Problemas con cupos universitarios en Alemania
14 de abril de 2013 Aulas universitarias a reventar. La imagen no es nueva en Alemania. Ríos de jóvenes llegan a las escuelas superiores en busca de un título. Después quieren optar por una maestría (o magíster). Un estudio del Centro para el Desarrollo de las Escuelas Superiores (CHE) revela que esto podría volverse un asunto difícil. Según sus cálculos, en tres años podrían faltar unos 36.000 cupos para estudios de maestría.
Según explica a DW Frank Ziegele, economista y director del CHE, esto tendría lugar si el 85 por ciento de quienes actualmente cursan estudios superiores, quisiesen continuar en las aulas. La visión no está alejada de la realidad actual de escuelas superiores como la Universidad Técnica de Aquisgrán. “En las ingenierías, en los últimos años, la cuota de alumnos que querían la especialización ha sido del 90 por ciento”, cuenta a DW Matthias Nick, presidente de la Asociación de Estudiantes.
“En la Universidad Libre de Berlín (FU) desde hace años las plazas de maestría escasean”, cuenta a DW Sina Prasse, representante de los estudiantes. “Muchas solicitudes son rechazadas; lo notamos en la cantidad de estudiantes que acuden a nosotros a preguntar cómo apelar”, agrega. Y las condiciones son muy estrictas: un estudiante de Filosofía necesita una nota final de 1,4 en su título para optar por un máster; en Ciencias Políticas, un 1,5. Según el sistema alemán, el 1 es el sobresaliente y el 6 es deficiente.
¿Sigue siendo atractivo estudiar en Alemania?
Para los alumnos extranjeros, la situación es aún más difícil, pues el procedimiento de ingreso pasa por innumerables documentos. “Si en el futuro hay todavía más aspirantes a los cupos de maestría, el proceso de admisión no va a ser más fácil”, prevé Prasse. Esto, en su opinión, hará menos atractivo estudiar en Alemania. Y Frank Ziegele es de la misma opinión.
Con todo, en el estudio realizado por la CHE no se ha tenido especialmente en cuenta a los estudiantes extranjeros ni tampoco ofrece datos concretos acerca de qué carreras se verían especialmente afectadas por la escasez de cupos.
No obstante, que por todos lados van a hacer falta plazas de estudio está claro desde ya. En el 2005 hubo cerca de 350.000 alumnos que ingresaron a la universidad. En el 2011 esa cifra aumentó a 515.000. Al incremento ha aportado que el período escolar en Alemania se ha reducido de 13 a 12 años. Es decir, algunos Estados federados alemanes se han enfrentado a que en un mismo año han terminado la escuela dos generaciones. Que el servicio militar y el servicio civil ya no sean obligatorios supone que aún más jóvenes pretendan empezar una carrera universitaria.
Berlín apoya a todas las regiones
La respuesta de Berlín fue el “Pacto Universitario 2020”, según el cual gobiernos regionales y el gobierno central cooperarán para crear cientos de miles de puestos de estudio hasta el 2020. Sin embargo, según Ziegele, este programa se concentra en el primer nivel de los estudios universitarios.
Por su parte, el ministerio alemán de Educación ve infundada la crítica de haber descuidado la inversión en el nivel de maestría. Entre 2011 y 2015 hay un presupuesto de 5.000 millones de euros adicionales destinados a promover el estudio universitario, también con el máster como objetivo. Es más, según datos del ministerio, Alemania está en cuarto lugar en la lista de preferencias de los estudiantes extranjeros y es el primer país de habla no inglesa, justo detrás de Estados Unidos, Reino Unido y Australia.
Como fuere, cuando el río suena piedras trae. El Pacto Universitario sigue en la fragua y Berlín discute con los Estados federados –responsables de las escuelas superiores– cómo hacer para solucionar la inminente escasez de cupos para estudiantes, también extranjeros.
Autora: Jennifer Fraczek (MB)
Editor: Diego Zúñiga