano votó finalmente en nuevas elecciones este 18 de octubre de 2020, para elegir otro presidente y vicepresidente. Casi un año después de la renuncia de Evo Morales, que el exmandatario aún achaca a un "golpe", los bolivianos eligieron también a 130 diputados y 36 senadores, para renovar el Congreso bicameral.
Imagen: Martin Mejia/AP Photo/picture-alliance
Arce celebra el retorno del MAS, a boca de urna
Pasada la medianoche de la jornada electoral, se conoció que las encuestas a boca de urna otorgan más del 50 % de los votos al candidato del MAS, Luis Arce. Le seguirían Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, con más del 30%, y Luis Fernando Camacho, de Creemos, con alrededor del 14 %. Arce celebró en La Paz un triunfo que dio por seguro, mientras el recuento oficial iba por alrededor del 7%.
Imagen: Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images
Evo: "Tarde o temprano vamos a volver"
Evo Morales, que dirigió desde Argentina la campaña electoral del MAS, también celebró el triunfo. "Tarde o temprano vamos a volver" a Bolivia, afirmó. Sin embargo, dirigentes del MAS como la presidenta del Senado y la Asamblea Legislativa de Bolivia, Eva Copa, manifestaron que aún "no es el momento adecuado" para su regreso, porque Morales todavía tiene "problemas que solucionar".
Imagen: Manuel Cortina/NurPhoto/picture-alliance
Mesa será "cabeza de oposición"
Con el recuento oficial de votos aún en curso, Carlos Mesa, líder y candidato presidencial de Comunidad Ciudadana, compareció en La Paz ante los medios, para reconocer que los sondeos a boca de urna auguran un "claro triunfador en primera vuelta": el exministro Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS). Comunidad Ciudadana ejercerá de "cabeza de la oposición", informó en Twitter.
Imagen: Luis Gandarillas/AFP/Getty Images
Presidenta interina felicita y pide esperar resultados oficiales
También la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, que había retirado su candidatura tras verse relegada en las encuestas, reconoció que (aún sin el cómputo oficial) la victoria del MAS parece segura. Felicitó a sus candidatos, pidiéndoles "gobernar pensando el Bolivia y en la democracia". A los ciudadanos y partidos, les pidió "paciencia" y "madurez" para esperar los resultados oficiales.
Imagen: Presidencia de Bolivia/AFP/Getty Images
Felicitaciones de Trump, Maduro, la OEA, la UE y la ONU
Los principales aliados regionales del expresidente Evo Morales -los presidentes de Venezuela, Cuba, Nicaragua, México, y Argentina- fueron los primeros en celebrar el retorno del MAS al poder en Bolivia. Pero también EE. UU., la OEA, la UE y la ONU felicitaron al virtual futuro presidente, Luis Arce. Washington anunció su disposición de trabajar con el nuevo gobierno.