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Derechos humanos en Chile: “Aún queda mucho por hacer”

12 de mayo de 2009

La situación de los derechos humanos en Chile fue criticada por organizaciones civiles luego de que se presentara el informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

El Palacio de la Moneda en Santiago de Chile.Imagen: picture-alliance / dpa

En cuanto a derechos humanos, todas las democracias latinoamericanas aún tienen mucho por hacer. En Chile, aunque se haya condenado y, en parte, castigado a los culpables de masivos crímenes contra los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet, diversos sectores de la sociedad todavía sufren discriminación y hasta persecuciones o violencia por parte del Estado. Ya sea la desigualdad de la mujer o la desprotección a niños, a los pueblos indígenas y a otras minorías, cada problema no resuelto proyecta su sombra sobre la sociedad.

Y es esta sociedad precisamente, la chilena, la que a través de organizaciones no gubernamentales critica el brillo de una política de derechos humanos aparentemente exitosa hacia afuera. El visto bueno de las organizaciones internacionales se ve opacado por la brecha entre el desarrollo de una política de derechos humanos a nivel internacional y los pequeños grandes fracasos internos.


Decisivo rol de la sociedad civil

En estos momentos, la situación de los derechos humanos en Chile está siendo analizada por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra. José Viera-Gallo, actual ministro de la Secretaría General de la Presidencia de Michelle Bachelet, era secretario de Estado en el ministerio de Justicia durante el gobierno de Salvador Allende. Cuando en 1973 el golpe militar derrocó a Allende, Viera-Gallo, como tantos chilenos, huyó al exilio temiendo por su vida. En el marco de la presentación del informe nacional ante el Consejo de la ONU, el ministro remarcó el rol de la solidaridad internacional en el objetivo de proteger los derechos humanos.

El cadáver de Salvador Allende es sacado por soldados de la casa de gobierno luego del golpe militar de Pinochet.Imagen: AP

A juicio de Viera-Gallo, “Chile es conciente del rol decisivo que le toca a la comunidad internacional en este área. Gracias a que muchas organizaciones internacionales, iglesias y ONGs se inmiscuyeron durante la dictadura, se pudo salvar muchas vidas”, dijo a DW-RADIO.

Pero las organizaciones de derechos humanos chilenas presentes en Ginebra no están satisfechas con el informe del ministro. Jorge Contesse, del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales de Santiago comenta que “hay problemas con la situación de las cárceles y hay pocas organizaciones de derechos humanos en Chile. Hace 20 años que vivimos en democracia, pero aún no contamos con un instituto para los derechos humanos.” Según Contesse, se debería mencionar la situación de minorías desprotegidas como las mujeres, las minorías sexuales y los pueblos indígenas, amén de los derechos de los niños.



Grandes logros y mucho por hacer

Dichos puntos no quedaron en el tintero. Los mismos representantes de los Estados miembros de la ONU abrieron el debate e hicieron algunas recomendaciones a la delegación chilena. Pidieron que se investiguen a fondo los delitos contra los derechos humanos ocurridos durante la dictadura de Pinochet. Asimismo, solicitaron que se lleve a juicio a los culpables y se indemnice a las víctimas. Y que prohiba que tribunales militares enjuicien a civiles.

Vista panorámica de la ciudad de Santiago de Chile.Imagen: picture-alliance/ dpa

El tono de dichas observaciones fue respetuoso de los logros del Gobierno chileno en la reconstrucción de la democracia. Chile también es miembro del Consejo de la ONU y, según Juliette Rivero, de Human Rights Watch, tiene un papel muy constructivo. “Su pasado lo ha hecho fuerte. Lucharon durante largo tiempo contra las violaciones a los derechos humanos y están decididos a aportar sus valores y tradiciones al Consejo de Derechos Humanos comprometiéndose con situaciones especiales en otros países”, dijo Rivero a DW-RADIO.

Representantes de la sociedad civil chilena, en cambio, ven el desarrollo con escepticismo. Jorge Contesse critica que su país “tiene sí la ambición de ser líder a nivel mundial en derechos humanos, pero el Gobierno chileno aún no ha hecho sus tareas”.

“Hay una brecha entre lo que hace Chile a nivel internacional y la manera en que se presenta. Por un lado, con una presidenta que fue víctima del terrorismo de estado, y por el otro, lo que hoy sucede en el país. Es muy importante que se siga con atención lo que va a pasar con las recomendaciones hechas por otros países en Ginebra. El objetivo debe ser cerrar la brecha para que Chile se atenga a una política de derechos humanos más fortalecida, para así poder liderar en el tema”.

Niñas mapuches en una ceremonia tradicional.Imagen: AP

La ONG “Observatorio Ciudadano” propone poner a prueba la voluntad de diálogo del Gobierno chileno. José Aylwin, representante de dicha ONG piensa que “debe crearse un espacio de diálogo en el que participe también la sociedad civil. (…) Tenemos la sensación de que este ejercicio será muy beneficioso para la democracia y los derechos humanos en Chile”.

Autora: Claudia Witte/ Cristina Papaleo

Editor: José Ospina Valencia

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