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¿Deben temer las empresas una oleada de demandas climáticas?

1 de marzo de 2023

Muchas empresas producen enormes cantidades de CO2. Luego de que varias sentencias hayan obligado a los políticos de algunos países a hacer más para proteger el clima, hay cada vez más denuncias.

Torres y chimeneas de varias fábricas emitiendo humo.
Las acusaciones contra las empresas energéticas se basan en que conocían los riesgos climáticos desde hace tiempo y no se centraron en energías renovables.Imagen: Oliver Berg/dpa/picture alliance

Fabricantes de automóviles como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz y empresas energéticas como RWE y Wintershall Dea han tenido que responder ante los tribunales por contribuir al cambio climático. Hasta ahora, estas demandas en Alemania han discurrido de forma leve para las empresas.

En todo el mundo, cada vez son más las personas que intentan obtener por vía judicial mejores medidas para la protección del clima, y algunas exigen también indemnizaciones por los daños causados por el cambio climático. Según la London School of Economics, hasta la fecha se han presentado más de 2.000 denuncias en todo el mundo por este tema.

Algunas empresas impulsan el cambio climático

Aunque hasta ahora la mayoría de las demandas han sido contra gobiernos, últimamente cada vez hay más denuncias contra empresas, según la consultora EY. Y es que algunas compañías hacen más daño al clima que muchos Estados. Por ejemplo, más de un tercio de las emisiones mundiales de CO2 emitidas entre 1965 y 2018 fueron causadas por las 20 mayores corporaciones de petróleo, carbón y gas.

Sin embargo, no solo hay demandas contra empresas del sector de los combustibles fósiles, sino también contra compañías de los sectores del transporte, alimentación, agricultura, plásticos y finanzas, según Hengeler Müller, un bufete internacional especializado en derecho mercantil.

¿Hasta qué punto deben preocuparse las empresas?

Países Bajos, que tiene un sistema jurídico muy progresista en cuanto a denuncias climáticas, dictó la primera sentencia contra un gobierno y una gran compañía en mayo de 2021. Después de una demanda exitosa contra el Gobierno holandés para que hiciera más por la protección del clima, la petrolera británico-holandesa Royal Dutch Shell fue obligada a reducir en un 45 por ciento las emisiones de CO2 causadas por la venta de productos petrolíferos de Shell para 2030.

"La sentencia contra Shell es la primera que estima una demanda contra una empresa privada", afirma Marc-Philippe Weller, Director del Instituto de Derecho Extranjero e Internacional Privado y Comercial de la Universidad de Heidelberg.

Esta sentencia fue pionera e inspiró a otros demandantes. Posteriormente, ese mismo año en Alemania, el Tribunal Constitucional Federal obligó al Gobierno a reajustar su política climática. Los activistas climáticos se basaron en esa sentencia para llevar a varias empresas a tribunales alemanes. "¿Tendrán éxito? Podemos ser bastante escépticos al respecto, dado el statu quo de la situación jurídica", afirma Weller.

El camino judicial ya comenzó

Ya se han dictado cuatro sentencias favorables a los fabricantes de automóviles demandados en Alemania. Sin embargo, esto no ha impedido a los denunciantes a acudir a la siguiente instancia en los cuatro casos, es decir, a los respectivos tribunales regionales superiores.

En este escenario, resulta especialmente interesante el caso contra RWE, pendiente desde 2015 en el Tribunal Regional Superior de Hamm, en el que los demandantes quieren que se obligue a RWE a emitir menos CO2 en el futuro y que pague por daños y perjuicios.

Los pleitos climáticos son un riesgo

"Estas demandas aumentarán, sin duda", afirma Weller. Además, no se puede descartar que, en el futuro, las empresas tengan que responder por daños climáticos. Alemania no tiene un sistema jurídico estático, hay muchos elementos dinámicos. "Tenemos conceptos jurídicos abiertos, que están cambiando y, sin duda, serán más sensible al clima. Esto significa que, lo que no tiene éxito hoy, puede tenerlo mañana", afirma Weller.

El bufete de abogados Hengeler Müller también afirma que este tipo de pleitos son un riesgo empresarial real. Así, las reclamaciones climáticas supondrían riesgos significativos para la estrategia, la posición financiera y la reputación de una empresa.

(mn/ms) 

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