El viernes 14 de octubre de 2022, el cuerpo sin vida de la joven Lola, de 12 años, fue descubierto en el patio del edificio en el que vivía. Poco después, fue identificada y detenida una sospechosa, que se encuentra en prisión preventiva junto con un presunto cómplice. Un dictamen psicológico determinará si la sospechosa estaba en plena posesión de sus facultades mentales.

El regreso de la extrema derecha

Después de que, en las elecciones parlamentarias de junio de 2022, el partido Reconquista, del político de extrema derecha Éric Zemmour, solo obtuviera un cuatro por ciento de los votos, este había desaparecido de la escena política.

Ahora, Zemmur ataca con fiereza por el caso Lola: "Una ciudadana argelina y una ilegal, ahora es oficial: la asesina de Lola nunca debió toparse con la joven. Una vez más. #Francocide", escribió en Twitter.

Dahbia B., la sospechosa, es una argelina de 24 años que hace seis llegó a Francia de forma legal con una visa de estudiante. No obstante, su permiso de residencia había vencido y, durante un control en el aeropuerto a finales de agosto, recibió una orden de salida obligatoria. Hasta finales de septiembre, la argelina debió haber abandonado el país, pero, al igual que miles de otros migrantes, no lo hizo.

El Ministerio del Interior en París explicó que, desde principios de año, se han ejecutado un 20 por ciento de las órdenes de salida obligatoria. Se estima que el número de casos más antiguos no ejecutados asciende a varios cientos de miles.

Por su parte, el Gobierno francés informó que, hasta ahora, se ha centrado en las expulsiones de inmigrantes que han incurrido en algún delito y que Dahbia B. no había tenido problemas con la Justicia.

Si bien el portavoz de Gobierno, Olivier Véran, reconoció que es necesario "mejorar" en materia de expulsiones, también advirtió contra la instrumentalización del caso de Lola.

Ataques en la Asamblea Nacional

El mismo día en el que el presidente francés, Emmanuel Macron, recibió a los padres de la joven difunta para expresarles sus condolencias, también hubo duros ataques por parte de la derecha en la Asamblea Nacional.

La líder de la oposición, Marine Le Pen, sostuvo que los inmigrantes ilegales, que no se quieren marchar o que no han podido ser devueltos a sus países de procedencia, cometen demasiados crímenes: "Repito, la sospechosa de este bárbaro acto nunca debió estar en Francia. ¿Qué espera (el Gobierno) para actuar y detener la inmigración ilegal descontrolada?".

También los conservadores, que, dependiendo del caso, colaboran con la bancada del gobierno, arremetieron contra la política migratoria oficial y responsabilizaron al Ministerio de Justicia de la muerte de la joven.

"Problema no se soluciona sembrando odio"

En opinión de Jean-Yves Camus, de la Fundación Jean Jaurès, en París, "todos aquellos que intentan sacar provecho de este terrible asesinato, son personas completamente indecentes. Es verdad que tenemos un problema con las expulsiones que no se ejecutan. Pero el problema solo se puede solucionar con política y diplomacia y no sembrando odio y agravando el duelo de la familia".

En entrevista con DW, el politólogo explica que, actualmente, las relaciones entre Francia y Argelia, país del que provienen muchos de los inmigrantes sin permiso de residencia, están muy tensas. De ahí que el Gobierno en París intente sopesar cuántos inmigrantes puede expulsar de Francia sin buscar la confrontación con Argelia.

(vt/ms)