El 12 de octubre se celebra en España y América, en recuerdo de la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. Pero, para los pueblos indígenas, recuerda sobre todo una historia de conquista y opresión.
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Un día de fiesta, en honor de Cristóbal Colón y su hazaña: el descubrimiento de América, registrado en los libros de historia con la fecha del 12 de octubre de 1492. Para mucha gente, sobre todo en América Latina, la fecha marca sin embargo el inicio de una historia de sufrimiento. Con ella se abrió paso a la conquista y al período colonial español. Desde el punto de vista de los pueblos originarios, es un capítulo negro, de genocidio y décadas de opresión.
Recordar a Colón es una antigua tradición en Estados Unidos. Ya a fines del siglo XVIII comenzaron a realizarse pequeñas celebraciones a lo largo de la costa del este. Oficialmente se conmemora el Día de Colón desde 1909 y, desde 1968, es un feriado nacional, que se celebra el segundo lunes de octubre. Este año la celebración se realizó pues el 9 de octubre con los tradicionales desfiles, también en Nueva York.
Pero el aniversario también se vuelve cada vez más controvertido en Estados Unidos. En algunos estados ya se le cambió el nombre por el de "Día de los Pueblos Indígenas", con la intención de dedicar la conmemoración a las víctimas de la colonización. En varias partes del país, estatuas de Colón fueron "ensangrentadas" con pintura roja. Hechos como esos indignan, por otra parte, a los ítalo-americanos, que argumentan que la fecha recuerda también su propia historia de inmigración. Al fin y al cabo, Colón era genovés.
Día de la hispanidad
Con el descubrimiento de América comenzó para España el gran capítulo de la colonización. La fecha también apunta a celebrar los lazos con el mundo hispanoparlante en América Latina, y simboliza la propagación del idioma y la cultura española de Europa al Nuevo Mundo. Muchos españoles hablan todavía del "Día de la Hispanidad", aunque, desde 1987, el 12 de octubre se celebra oficialmente la "Fiesta Nacional de España".
También este año tuvo lugar la tradicional parada militar en Madrid, con la presencia del rey Felipe VI y el jefe de gobierno, Mariano Rajoy. Las celebraciones, sin embargo, se vieron ensombrecidas por la crisis catalana y las miles de banderas que se izaron y ondearon también podrían ser interpretadas como signo de protesta contra una separación de Cataluña.
Un día, muchos nombres
"Día de la raza". Así se llama todavía esta festividad en algunos lugares de América Latina, una denominación que provoca gran controversia. Algunos países la rebautizaron, tras numerosas protestas de grupos indígenas. Estos quieren desviar el foco de atención de Colón, como héroe, y de la potencia española, para centrarla en su propia historia y cultura.
¿Cómo actuar con la herencia colonial? Ese sigue siendo un desafío para muchos países del mundo, ya sea que se trate de aquellos que fueron conquistados, en parte brutalmente, o de aquellos de donde provenían los conquistadores europeos. Estatuas, monumentos y calles siguen recordando en todas partes los nombres de personajes controvertidos de la historia. Pero, hoy en día, muchas cosas se cuestionan. Para los pueblos indígenas de América Latina, la fecha tiene por lo tanto un alto valor simbólico. También ellos la conmemoran, pero con otro espíritu. En Venezuela se la rebautizó en 2002 como "Día de la Resistencia Indígena”. En Argentina, figura en el calendario como "Día del Respeto a la Diversidad Cultural", y en Bolivia como "Día de la Descolonización". Ecuador celebra el "Día de la Interculturalidad" y Chile el "Día del Encuentro entre Dos Mundos".
Autora: Vera Kern (ERS/VT)
Culturas desaparecidas en el fin del mundo
El misionero y etnólogo alemán Martín Gusinde recorrió el sur de América, conociendo a los pobladores: las etnias Selk’nam, Yamana y Kawésqar. Aquí les dejamos las imágenes tomadas entre 1918 y 1924 por el alemán.
