En tiempos de emergencia, no puede haber condiciones ideológicas ni represalias por acciones políticas. En este momento, los chinos merecen nuestra compasión, opina Alexander Görlach.
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En China, el número de muertes que cobra el coronavirus aumenta continuamente. Cada vez más personas se infectan diariamente en la ciudad de Wuhan, donde el virus estalló por primera vez. Un nuevo hospital de 1.000 camas, construido por el gobierno, desde cero, en diez días, ahora está en funcionamiento. Un segundo hospital de 1.500 estará listo pronto.
Al mismo tiempo, los médicos y paramédicos están llegando a sus límites físicos y se están quedando sin máscaras protectoras y otros equipos médicos. China es un país en estado de emergencia: gente en cuarentena, escuelas y universidades cerradas. China ahora necesita apoyo internacional y solidaridad.
En cambio, aquí en Estados Unidos y en otros lugares vemos lo contrario: los comentarios racistas dirigidos a personas de tez asiática oriental están en aumento, tanto en las redes sociales como en las calles. Las declaraciones de este tipo en Twitter también están llegando al presidente Donald Trump, cuyo discurso desinhibido y despectivo contra las personas de color y las mujeres alienta a muchos de sus partidarios a unirse a él en la provocación de un resentimiento sórdido contra los demás, públicamente y sin vergüenza.
Wuhan: un hospital en 10 días por el coronavirus
Ante el brote de coronavirus en la ciudad china de Wuhan, autoridades decidieron poner manos a la obra. Se construyó un sanatorio que quedó prácticamente listo en tan solo unos días,para hacer frente a la enfermedad.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Min
¡Lo lograron!
La fecha de entrega del hospital fue establecida para el 3 de febrero. Un día antes, las instalaciones lucían así y fueron incluso entregadas de manera oficial. Si esto frenará o no la propagación del coronavirus en China, es cosa que se verá en los próximos días.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Min
No hay tiempo que perder
Numerosas grúas y motoconformadoras limpian ya el terreno de Wuhan en donde se ubicará el nuevo hospital. El sanatorio será construido siguiendo un modelo conocido: el del hospital de Pekín especializado en atender a enfermos por el síndrome respiratorio agudo rápido (SRAR).
Imagen: picture-alliance/dpa/XinHua/Xiao Yijiu
Miles de metros en unos días
El hospital se ubicará en el distrito de Caida, al oeste de Wuhan. El sanatorio es construido en una superficie de 25.000 metros cuadrados y se planea inaugurarlo el próximo 3 de febrero. ¿Lo lograrán las autoridades chinas?
Imagen: imago images/Xinhua
Rapidez necesaria
El que el hospital deba ser inaugurado tan pronto, no es una ocurrencia. En días pasados, el coronavirus se ha expandido por varios puntos de China, a partir de Wuhan. cientos de personas han resultado contagiadas y la cifra de muertos parece ir en aumento.
Imagen: AFP/STR
Medidas sanitarias
Al igual que el resto de los lugareños, quienes trabajan en la construcción del hospital utilizan tapabocas, a fin de limitar cualquier posibilidad de contagio. Después de todo, quedan expuestos de manera especial al trabajar al aire libre.
Imagen: AFP/STR
Proyecto agotador
Los trabajos a marchas forzadas resultan extenuantes para el personal de Wuhan. Los obreros y las obreras se toman una pausa y almuerzan en una gasolinera cercana a la zona de construcción.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/Chinatopix
Una ciudad fantasma
El resto de Wuhan parece una ciudad fantasma. Las autoridades han restringidos los accesos a dicha localidad. La mayoría de los ciudadanos se mantiene en sus casas. En los sitios públicos se han implementado medidas especiales de vigilancia.
Imagen: Li Ling
Vía libre
Otra toma de la ciudad de Wuhan, que este viernes permanece como abandonada debido al brote de coronavirus. Se cree que dicho brote comenzó en un mercado de esa localidad, y de ahí se extendió.
