¿Defienden Jordania y Arabia Saudita a Israel?
22 de junio de 2025
A través de un comunicado publicado a mediados de junio, los 21 países árabes y de mayoría musulmana dejaron clara su postura en el conflicto entre Irán e Israel y expresaron su "rechazo y condena categóricos a los recientes ataques de Israel contra la República Islámica" y mostraron su preocupación por una escalada que "podría tener graves consecuencias para la paz y estabilidad de la región".
Entre los firmantes se encontraban Jordania y Arabia Saudita. Sin embargo, esa postura no les ha impedido intervenir en el conflicto, al menos de forma indirecta. Jordania, por ejemplo, derribó misiles que volaban sobre su espacio aéreo desde Irán hacia Israel. La explicación de sus Fuerzas Armadas es que esos proyectiles podrían haber caído sobre zonas pobladas jordanas.
Los misiles son objetos no autorizados que cruzan el espacio aéreo de un país soberano y suelen considerarse violaciones al derecho interno y también internacional. Y si bien Arabia Saudita no ha dicho nada oficialmente, muchos expertos dicen que es probable que haya permitido a Israel usar su espacio aéreo.
Política interna en crisis
Entre la población jordana y saudita existe una antipatía histórica hacia Israel por guerras y conflictos pasados. Esto es especialmente claro en Jordania, donde al menos uno de cada cinco habitantes, incluida la reina, es de ascendencia palestina.
Al gobierno jordano le resulta difícil justificar el derribo de los misiles iraníes dirigidos a Israel, por lo que ofreció la explicación de la legítima defensa.
Para entender la situación hay que mirar la política interna jordana, dice a DW Edmund Ratka, director de la oficina de la Fundación Konrad Adenauer en Amán, Jordania. En abril, el gobierno prohibió al mayor movimiento opositor, los Hermanos Musulmanes, por su supuesta vinculación en un complot para desestabilizar el país.
"La prohibición parece cuidadosamente calibrada y su objetivo es frenar el creciente apoyo popular a este movimiento mientras el reino navega en un contexto regional difícil", escribió Neil Quilliam, miembro del programa para Medio Oriente del think tank británico Chatham House, así como "socavar el creciente atractivo que supone ese movimiento entre una población indignada por la guerra de Israel en Gaza".
Esto hace aún más relevante que el gobierno jordano se asegure de que el derribo de los misiles iraníes no se considere una muestra de solidaridad con Israel, sostiene Stefan Lukas, fundador de la consultora alemana Middle East Minds. "Aun así, la decisión de derribar los misiles intensifica más las tensiones", explica a DW el experto.
Jordania no quiere que se la considere defensora de Israel, porque "el pueblo percibe en gran medida a Israel como el agresor", apunta Ratka, que también añade que Irán tampoco tiene una buena imagen en el país. "Realizamos encuestas de forma periódica en Jordania, y durante años se ha visto que no hay simpatía por Irán, porque es visto como un Estado que interfiere en los asuntos árabes con la intención de desestabilizar".
Lukas apunta que Jordania tiene otros motivos para derribar los misiles. El país no puede oponerse a Estados Unidos, afirma, en referencia a un acuerdo firmado entre ambos Estados para cooperar en el campo de la defensa. Este pacto permite a fuerzas, vehículos y aviones estadounidenses entrar y circular por Jordania.
Es un argumento difícil de presentar a los jordanos. Si estuvieran tan preocupados por proteger el espacio aéreo interno, entonces el gobierno también tendría que protestar por la presencia de fuerzas israelíes en el aire. Sin embargo, según Ratka, Israel no ha violado el espacio aéreo jordano, por lo que el gobierno tiene cierto margen de maniobra. "Podrían incluso decir que combatirán cualquier violación al espacio aéreo", afirma.
El equilibrio saudita
Arabia Saudita también está en una situación delicada. Así como firmó la declaración rechazando los ataques, antes había condenado por su cuenta la acción militar israelí e incluso se había referido a Irán como "nación hermana". El uso de ese último concepto, "hermano", llamó la atención de los analistas, pues se trata de una palabra que se reserva para países de mayoría árabe, mientras que los iraníes son principalmente persas.
Pero más allá de la retórica oficial, Arabia Saudita está siguiendo un rumbo distinto, afirma Lukas. "Extraoficialmente, Arabia Saudita participa en la acción contra Irán", sostiene. "Arabia Saudita proporciona datos de radar y tolera el acceso israelí a su espacio aéreo, especialmente en la parte norte del país".
También Arabia Saudita depende fuertemente de Estados Unidos en materia de seguridad, y en caso de duda, es muy probable que Riad acuda a Estados Unidos en busca de protección.
(dzc/rr)