Italia fue el primer país de la Unión Europea en pedir a los viajeros que se hicieran una prueba de coronavirus si llegaban desde China a Milán o a Roma. La pandemia comenzó hace tres años en Italia justamente con los pasajeros que arribaban desde China. Esta vez, el nuevo gobierno italiano de extrema derecha aplicó su lema de "Italia primero”, para ser más rápido que el virus.

España y Francia siguieron el ejemplo italiano introduciendo rápidamente nuevas medidas de ingreso. Las autoridades sanitarias francesas, por ejemplo, dijeron no saber exactamente si la ola de contagios en China era peligrosa, pero sí afirmaron que las medidas en la UE solo tienen sentido si se toman de manera unificada, debido a la libre circulación dentro del bloque. La autoridad europea de control de epidemias (ECDC), con sede en Estocolmo, dijo que, dado que la población europea está, en su mayoría, vacunada, el coronavirus no representa un peligro mayor.

La Dirección General de Salud de la Comisión Europea convocó la semana pasada a una sesión de la Comisión Permanente de los Ministerios de Salud de los 27 para debatir sobre posibles medidas en las fronteras europeas. Pero de allí no resultó una recomendación definitoria, sobre todo, porque Alemania, punto central de viajes en el corazón de Europa, no pudo detectar ningún peligro. Entretanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los datos provistos por el gobierno chino eran incompletos, y que se necesitaba información transparente sobre posibles nuevas variantes del coronavirus por parte de China. A inicios del año creció la presión política sobre la UE para que defina una normativa común de testeo.

Recomendación "urgente”, pero no vinculante

Por eso, a finales de esta semana, los 27 gobiernos del bloque comunitario se mostraron convencidos de que es necesario un test obligatorio de coronavirus para quienes llegan desde China, y redactaron una "recomendación urgente”. Pero esa recomendación no es vinculante. La responsabilidad en cuanto a asuntos sanitarios y control de fronteras la tienen solo los países miembros de manera individual. La UE solo puede aconsejar a estos qué hacer. El jueves (5.01.2023), el ministro alemán de Salud, el socialdemócrata Karl Lauterbach,  introdujo una obligación de testeo que anteriormente no consideró necesaria. Se trata ahora de mostrar una actitud unificada de la UE. Suecia, Bélgica y Grecia planean unirse a dicha medida.

Sin embargo, los testeos en la UE siguen sin estar unificados. Algunos países piden un test rápido, antes y luego de un vuelo hacia y desde China. Otros exigen test más completos, como el PCR. España solo solicita un certificado de vacunación completa, sin un test. Suecia quiere introducir un test obligatorio solo para chinos, pero no para ciudadanos suecos.

Los que ingresen al país y den positivos de coronavirus no deberán volar inmediatamente de regreso, sino que pueden hacer cuarentena en países de la UE. Eso también está estructurado de manera diferente en los distintos países de la UE. Los viajeros que den positivo antes de partir a China no serán transportados. Algunos Estados ahora quieren que se revisen las aguas residuales de los aviones en busca de variantes de virus, mientras que otros quieren que se investiguen las aguas residuales de aeropuertos completos.

Se trata de una discusión compleja, y las dificultades para encontrar un camino común echan luz sobre el estado de los planes de una unión sanitaria que la Unión Europea quiere construir tras la pandemia de COVID-19. En octubre, la comisaria responsable del área para la UE, Stella Kyriakides, celebró con gran éxito que ahora se hayan creado nuevas bases legales para tomar medidas más coordinadas en la lucha contra las epidemias dentro de la UE. La Unión Europea de la Salud debe desempeñar un papel crucial en la preparación, la vigilancia, la evaluación de riesgos y la respuesta a los mismos. A todo esto, Lauterbach alertó ahora sobre la peligrosidad latente de la variante XBB.1.5, proveniente de EE. UU.

China exige test PCR de coronavirus

El gobierno chino se queja diciendo que las medidas europeas son discriminatorias, algo con lo que Bruselas no está de acuerdo, ya que China sigue exigiendo a los viajeros de Europa un test PCR negativo. Lo único que no está vigente es la cuarentena. De momento hay pocos vuelos desde China hacia Europa, y la emisión de visados es mucho más restrictiva que antes de la pandemia.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) criticó los test obligatorios para viajeros desde China diciendo que "no tienen ningún efecto”. Según Willie Walsh, director ejecutivo de IATA, tales medidas limitantes del ingreso no evitaron en 2021 la propagación de la variante ómicron en todo el mundo.

(cp/elm)