Denuncian la deportación irregular de veteranos latinos
7 de julio de 2016
Al volver del frente no reciben asesoría jurídica ni asistencia médica y son expulsados ante cualquier infracción. Muchos piensan que reciben automáticamente la ciudadanía al licenciarse, señala ACLU.
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La Unión Americana de Libertades Civiles denunció este miércoles (06.07.2016) en California la deportación irregular de un número imposible de determinar de veteranos latinos del Ejército estadounidense. "Casi todos ellos eran elegibles para naturalización [alistarse facilita el proceso de adquisición de la ciudadanía], pero fueron engañados para creer que el servicio los hacía ciudadanos o simplemente lo creyeron porque tomaron un juramento que se parece mucho al juramento de ciudadanía", señaló Bardis Vakili, abogado de ACLU en California.
El informe "Discharged, then discarded" ('usados y luego desechados'), que analiza el caso de 84 veteranos deportados, señala que a su regreso tras cumplir servicio muchos de esos veteranos fueron objetos de "leyes draconianas de inmigración que clasificó muchos delitos menores como crímenes objeto de deportación". "Los hemos abandonado en muchas formas", lamentó Vakili al recordar que muchos de ellos no recibieron la atención médica a la que tenían derecho al volver del frente.
El abogado advirtió que muchos de los excombatientes que han sido deportados a México y Centroamérica corren el riesgo de ser reclutados por organizaciones criminales que buscan personal con entrenamiento militar. El próximo viernes un grupo de veteranos indocumentados presentará en la garita de San Ysidro, en California, solicitudes para que se revisen sus casos. Y la próxima semana, el congresista Juan Vargas presentará una iniciativa de ley que busca que se establezcan servicios de naturalización desde que los soldados son entrenados, así como que se les garantice el acceso a servicios médicos.
Éxito con los niños migrantes
La sentencia de un tribunal federal de apelaciones de San Francisco, por la que los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional deben liberar de forma inmediata a los niños detenidos en centros de migrantes, supone un rayo de esperanza para estos casos. El Tribunal del Noveno Circuito de Apelaciones señaló que la detención prolongada de los niños migrantes (llegados en masa en 2014 a través de la frontera mexicana) es ilegal y viola un acuerdo judicial previo que prohíbe el encierro de menores en centros de detención. La corte determinó que las autoridades migratorias sí pueden mantener detenidos a los padres de los pequeños, lo que revierte un fallo anterior.
La Asociación Americana de Abogados de Inmigracion (AILA) consideró la sentencia como "un logro muy grande porque el Gobierno estaba peleando duro para que no liberen a estos niños acompañados". Su portavoz Víctor Nieblas, ha seguido esa realidad muy de cerca: "Cuando estuve en Dilley (Texas) hace un mes me di cuenta que no se cumple lo de los 20 días, cuando las madres y sus hijos están cerca de cumplir ese límite de 20 días detenidos los trasladan a otro centro, ya sea a Karnes (Texas) o Pensilvania y empiezan a contar nuevamente los 20 días". "Lo que queremos es que cierren definitivamente estos centros de detención familiares", resume Nieblas.
LGC (EFE / La Opinión)
Alemania, país de inmigración
Alemania es, después de EE. UU., el segundo país con mayor afluencia de inmigrantes. Una muestra en la Casa de la Historia de Bonn ofrece una sinopsis de las corrientes inmigratorias de los últimos 60 años.
Imagen: DW/J. Hennig
Segundo mayor país de inmigrantes
Solo en 2013, la inmigración neta a Alemania fue de 437.000 personas. A partir de los años 50, La RFA y la RDA atrajeron a trabajadores extranjeros. Hoy los inmigrantes provienen principalmente de los nuevos países miembros de la Unión Europea, quienes enriquecen la cultura y las tradiciones alemanas. En el museo Casa de la Historia, en Bonn, se puede ver una retrospectiva de los últimos 60 años.
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Los "trabajadores del extranjero"
En los años 50, la República Federal de Alemania vive un boom económico, y para abastecer el mercado laboral, el gobierno se esfuerza en atraer trabajadores extranjeros. La mayoría de ellos llegan con muy poco, dejando atrás una vida en su país de origen.
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Búsqueda de empleo
Entre 1955 y 1968, Alemania firma nueve acuerdos de inmigración con otros países: España, Grecia, Turquía, Marruecos, Corea del Sur, Portugal, Túnez y Yugoslavia. Quienes buscaban empleo podían postularse desde su país de origen en las “Oficinas de enlace”.
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Controles de salud
Antes de que un inmigrante pudiera trabajar en Alemania se le realizaban estudios médicos. Los análisis se llevaban a cabo en el país de origen. Solo quien estaba sano y era capaz de desempeñarse en sus tareas obtenía un puesto en Alemania Occidental.
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El inmigrante número 1 millón
En 1974 llegó a Alemania el inmigrante 1.000.000. era Armando Rodrigues de Sá, de Portugal, un carpintero de 38 años, quien recibió como premio un ciclomotor. Cuando fue nombrado por altoparlante en una estación de tranvía de Colonia con motivo de su llegada, creyó que querían deportarlo.
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Recorriendo Europa con un Ford Transit
El turco Sabri Güler recorrió Europa con este Ford Transit. El comerciante compró ese automóvil para viajar de Alemania a Turquía. Era un modelo muy cómodo y popular entre los trabajadores provenientes de Turquía.
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Trabajadores para Alemania Oriental
También en la RDA se atrajo a inmigrantes a mitades de los años 60. Se los llamó “contratados” y trabajaban, sobre todo, en la industria textil. Llegaban de países comunistas como Vietnam, Cuba y Argelia. En la RDA había, sin embargo, menos inmigrantes que en la RFA. En 1989 sólo eran 190.000, mientras en el oeste alcanzaban los cinco millones.
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Comida multicultural
Muchos inmigrantes trabajaban para luego recoger a sus familias y llevar una vida juntos en Alemania. Trajeron con ellos gran número de tradiciones, entre ellas, sus hábitos culinarios, que hoy forman parte de la cocina alemana, como, por ejemplo, el Döner, hecho de láminas de carne de cordero o pollo.
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Aumento de delitos xenófobos
Durante los años 80 y 90, se comenzó a generar una atmósfera de crítica a la inmigración en la opinión pública alemana, y en los medios se debatía el temor a la criminalidad de jóvenes, hijos de extranjeros. El resultado fue una ola de actos violentos xenófobos y racistas contra inmigrantes.
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Tradición vs. multiculturalidad
También dentro de muchas familias de inmigrantes se produjeron conflictos culturales. En su film “Contra la pared”, el cineasta alemán Fatih Akin, de origen turco, trata el choque de la educación tradicional musulmana con la vida occidental. En la Berlinale de 2004, la película fue la primera cinta alemana en recibir un Oso de Oro después de 17 años.
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Príncipe Balam I.
La asociación de carnaval “Koe Jonge e.V.” nombró príncipe de su desfile a Balam Byarubanga en 2011. Balam I es el primer príncipe afroalemán de carnaval. Los responsables de la asociación enviaron una clara señal contra el racismo y a favor de la integración. Su traje puede verse en la exposición en la Casa de la Historia, en Bonn.