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Del marxismo-leninismo al moderno “business”

Marcus Bösch/ vr (lb)11 de enero de 2009

Hasta 1990 se impartía en ella economía del socialismo; hoy es una “Business School” privada en la que se estudia en inglés. La HHL es la escuela superior de comercio más antigua de Alemania y se encuentra en Leipzig.

Fábrica de medallas en el pasado. Hoy "Business School".Imagen: HHL

La pesada puerta de madera no se abre simplemente con empujarla. Para poder entrar en la HHL, la Escuela Superior de Comercio de Leipzig, hay que marcar un código. En la HHL ya se impartía economía antes de que cayera el Muro de Berlín: economía comunista. Reunificada Alemania, la Escuela tuvo que cerrar unos meses. Cuando volvió a iniciar su actividad lectora se había convertido en un centro privado y a su nombre se le había añadido la coletilla “Graduate School of Management”.

El edificio donde se encuentra ahora la HHL acogió en su día a la Escuela Superior Alemana de Cultura Física y Deporte, una de las fábricas de medallas de la República Democrática Alemana (RDA). Es muy probable que ya en aquella época las paredes estuvieran cubiertas de fotos. Y posiblemente los jóvenes de esas fotografías eran tan apuestos y dinámicos como los de las imágenes actuales. Pero seguramente en los retratos de entonces no se veían las togas y los birretes que dan a los chicos de hoy ese aspecto de estudiantes de “Collage” estadounidense.

Harvard en vez de Lenin

En la HHL se trabaja en grupos reducidos.Imagen: HHL

Un curso intensivo de 15 meses en la HHL, como por ejemplo el “Master of Business Administration”, cuesta 22.500 euros. Sin embargo, pese al alto precio, obtener una plaza de estudio en la Escuela no es fácil: hay que someterse a un laborioso proceso de selección. Quien logra ser admitido tiene derecho a usar la biblioteca las 24 horas del día y, además de la teoría, la formación la compone un periodo de prácticas, una estancia en el extranjero y desde hace poco un “Negotation-Event”, una especie de “campeonato mundial de negociación” en el que también participan estudiantes de las universidades de Harvard y Yale.

El 70% de los alumnos de la HHL procede de fuera de Alemania, el idioma oficial de la Escuela es el inglés y las clases las componen grupos de 25 a 40 personas.

La Escuela está orgullosa de su larga tradición: en 2008, la HHL festejó su cumpleaños número 110, lo que la convierte en la escuela superior de economía más antigua de Alemania. Pero no sólo el “business” forma parte de su historia, también el pasado socialista: la época en la que en sus aulas se hablaba única y exclusivamente alemán y el plan de estudios incluía asignaturas como “Economía Política”, “Comunismo Científico” y “Filosofía Marxista-Leninista”.

El Muro y la reunificación quedan lejos

Muchos de los estudiantes de la HHL proceden del extranjero.Imagen: HHL

“De la Escuela Superior de Comercio de la RDA quedamos sólo yo y dos administrativos”, cuenta el profesor Hans Göschel. Cuando cayó el Muro, Göschel dirigía la Escuela, pública por aquel entonces. El profesor disfruta todavía hoy recordando el turbulento periodo: la desintegración del sistema comunista y la reunificación de Alemania las vivió de cerca.

“Cuando en septiembre de 1989 empezaron las 'manifestaciones de los lunes', recibimos instrucciones de convocar a esa misma hora a los estudiantes a charlas sobre sus seminarios para impedirles acudir a las protestas. Pero todos esos intentos de boicot eran inútiles”, dice Göschel mientras hojea el libro publicado con motivo del aniversario del centro: 304 páginas y unas 400 ilustraciones, fruto de un intenso trabajo de investigación emprendido por él mismo.

Para hacer carrera, siga la felcha.Imagen: HHL

La caída del Muro de Berlín y la reunificación del país: a primera vista dos eventos que quedan muy lejos del campus de la HHL. Las puertas se abren y de ellas salen estudiantes venidos de todo el mundo, que se pasean por el patio interior: unos se dirigen al tranvía, otros van a clase. También fuera de las aulas se habla en inglés. Hindúes ataviados con sandalias tradicionales se comunican con norteamericanos en mocasines de piel. Todos son jóvenes: el pasado no les importa demasiado porque tienen la vida entera por delante.

“Cuando termine de estudiar quiero trabajar como asesor de empresas en Estados Unidos”, dice Fabian Schaaf. El joven, de camisa bien planchada y lentes, habla elocuentemente sobre sus planes de futuro.

Sin carga ideológica

“Business Study with Elective Modules in Finance and Accounting”, pone en el plan de estudios, y ese es sólo uno de los muchos vocablos anglosajones. Y, sin embargo, no todo es nuevo en la HHL: “lo gracioso es que, si se elimina la carga ideológica y se extrae lo elemental, lo que sobreviven son unas estructuras razonables y dignas de ser generalizadas”, asegura el profesor Göschel. El “marketing” ya existía en la RDA, dice, sólo que entonces se le llamaba “publicidad”.

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