Imagen: Li Ling
Verificación a ciudadanos
El gobierno chino además establecer controles sanitarios. Una de las medidas consiste en tomar la temperatura corporal de personas, a fin de localizar a posibles infectados con el coronavirus. Los controles también se llevan a cabo en las casetas que conducen a las autopistas cercanas a Wuhan.
Imagen: Reuters/M. Pollard
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En el metro, aquí en la ciudad de Nueva York, escuché hace poco a un pasajero que le explicaba a su compañera que "los chinos comen ratas" y que esta era la única razón por la que estaban afectados por el virus. Esto fue "superado" con una referencia a las personas en África que, según ese pasajero, tenían hábitos similares.
¿Estima solamente basada en valores del mercado?
En tiempos de confrontación económica y política con la República Popular China, es, por lo tanto, aún más necesario recordarles a todos que estamos hablando de otros seres humanos que están bajo la plaga de una epidemia grave. En estos días, la gente de Wuhan merece nuestra compasión humana. Cuando invocamos regulaciones internacionales a las que China debe adherirse, ¿realmente nos referimos únicamente al comercio basado en reglas? ¿Se basa nuestra estima por China solo en el valor de sus mercados, donde podemos vender nuestros productos, y eso es todo? Promocionamos nuestros valores occidentales con mucha frecuencia: ¿no es acaso la empatía uno de ellos?
¿O queremos darle al pueblo de China una cucharada de la misma medicina utilizada por los gobernantes comunistas para atormentar tanto a su propio pueblo como a los países vecinos? ¿Acosa la República Popular a su vecino Taiwán y bloquea su acceso a la Organización Mundial de la Salud, aunque las personas en la isla fueron contaminadas por los viajeros de Wuhan? Un denunciante de la República Popular ha filtrado cientos de páginas al New York Times que revelan que el presidente Xi y su élite gobernante están pidiendo "absolutamente ninguna piedad" hacia la gente en Xinjiang.
En la provincia noroccidental de China, hasta un millón de personas de la minoría étnica uigur, mayoritariamente musulmana, son detenidas en campos de "reeducación" con el objetivo de disuadirlas de su cultura y religión. ¿Queremos mostrar la misma falta de compasión que muestra el liderazgo chino hacia los uigures? ¿O queremos mostrar una genuina y profundamente humana empatía hacia las personas que están muriendo en Wuhan?
Wuhan: la sorprendente organización china para enfrentar el coronavirus
China lucha contra el coronavirus: un numeroso equipo de obreros está construyendo aceleradamente dos hospitales en la ciudad de Wuhan, donde se originó la infección. Su principal adversario: el tiempo.
Imagen: Getty Images
Siete días de trabajo
Hace una semana no había nada en estos terrenos. Ahora se construyen allí dos hospitales que albergarán alrededor de 2.300 camas. Los nuevos complejos solo tratarán a pacientes con el coronavirus. Las otras clínicas de la Wuhan están saturadas.
Imagen: Imago Images/Xinhua/C. Yang
El colorido baile de máquinas excavadoras
Hace una semana, las transmisiones en vivo por internet desde el sitio de la construcción se convirtieron en un éxito. Aunque no se ve nada más que una imagen estática desde la distancia, las imágenes fueron reproducidas millones de veces, según informan los medios de comunicación chinos. Incluso, los usuarios han apodado algunas de las máquinas, basándose en sus colores.
Imagen: Getty Images/AFP
La rapidez en el ensamblaje de los módulos
Los hospitales se ensamblan a partir de módulos prefabricados, que es lo que hace posible un período de construcción tan corto. Sin embargo, sigue siendo sorprendente cómo tantos trabajadores, equipos y materiales necesarios para la creación de los centros de salud pudieron ser llevados a Wuhan en tan poco tiempo.
Imagen: Getty Images/AFP/H. Retamal
Trabajar hasta que los pies no aguanten
Solo en uno de los dos hospitales trabajan más de 3.000 obreros. Según informó la emisora china CGTN, al comienzo trabajaron alrededor de doce horas al día, debido a que no había suficiente personal. Entretanto el trabajo se distribuye en tres turnos al día.
