1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

¿Podría Alemania suplir el gas ruso?

28 de marzo de 2022

Putin está invadiendo Ucrania y Europa le sigue comprando energía, sobre todo gas. Entre expertos hay un duro debate sobre los pro y contra de una prohibición. ¿Cuál es el límite de la vulnerabilidad de Alemania?

Símbolo del gas ruso: una tubería en la frontera con Ucrania.
Imagen: epa Maxim Shipenkov/dpa/picture alliance

¿Qué más hacer para hacer detener la guerra de Rusia en Ucrania? Mientras Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá han prohibido parcialmente las importaciones de energía de Rusia, la situación de Europa es diferente. Se calcula que sólo Alemania le paga cientos millones de euros diariamente a Rusia por el suministro de energía. La razón: el Gobierno alemán cree que una interrupción inmediata de los suministros de energía de Rusia sería muy perjudicial para la economía alemana. La magnitud de los daños para la economía y la posibilidad de que Alemania pueda prescindir de la energía rusaes objeto de un candente debate entre los expertos.

Frenar la importación sería "manejable"

En marzo, un grupo de expertos de la Academia Nacional de Ciencias Leopoldina dijo que los efectos de una interrupción a corto plazo del suministro de gas natural procedente de Rusia serían "manejables" para la economía alemana.

El economista Rüdiger Bachmann, de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos), declaró al respecto al diario Tagesspiegel que un embargo de gas en Alemania sería absolutamente posible. Sin embargo, según ese análisis, una interrupción de las importaciones de gas ruso causaría un desplome de hasta un 3% del Producto Interno Bruto PIB) del país. La pandemia causó una caída del PIB de casi un 5%. Bachmann señala que el valor agregado bruto de los sectores que se cerraron durante la crisis del coronavirus no es menor que el de los sectores ahora afectados, sobre todo, los de la industria química.

El ministro alemán de Economía, Robert Habeck (izqda.), está haciendo todo lo posible para que el suministro de energía de Alemania sea independiente de Rusia. Recientemente viajó a Catar para esto.Imagen: Bernd von Jutrczenka/dpa/picture alliance

Advertencias de la industria

Desde ese sector se adviertió rápidamente que podría haber pérdidas masivas de puestos de trabajo, según el Sindicato de Minería, Química y Energía IG. Eso sucedería si no se contara con otra alternativa.

La industria siderúrgica también expresa su temor: "Sin el gas natural de Rusia, la producción de acero no sería posible en este momento", declaró la Asociación Económica del Acero de Alemania. Ese material el fundamental en casi todas las cadenas de valor industrial. Así pues, una interrupción de las importaciones podría provocar paros en la producción de la industria siderúrgica, y también una caída de la producción industrial en Alemania y la UE.

Los empresarios de la industria metalúrgica y eléctrica también alertan acerca de un embargo de gas ruso. Según el director general de la asociación industrial Gesamtmetall, Oliver Zander, "habría paradas de producción en muchos sectores en muy poco tiempo", por ejemplo, en las industrias alimentaria, cárnica y química.

¿Peligro para sectores enteros de la industria?

El economista Bachmann considera, empero, que un freno de la producción sería soportable porque los productos de la industria química son sustituibles.

Sin embargo, Michael Hüther, del Instituto de la Economía Alemana, con sede en Colonia, cree que esa mirada es cortoplacista. En una entrevista con Tagesspiegel señala que la producción alemana de productos químicos básicos está estrechamente entrelazada con otras cadenas de producción industrial. "Si cerramos el sector químico durante un año y medio, como ocurriría con un embargo de gas, eso significaría decir adiós a la producción de materiales básicos en Alemania", afirma Hüther.

Con una reducción del 50 por ciento del gas ruso, el emplazamiento químico más grande del mundo, en Ludwigshafen, tendría que dejar de producir, según el Sindicato de Minería, Química y Energía IG.Imagen: Ronald Wittek/dpa/picture alliance

De acuerdo a Moritz Schularick, economista de la Universidad de Bonn, un cese de las importaciones de gas sería soportable. El PIB podría caer entre un 0,5% y un 3%, estima.

Según Schularick, las restricciones en el consumo de gas podrían ayudar a prescindir del gas ruso, por ejemplo, mediante la reducción de las temperaturas de calefacción, la renovación de los edificios y una mayor eficiencia.

La Asociación Alemana de Industrias de Energía y Agua (BDEW) explica que el potencial de ahorro en los hogares es del 15% de la demanda de gas. En el sector comercial, del comercio y de los servicios, del 10%, y la industria podría aportar otro 8%. El mayor potencial de ahorro se encuentra en el suministro de electricidad: aquí podría ahorrarse el 36% del consumo de gas.

La prohibición podría provocar protestas sociales

Por otra parte, Achim Wambach, del Centro de Investigación Económica Europea (ZEW) de Mannheim, advierte: "Un embargo energético sería algo sin precedentes en la historia y tendría efectos considerables en la economía. Habría efectos sociopolíticos; basta recordar al movimiento de protesta de los 'chalecos amarillos' en Francia. Christoph M. Schmidt, Presidente del Instituto Leibniz de Investigación Económica, de Essen (RWI), también alerta sobre que, actualmente, es "casi imposible hacer afirmaciones fiables sobre la magnitud de las consecuencias económicas asociadas".

A pesar de las incertidumbres, el viernes 25.03.2022 un sinnúmero de antiguos y actuales altos representantes de la empresa, la política y la ciencia de Alemania y el extranjero firmaron un llamamiento público al Gobierno federal. Su demanda: "Detengamos la financiación de la guerra - ¡Paren inmediatamente las importaciones de petróleo y gas ruso!"

Imagen: Christian Ohde/Chromorange/picture alliance

¿Los políticos ya no escuchan a los economistas?

Schularick critica las decisiones políticas en el periódico económico Handelsblatt: "Los economistas llevan décadas dando consejos políticos basados en la evidencia. Y luego, a la hora de la verdad, se hace política según el instinto". Los políticos preguntan a las mismas asociaciones y empresas que les dijeron en los últimos diez años que la dependencia energética de Rusia no era ningún problema, dijo Schularick. "Los mismos que ahora dicen: 'No podemos alejarnos de los suministros energéticos de Rusia tan rápidamente'".

En ese sentido, el canciller alemán, Olaf Scholz, criticó a los economistas en el canal de televisión ARD por considerar "irresponsable elaborar unos modelos matemáticos que luego no funcionan". Pero los representantes empresariales saben muy bien que la realidad es otra, dice Schularick. El gas también debe poder llegar a donde se necesita. Sin embargo, las tuberías aún no están preparadas para esto. En Europa, muchos gasoductos en países de Europa del Este también están orientados hacia el suministro desde el este.

A largo plazo, Alemania quiere independizarse de Rusia

Alemania ya está haciendo grandes esfuerzos para, a largo plazo, reducir su dependencia de Rusia e impulsar la transición energética. Según el Ministerio de Economía alemán, las importaciones de petróleo ruso a Alemania se reducirán probablemente a la mitad antes del verano boreal. Al final del verano y hacia el otoño, Alemania podría prescindir por completo del carbón ruso, afirmó el ministro de Economía, Robert Habeck.

La cuota de suministro de gas ruso ya ha descendido del 55% al 40%. Pero independizarse del gas ruso no será posible sino hasta el verano de 2024, con excepción de algunos contingentes, dijo agregó Habeck. Sin embargo, eso también dependerá de la expansión de las energías renovables en Alemania, así como de una reducción constante del consumo a todos los niveles.

(jov/cp)