Según explicaron altos funcionarios estadounidenses a la prensa que acompaña a Obama, la Casa Blanca había ofrecido mantener algún tipo de "encuentro" informal -incluso un mero apretón de manos- en el marco de la ONU con Rohani, pero la delegación iraní rechazó la propuesta, aduciendo que era "demasiado complicado" hacerlo a estas alturas.

"Hemos dicho públicamente y en privado a los iraníes que estamos abiertos a mantener discusiones informales al margen de la Asamblea General de la ONU (...) esto acabó siendo demasiado complicado para los iraníes en estos momentos", dijeron las fuentes norteamericanas a los periodistas.

"Los iraníes, en estos momentos, no estaban listos para tener un encuentro a nivel presidencial", agregaron.

"Los iraníes tienen una dinámica interna que deben mantener y la relación con Estados Unidos es claramente diferente de la relación que tiene Irán con otras naciones occidentales", adujeron las fuentes como parte de la explicación del "no" persa.

La decisión iraní se conoce poco después de que Obama se mostrara, durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU, dispuesto a realizar nuevos esfuerzos diplomáticos con Irán.

En un gesto conciliador hacia Teherán, Obama saludó el aparente cambio de rumbo del gobierno de Irán bajo el mandato de Hasan Rohani, aunque subrayó que las declaraciones del nuevo líder persa deben ser sustentadas con "acciones verificables" en torno a su controvertido programa nuclear.

EL(dpa, EFE)