La prensa alemana llama "novia nazi" a la principal acusada, Beate Zschäpe, y "ayudante de terroristas" a su defendido, puntualizó la abogada del acusado Ralf Wohlleben, Nicole Schneiders, durante la sesión judicial.

Ya no es posible un juicio justo, argumentó la letrada, al tiempo que acusó a los medios de comunicación de cargar contra sus clientes. Además, criticó a los organismos oficiales del Gobiernoa alemán, pues, según ella, también consideran los asesinatos atribuidos a la NSU como un hecho ya probado.

Su defendido Wohlleben, un ex miembro del partido neonazi NPD, está acusado de haber provisto la pistola marca 'Ceska' con la que los miembros de la NSU asesinaron presuntamente a nueve propietarios de pequeñas empresas de origen turco y griego.

“Táctica dilatoria”

Schneiders "hace esto para generar revuelo y nada más", respondió uno de los abogados de las víctimas, Thomas Bliwier, pues no ofrece la menor prueba de que el tribunal esté influido por la cobertura mediática. Bliwier solicitó a la defensora que no desvirtuara el juicio haciendo "declaraciones de prensa". La sala de audiencias no es el lugar para ello, agregó.

Según Bliwier, los recursos judiciales son una táctica dilatoria. "La solicitud de suspensión es muy clara, lo que se busca es retrasar el proceso", dijo también, en referencia a una moción en la que la defensa pidió tiempo para estudiar los documentos.

Sesión turbulenta

Hubo también momentos de tensión en la sala, como cuando el defensor de Zschäpe, Wolfgang Heer, se trenzó en una guerra verbal con el presidente del tribunal, Manfred Götzl. Heer se quejó de que algunos de los presentes se hubieran reído mientras hablaba, como modo de opinar que los recursos judiciales que presenta son absurdos.

"La risa es un reflejo", respondió el fiscal federal. Otro de los defensores de Zschäpe, Wolfgang Stahl, abandonó la sala en protesta, aunque transcurridos tres minutos estaba de vuelta. "Esto está empezando a tomar rasgos grotescos; lo único que queremos es entrar en materia", dijo el abogado Sebastián Scharmer, quien representa a la hija del asesinado Mehmet Kubasik.

Este miércoles se celebró en Múnich la tercera jornada del proceso, el día después de que el fiscal federal Herbert Diemer hiciera la esperada lectura del acta de cargos contra Zschäpe y los otros cuatro imputados. La mujer y cuatro presuntos cómplices son juzgados en Múnich por los asesinatos, entre 2000 y 2007, de ocho pequeños comerciantes de origen turco, un griego y una oficial de policía alemana.

er/ cp (dpa)