Imagen: Getty Images
Con botas de goma y mascarilla
La construcción no se detiene durante la noche ni bajo la lluvia. En tanto, las mascarillas son obligatorias para cada uno de los trabajadores. Una y otra vez se comprueba su temperatura corporal, informó la agencia de noticias AFP. El jueves pasado (30.01.2020) se reportó que 179 personas han muerto a causa del virus en China. Oficialmente, más de 7.800 han sido infectadas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Chinatopix
La experiencia del pasado ayuda
Nada funciona en una obra de construcción si no hay una buena organización. Por cierto, China ya tiene experiencia con este tipo de clínicas exprés. En 2003, durante la epidemia de SARS, se construyó un hospital en Pekín con mil camas en tan solo seis días. Uno de cada siete pacientes con SARS fue tratado allí en ese momento. El sistema fue la inspiración para los dos edificios actuales.
Imagen: Getty Images
Noticias falsas sobre la construcción
La construcción de los hospitales avanza a un ritmo enorme, pero ni siquiera los chinos pueden hacer magia. Sin embargo, algunos medios estatales difundieron la noticia de que el primer edificio ya había sido terminado en tan solo 16 horas. Los medios usaron una foto de Qingdao como prueba, lugar que queda a 800 km de distancia. Una típica noticia falsa. Nuestra foto es de ayer (30.01.2020).
Los expertos estiman que los hospitales exprés no se podrán mantener en el tiempo. Su construcción en tiempo récord es solo una reacción a las infecciones masivas del coronavirus. La intención es que los pacientes infectados puedan ser aislados y tratados mejor. Las salas de estas nuevas edificaciones no están diseñadas para perdurar.
Imagen: Getty Images
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El chovinismo ético encuentra aceptación nuevamente
Espero que logremos esto último. Se ha vuelto cada vez más difícil pedir solidaridad con el pueblo de China en un momento en que los partidarios de los partidos y movimientos populistas de derecha se reúnen en las plazas en Alemania, cantando consignas en las que expresan su esperanza de que se ahogue la mayor cantidad posible de refugiados en el Mediterráneo. En muchas partes del mundo, el chovinismo ético se ha vuelto aceptable nuevamente. Las sociedades afectadas por el virus corren el riesgo de quedarse sedadas, paralizadas e incapaces de tomar medidas. Ahora depende de quienes no comparten esa siniestra visión del mundo promover la solidaridad con Wuhan y el pueblo de China.
Alexander Görlach es miembro superior del Carnegie Council para la Ética en Asuntos Internacionales e investigador asociado senior en el Instituto de Cambridge de Religión y Estudios Internacionales. También ha ocupado varios puestos académicos y de asesoramiento en la Universidad de Harvard. Tiene un doctorado en religión y lingüística comparadas, y es columnista invitado para varios medios, incluyendo "The New York Times", el diario suizo "Neue Zürcher Zeitung" y la revista de negocios "Wirtschaftswoche".
(rr/cp)
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Coronavirus: ¿Qué industrias han sido afectadas?
El coronavirus, originado en la ciudad china de Wuhan, sigue amenazado a la economía mundial. Algunas empresas han visto nuevas oportunidades, pero la mayoría de las industrias ya se quejan de las pérdidas económicas.
Imagen: VLADIMIR MARKOV via REUTERS
Fallan los suministros
El virus ocasionó un gran problema en las cadenas de suministro a nivel mundial. La industria automotriz es una de las más afectadas. Por ejemplo, el fabricante surcoreano Hyundai suspenderá toda su producción nacional esta semana. La razón: las piezas faltantes son normalmente traídas desde China. Los analistas asumen que problemas similares afectarán a muchas otras empresas.
Imagen: Reuters/Aly Song
Un caso concreto
Por ejemplo, la compañía alemana Webasto, fabricante de productos para vehículos motorizados, anunció el cierre temporal de su planta en Wuhan, y afirmó que no se pueden descartar un "impacto en las cadenas de suministro automovilístico mundial". Alrededor de mil empleados trabajan desde sus casas. En 2019, la canciller alemana Angela Merkel visitó la planta de Webasto en Wuhan.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Kappeler
Especialmente amenazados: los fabricantes de autos
La epidemia tiene "un enorme impacto económico", especialmente para los fabricantes de automóviles alemanes, explicó el experto en el sector automotriz Ferdinand Dudenhöffer. Las 33 plantas de Volkswagen (en la foto se ve la pista de pruebas de la compañía en Xinjiang) y sus empresas conjuntas en China permanecerán cerradas hasta el fin de semana, pero las entregas previstas no corren peligro.
