Los escolares alemanes y su formación en guerra y desastres
29 de octubre de 2025
"Mi propuesta es que se dedique una doble hora de clase por año para que los alumnos mayores hablen sobre los diferentes tipos de amenazas y cómo prepararse para ellas”, señaló al diario Handelsblatt el ministro del Interior de Alemania, Alexander Dobrindt, de la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
Según Dobrindt, el comportamiento en caso de guerras y crisis debería formar parte de la vida cotidiana en las escuelas. También el canciller, Friedrich Merz, dijo hace poco: "No estamos en guerra, pero tampoco estamos ya en paz”, refiriéndose a la amenaza híbrida que representa Rusia, también en Alemania.
Muchos expertos consideran posible que el autócrata del Kremlin, Putin, ataque territorio de la OTAN antes de que termine la década. En tiempos de amenazas y de guerra contra Ucrania, Alemania quiere prepararse con más armamento y reforzar la defensa de la población civil.
"Para ser sincero, la guerra lleva mucho tiempo en las aulas”, comenta a DW Stefan Düll, presidente de la Asociación Alemana de Profesores (DL). "El señor Dobrindt dice que el tema de las crisis y las guerras es algo que debe abordarse en las escuelas, porque los jóvenes tienen derecho a mantener conversaciones abiertas y honestas sobre las cosas que pueden afectarlos.”
Cómo estar preparados sin perder la calma
Ensayar situaciones de crisis puede ser de ayuda. Manejar un extintor de incendios puede ser importante, pero también mantener la calma cuando se ayuda a un compañero herido o se realiza una reanimación cardiopulmonar.
Quentin Gärtner, secretario general de la Conferencia Federal de Escolares, dice a DW: "Lo único que conozco es la clásica alarma de incendios”, explica. "Pero sería sensato prepararse para escenarios de desastre". Uno simplemente se siente "más seguro cuando está preparado para una emergencia y sabe lo que realmente sucederá en tal caso", afirma.
Gärtner agrega que los simulacros de crisis y desastres también fomentan una sociedad resiliente, algo especialmente importante en tiempos de guerra. Tan importante, como mantener la calma en situaciones de crisis y reducir el estrés. El representante estudiantil también destaca un punto crucial: "Los servicios de trabajo social y psicología escolar deben acompañar esas clases”. No todos los estudiantes están preparados mentalmente para afrontarlas.
Opiniones divididas entre los políticos
En los partidos de la oposición ha habido reacciones contrapuestas a la propuesta. "Esto es claramente un intento de avivar el miedo”, declaró a la agencia AFP Nicole Gohlke, vicepresidenta del grupo parlamentario del partido La Izquierda en el Bundestag. "Considero inaceptable esta táctica de infundir miedo, especialmente entre niños y jóvenes”, criticó.
El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) habla de "una actitud de superioridad belicista, ahora también hacia los niños”. Según el experto en política interior de AfD Gottfried Curio, el ministro Dobrindt quiere "hacer que el tema de una guerra inminente parezca evidente por sí mismo, incluso inevitable".
Los Verdes, por el contrario, han mostrado su apoyo. El jefe del partido, Felix Banaszak, dijo a medios que "eso no es fomentar el pánico”. Y aclaró que no cree que dos horas de clase por año sea suficiente. Asimismo, aclaró, el Gobierno alemán solo puede hacer recomendaciones sobre los planes de estudio, ya que son los ministerios de Educación de los distintos estados federados los que deben tomar las decisiones.
El Gobierno federal planea aumentar considerablemente el gasto en protección civil y ayuda en casos de desastre. Ya ha destinado 10.000 millones de euros al Pacto de Protección Civil para 2029, por ejemplo, para modernizar refugios y sistemas de alerta, así como para la adquisición de fuentes públicas de suministro de agua y vehículos de rescate.
El ministro del Interior, Alexander Dobrindt, aboga explícitamente por que la población almacene provisiones. "No tiene nada de malo. No hace falta ser un preparacionista para entender que tener provisiones para unos días, una linterna, pilas o una radio de manivela es una medida de precaución sensata. Quienes tienen estas cosas no provocan pánico, sino que toman precauciones”, declaró Dobrindt al Handelsblatt.
Los ejemplos de Japón y Polonia
En Japón, la preparación para situaciones de crisis hace tiempo que forma parte del sistema educativo ante terremotos, huracanes y otras catástrofes naturales. Pero también por las constantes amenazas militares del dictador norcoreano Kim Jong-un. En Japón, el manejo de crisis empieza ya en el jardín de infantes. En las primarias y secundarias, los ejercicios son parte de la rutina. Todas las escuelas están equipadas con suministros de emergencia y material de primeros auxilios.
En Polonia, que limita directamente con Ucrania, la amenaza de Rusia se siente más directamente. Ahora el entrenamiento en seguridad con armas de fuego se ha vuelto obligatorio para alumnos de 14 a 15 años en las escuelas. Si bien no se utiliza munición real, los escolares practican el montaje, la carga y la descarga de armas de fuego, así como el disparo de láseres o cartuchos de fogueo.
En Alemania, un país de tendencia pacifista, este enfoque se recibe con gran escepticismo. "Los patios de recreo alemanes no son cuarteles”, advierte Stefan Düll, de la Asociación Alemana de Profesores. Aprender a disparar no es, desde luego, "tarea de las escuelas, sino de las fuerzas armadas”, señala. Para el representante estudiantil Quentin Gärtner, el enfoque polaco es simplemente inaceptable: "El entrenamiento con armas de fuego no forma parte, en absoluto, de una buena preparación ante desastres”.
(cp/ms)