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La movida agenda del MSC 2017

Lewis Sanders
19 de febrero de 2017

En medio del debate acerca de las crecientes amenazas y del rol de los Estados Unidos a nivel mundial, en el segundo día de la Conferencia de Seguridad de Múnich cambiaron las prioridades.

Deutschland Münchner Sicherheitskonferenz 2017 Pence und Merkel
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Schrader

El vicepresidente de EE. UU., Mike Pence, trató de tranquilizar a los asistentes de la Conferencia de Seguridad de Múnich respecto al compromiso de Washington con la estabilidad global, después de que la canciller Angela Merkel resaltara los méritos de la multilateralidad, un sentimiento expresado después por varios de sus colegas europeos.

Aunque el discurso de Pence intentó calmar las preocupaciones europeas respecto a la visión de EE. UU. sobre las relaciones transatlánticas, el sentimiento era que llegó el momento de que Washington respalde sus palabras con acciones. Puede que se haya calmado la ansiedad, pero hace falta que se haga más.

El discurso de Pence representó un significativo avance en la búsqueda para que la confianza de Europa hacia Estados Unidos no siga retrocediendo. Las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, antes de la conferencia habían generado preocupación y hasta indignación a lo largo del continente.

Mientras tanto, con un argumento que pareció contrarrestar las observaciones de otros funcionarios, el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, dijo que es necesario que las relaciones internacionales avancen en cooperación con otros países, aunque con respeto a sus intereses nacionales. "A nivel internacional, tenemos que seguir adelante sin mentiras. Hagamos una era post-fake”, dijo Lavrov en aparente referencia a las llamadas "fake news” y a las acusaciones sobre los vínculos entre Moscú y las campañas de desinformación en Occidente.

A la europea

La cuestión sobre el gasto en defensa llegó a un punto álgido y funcionarios y legisladores europeos expusieron distintas perspectivas . "Los europeos no pueden pedir que EE. UU. ceda más responsabilidad a Europa si ellos mismos no están dispuestos a participar”, dijo el Secretario General de la OTAN Jens Stoltenberg. "La generación postguerra tuvo sus desafíos, ahora es nuestro turno”, agregó.

De todos modos, otros funcionarios europeos aportaron distintos puntos de vista sobre el debate sobre los gastos en defensa. El Ministro de Relaciones Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, dijo que Berlín tendría que gastar aproximadamente 25.000 millones de euros (26.500 millones de dólares) para cumplir con el objetivo del dos por ciento fijado por los países de la OTAN en 2014. "Alemania gasta entre 30 y 40 mil millones de euros para apoyar a los refugiados debido a las intervenciones militares que durante años salieron mal", dijo Gabriel y agregó que "esto debe considerarse una contribución a la estabilidad".

Federica Mogherini, jefa de la diplomacia de la Unión Europea, señaló que si bien el gasto en defensa es parte integral de la seguridad del bloque, no es su única faceta. La inversión en educación, crecimiento de empleo y buen gobierno son inversiones en nuestra seguridad, dijo, enfatizando la necesidad de direccionar recursos que impacten directamente en los ciudadanos a nivel social. "Es la forma europea”, agregó.

El terrorismo

Una brecha notable en el discurso del vicepresidente estadounidense fue la posición de Washington sobre Moscú. Aunque Pence mencionó la necesidad de un cese de las hostilidades en el este de Ucrania, subrayó la urgencia de luchar contra lo que él consideraba la mayor amenaza para Occidente: el denominado "Estado Islámico".

Durante una reunión ministerial el jueves, el jefe de la OTAN señaló la necesidad de la alianza para continuar la "lucha contra el terrorismo" y contrarrestar las amenazas a lo largo de las fronteras sur, ya sea en Oriente Medio o África.

El general Petr Pavel, presidente del Comité Militar de la OTAN, dijo a DW el sábado que la mayor amenaza externa para esta alianza de defensa es el terrorismo. "El desafío más urgente para la OTAN es el terrorismo, tenemos que enfrentarlos de una manera más eficiente", dijo Pavel a DW. "Y no sólo de forma física -es decir, la destrucción de las fuerzas combatientes- sino que también debemos abordarlo de un modo más amplio, abarcar las condiciones que alimentan y desde las que surgen el terrorismo y el extremismo", agregó.

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