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Se agrava derrame petrolero

16 de agosto de 2011

La petrolera neerlandesa Royal Dutch Shell informó que el derrame de crudo descubierto el 10 de agosto en uno de sus oleoductos del mar del Norte es el producto de no una, sino dos fisuras en sus instalaciones.

Blick auf eine Erdgas- und Erdölförderplattform in der Nordsee vor der norwegischen Küste, aufg. am 5.7.2003. Sie gehört zum Erschließungsgebiet Ekofisk, das aus den Öl- und Gasfeldern Ekofisk, Eldfisk, Embla und Tor besteht und derzeit aus insgesamt 29 Einzelplattformen umfasst. Diese Komponenten sind mit Gehsteigen und teilweise mit Leitungen miteinander verbunden. Im Öl- und Gasfeld Ekofisk werden derzeit täglich 400.000 Barrel Öl und zwölf Millionen Kubikmeter Gas gefördert. Beteiligte Unternehmen sind u.a. die Ruhrgas AG, die Phillips-Gruppe und Shell.
Los ecologistas critican la política informativa de la petrolera neerlandesa.Imagen: picture alliance/dpa
Este martes (16.8.2011), la compañía petrolera neerlandesa Royal Dutch Shell informó que el derrame de crudo en una de sus plataformas en el Mar del Norte es más grave de lo que se pensó en un primer momento: la ominosa mancha negra de 37 kilómetros cuadrados que se ve en el agua, a 180 kilómetros de la ciudad escocesa de Aberdeen, es el producto de no una, sino dos fisuras en sus instalaciones. La primera fuga fue descubierta el pasado miércoles (10.8.2011) y la segunda fue avistada desde un helicóptero este 15 de agosto.
“La infraestructura que se halla bajo el agua es muy compleja y el escape de crudo se encuentra en un lugar de difícil acceso”, declaró un vocero de Shell, sin hacer referencia alguna a la cantidad de petróleo que la segunda fisura puede haber liberado hasta el momento, pero enfatizando que la primera puede darse por sellada. Las organizaciones ecologistas han condenado la política informativa de la empresa, señalando que pasaron dos días antes de que la petrolera dejara saber lo que había ocurrido en una de sus plataformas.
No hay peligro para las costas alemanas… todavía
Ubicación de la plataforma Gannet Alpha en el Mar del Norte.
El 12 de agosto, Shell hizo público el derrame petrolero en su plataforma Gannet Alpha, asegurando simultáneamente que sus técnicos tenían la situación bajo control y se esmeraban en sellar la fuga. No obstante, con 216 toneladas de crudo vertido, el incidente ya ha sido reconocido por las autoridades británicas como la peor catástrofe petrolera en el mar del Norte desde el año 2000, cuando 500 toneladas fueron a dar a las aguas que bañan las costas de Gran Bretaña, Noruega, Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, Bélgica y Francia.
Los portavoces de Shell sostienen que las emisiones de la primera fuga se han reducido de 180 a 5 barriles de petróleo diarios o menos, y el ministerio británico de Energía ha secundado la opinión de la compañía petrolera, según la cual las olas disolverán la mancha negra antes de que ésta alcance las costas. Pero, ¿qué riesgos trae consigo el derrame producido por la segunda fuga? “Nada indica que las costas alemanas estén en peligro”, dijo Bernd Brügge, director del departamento de Ciencias Marinas de la Oficina Federal para el Transporte Marítimo y la Hidrografía, al ser consultado por Deutsche Welle.
Shell, ¿tras los pasos de BP?
La plataforma Deepwater Horizon de BP, tras el accidente en el Golfo de México.Imagen: AP
“Nosotros realizamos una medición para determinar en qué dirección y a qué velocidad se mueve la mancha de petróleo en el mar del Norte y todo apunta a que, de aquí al viernes (19.8.2011), ni la costa alemana ni la británica se verán afectadas por el derrame de crudo. Según nuestros cálculos, la mancha se está distribuyendo alrededor del lugar de la fuga, en un área de aproximadamente 30 kilómetros. Sin embargo, seguiremos monitoreando la zona para constatar si hay cambios”, acotó el experto.
Este derrame es mucho más pequeño que el que ocurrió en el Golfo de México en 2010 –cuando un accidente en la plataforma Deepwater Horizon de British Petroleum (BP) contaminó sus aguas con cinco millones de barriles de petróleo–, pero Shell está lejos de poder decir que el caso está cerrado. “La posibilidad de que la fuga de petróleo se convierta o no en un peligro para los ecosistemas del mar del Norte va a depender de la cantidad de crudo derramado o, mejor dicho, de la rapidez con que la empresa consiga sellar las fugas en cuestión”, explica Brügge.
Autor: Evan Romero-Castillo / dpa / Reuters / afp
Editor: Pablo Kummetz
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