Defensa de acusada por crímenes neonazis pide fin del juicio
4 de junio de 2013 La quinta sesión del proceso que se sigue en Múnich contra la célula neonazi Resistencia Nacionalsocialista (NSU, por sus siglas en alemán) incluyó solicitudes de poner fin al juicio, por parte de la defensa de la principal acusada, Beate Zschäpe, así como la declaración de Carsten S., que era muy esperada por los familiares de las víctimas.
La célula neonazi está acusada de asesinar a diez personas, nueve inmigrantes y una policía alemana. Dos de sus tres miembros se habrían suicidado en un incendio. La sobreviviente, Zschäpe, enfrenta a la justicia junto a cuatro personas, que son acusadas por complicidad.
Una de esas personas es Carsten S., quien contó al tribunal que en su búsqueda de amistades, acabó metido en la escena de la extrema derecha, donde llegó al enamorarse de un joven que participaba en grupos neonazis. Ascendió hasta ser nombrado presidente de la JN, la organización juvenil del partido de extrema derecha NPD.
Carsten, de 33 años y pedagogo social, rechazó la nominación, pero acabó siendo vicepresidente. En su declaración, aseguró que quería salir de ese grupo. “Cuando Ralf Wohlleben (entonces uno de los altos cargos del NPD) me dijo que vomitaría si alguien pensara que era gay, me quedó claro que esa no era mi gente”, afirmó durante su testimonio.
Intentos vanos
S. está acusado de suministrar una pistola de la marca Ceska al trío neonazi formado por Beate Zschäpe, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, a quienes entregó el arma sin sospechar la utilidad que le darían. Carsten S. dijo que el trío le generaba "una impresión positiva" y no esperaba que "nada malo" sucediera. Él los veía como "tres pobres perseguidos".
El quinto día del proceso estuvo marcado también por los intentos de la defensa de la principal acusada, Beate Zschäpe, de torpedear una vez más el juicio. Anja Sturm argumentó que su defendida ya ha sido condenada a priori al ser tratada por representantes de instancias estatales como "integrante de una banda asesina", entre otras cosas.
“La prejuzgaron deliberadamente y provocaron que no pueda contar con un juicio justo", indicó la defensa, que ya intentó en los primeros días del proceso dilatar el inicio bajo todo tipo de ardides legales. Sin embargo, el presidente del tribunal de Múnich, Manfred Götzl, rechazó el recurso. El proceso, que cuenta con más de 600 testigos y una enorme expectación mediática, podría extenderse por más de dos años.
DZC (dpa, AFP)