Imagen: Imago Images/Xinhua
Trabajar desde casa: una medida contra el coronavirus
En Daimler se proyecta reanudar la mayor parte de la producción en China el próximo lunes. Sin embargo, la empresa apuesta cada vez más por el trabajo desde casa. Del mismo modo, BMW reanudará la producción en Shenyang y también el servicio de ventas durante la próxima semana. El personal de ventas trabajará transitoriamente desde casa.
Imagen: picture alliance/dpa
Honda sigue siendo cuidadoso
La compañía japonesa de automóviles Honda decidió extender el cierre de sus tres plantas en Wuhan, operadas conjuntamente con el fabricante chino Dongfeng. Un representante dijo que el cierre de sus fábricas se prolongará al menos hasta el 13 de febrero, pero aún no está claro si la producción se reiniciará en esa fecha. La compañía seguirá las indicaciones de las autoridades locales.
Imagen: picture-alliance/dpa
Un caso insual
Una compañía química vio una oportunidad: Lanxess registró una mayor demanda de su desinfectante Rely+On Virkon. El agente se utiliza para la desinfección de superficies duras y utensilios, y sería eficaz contra el coronavirus. Además, la compañía aseguró que se está utilizando mucho en China. La empresa está trabajando para poder suministrar cantidades adicionales lo más rápido posible.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Pleul
Demasiado lento para un virus
Por el contrario, el debilitado sector de tecnología médica de Siemens no espera una mayor venta en sus máquinas de rayos X y tomografía. "No sobrestimaría la oportunidad a corto plazo de hacer negocios con eso (el virus). No funciona tan rápido", dijo Bernd Montag, director general de Siemens Healthineers. "Un virus avanza y desaparece mucho más rápido", agregó.
Imagen: Siemens Healthineers
Ventas al por menor y cadenas de gastronomía
Desde KFC y Pizza Hut hasta Yum China han cerrado sus puertas en China. La compañía de moda sueca H&M cerró cerca de 45 sucursales en ese país, mientras que el fabricante de jeans Levi Strauss hizo lo mismo con cerca de la mitad de sus tiendas. Sin embargo, los expertos suponen que los efectos son manejables, ya que la mayor parte de sus negocios se realizan actualmente en línea.
Imagen: picture-alliancedpa/imaginechina/Y. Xuan
No hay tiempo para "el deporte más bello del mundo"
Los fabricantes de artículos deportivos Nike y Adidas también están cerrando temporalmente muchas de sus tiendas en China. Adidas afirmó que el negocio de la franquicia está siendo monitoreado de cerca y que todavía es muy pronto para evaluar el impacto del virus. De todos modos, no habrá eventos publicitarios como este, con el futbolista francés Paul Pogba, realizado en Hong Kong en 2017.
Las restricciones también se sienten en Alemania: debido al riesgo de infección, se espera un menor número de asistentes a la feria de bienes de consumo "Ambiente", en Fráncfort. De acuerdo a un portavoz del evento, la baja de los visitantes es significativa debido a la reducción de conexiones aéreas con China. Lufthansa y otras aerolíneas han interrumpido sus vuelos al país asiático.
Imagen: Dagmara Jakubczak
El aeropuerto ya está preparado
En el aeropuerto de Fráncfort ya se instaló una sala de cuarentena para los infectados con el virus. En Alemania, la mayoría de los pasajeros que provienen de China suelen aterrizar en Fráncfort (más de un millón lo hizo en 2018). Los aeropuertos chinos más importantes para las conexiones con Alemania fueron los de Pekín, Shanghai y Hong Kong. No hay vuelos directos desde y hacia Wuhan.