DW: ¿Cuál es su conclusión tras los tres debates? ¿Se pueden considerar todavía como discurso político o son más entretenimiento televisivo?

Frank Brettschneider: Fueron definitivamente los peores debates de televisión en la historia de Estados Unidos. Desde 1960 existen estos debates en televisión y tenían cierto nivel, a veces más y a veces menos. Pero nunca fueron tan mediocres como los dos primeros de este año.

Es preocupante, porque no es solo entretenimiento, sino que muestra un cambio radical en cuanto a comunicación y cultura políticas.

¿Es Trump el único responsable?

Hillary Clinton no es precisamente demasiado popular en su país, no es una candidata carismática. Pero por lo menos brilla por su conocimientos y experiencia. Trump, por otro lado, lo ha intentado todo para ganarse a los estadounidenses indignados, sobre todo blancos y sin mucha formación. Estos dudan mucho de los fundamentos de Estados Unidos.

Trump incluso deja pendiente si aceptará el resultados de las votaciones...

Así se pone de parte de los seguidores de las teorías conspirativas. Y hay muchos en los Estados Unidos. Dicen que todo el sistema es corrupto y la prensa está metida también. Trump lo hace, por un lado, para movilizar a los hombres blancos, pero no será suficiente. Por otro lado, quiere prevenir en caso de derrota. Puede imaginarse oyendo a Trump decir: “Yo he perdido“. Es un hombre que no quiere perder y que cree vehemente que no puede perder.  

Según las encuestas, Clinton es la ganadora de los tres debates. ¿Qué hizo mal Trump?

Yo discrepo un poco de las encuestas. Creo que Trump salió airoso en su primer duelo televisivo. Los dos tenían que hacer sobre todo una cosa: convencer a sus seguidores. Y ambos lo consiguieron. A una parte de los seguidores de Trump le gusta su comportamiento extravagante.

El segundo debate fue realmente una debacle. No se trató en absoluto de temas específicos, sino fue una salvaje disputa verbal. Ahora, en el tercero, estaban relativamente más centrados en los temas. El objetivo es otro. Ya no se trata de movilizar a sus propios seguidores, sino de convencer a los indecisos. Y Clinton lo hizo mejor.

¿Serán los duelos televisivos decisivos para el resultado electoral?

No, otras cosas fueron decisivas. Sobre todo, los comentarios machistas de Trump, especialmente el video y su posterior opinión al respecto. Esto le ha arrebatado muchas de las posibilidades de salir electo. ¿Por qué? Porque no hay casi mujeres en Estados Unidos que digan que es su candidato. Ni incluso las republicanas moderadas que tendrían que estar de su parte.

Clinton tiene ahora muchas posibilidades. Pero todavía faltan tres semanas hasta las elecciones.  Hasta entonces puede que se cometa alguna que otra metedura de pata.

El Prof. Dr. Frank Brettschneider es experto en comunicación política. Desde 2006 tiene la cátedra de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Hohenheim.

Autor: Peter Hille