Imagen: Josefina López/DIBAM
Camino a la extinción
Entre 1918 y 1924, el joven misionero y etnólogo alemán Martín Gusinde viajó por los canales e islas del extremo sur de América, conociendo a los pobladores más australes del mundo: las etnias Selk’nam (foto), Yamana y Kawésqar. Allí sacó más de mil fotografías y documentó las tradiciones de esos grupos que poco después se extinguirían.
Imagen: Anthropos Institut
Tradiciones y rituales del fin del mundo
Cuando Martin Gusinde llegó al sur de Chile, el proceso era prácticamente irreversible. Los pueblos originarios habían sufrido el exterminio, epidemias y alteración del ecosistema por el ganado introducido. Gusinde logró ser aceptado por las comunidades, que le mostraron su idioma y costumbres. Él mismo participó en una ceremonia de la etnia Yamana, nómades canoeros. (foto arriba cuarto de izq.)
Imagen: Anthropos Institut
Cuerpos pintados
Los antiguos habitantes ya habían adoptado modos y vestimentas occidentales. Con el fin de dejar registro, Gusinde los fotografió en su ambiente natural y logró que revivieran rituales, como esta celebración Selk’nam -nómades cazadores de Tierra del Fuego, también llamados Ona-, en que los hombres participan con sus cuerpos pintados.
Imagen: Anthropos Institut
Miradas desde el pasado
Los retratos y sus miradas nos asoman a la realidad que encontró Gusinde hace casi un siglo. Los Kawésqar, como los de estas fotos, eran nómades canoeros de los canales. Hoy sobreviven sólo unos pocos representantes puros de esta etnia que está condenada a desaparecer, y con ello su cultura y lengua.
Imagen: Anthropos Institut
Fuertes contra el clima
A pesar del clima inhóspito, bajas temperaturas, nieve y gélidos vientos, los canales e islas australes fueron el hogar de los Selk’nam, Yamana y Kawesqar. Cubiertos con pieles y viajando en sus canoas, vivían de la caza y la pesca. Hoy ya no recorren estos paisajes desiertos. Además de unos pocos Kawésqar, sólo queda una última Yamana y algunos descendientes mestizos.
Imagen: Anthropos Institut
Viajando con Gusinde
El legado de Martin Gusinde, como testimonio de estos pueblos perdidos, ha llevado a historiadores y artistas a releer su obra a la luz de los tiempos actuales. El artista visual alemán Mario Pfeifer recorrió los mismos paisajes descubriendo la realidad de los actuales habitantes de la zona.
Imagen: Mario Pfeifer
Valor estético
Pfeifer también revisó el extenso archivo fotográfico de Martin Gusinde, que se conserva en Alemania. A pesar de las difíciles condiciones en que estas fotos fueron tomadas, tienen un gran valor no sólo histórico, sino también estético. Cada día son más populares, aunque el autor original no es tan conocido.
Imagen: Mario Pfeifer
En la era digital
Con fotos de Gusinde, registros sonoros y sus propias imágenes, Mario Pfeifer creó la instalación audiovisual “Aproximación digital a una humanidad condenada a desaparecer”. Presentada en Santiago y Nueva York, próximamente estará en Berlin. La reedición de estas imágenes y su confrontación con la realidad actual no deja indiferentes a los visitantes.
Imagen: Mario Pfeifer
Inspiración para investigadores y artistas
En San Agustín, cerca de Bonn, en Alemania, el Instituto Anthropos conserva la obra fotográfica y registros escritos de Martin Gusinde. Hasta allí llegan historiadores, artistas y editores para estudiar el extenso archivo. Tesis doctorales, exposiciones, libros retrospectivos y una película son algunos de los proyectos recientes y en desarrollo en torno a su obra.
Imagen: Mario Pfeifer
Museo Martin Gusinde
En la localidad chilena de Puerto Williams, la ciudad más austral del mundo, el Museo Antropológico Martín Gusinde, en honor al misionero alemán, busca difundir y valorar el patrimonio de los pueblos originarios que habitaron la zona. Imágenes, textos y objetos de investigadores como Gusinde son la puerta de entrada a este mundo perdido.