Al menos 18 personas fueron detenidas. Además, hay cuatro heridos: dos indignados y dos policías, según informaron medios españoles. El movimiento ha vuelto a llamar a una concentración en el mismo lugar.

El desalojo, que se llevó a cabo en apenas diez minutos, comenzó poco antes de las cinco de la mañana (local), cuando en la Puerta del Sol había un gran grupo de personas, sobre todo jóvenes, que había llevado una tienda de campaña y algunos toldos.

Los agentes antidisturbios entraron en la plaza y arrinconaron a los manifestantes, la mayoría de los cuales comenzó a abandonar el lugar por su propio pie. Sí hubo otros que se resistieron a la policía, con la que forcejearon.

También en otras ciudades españolas hubo protestas

El gobierno de Mariano Rajoy advirtió ya días antes de la manifestación de que las acampadas eran actos ilegales que no iba a tolerar. El Ejecutivo desplegó más de 1.500 agentes antidisturbios en Madrid para evitar que se produjeran nuevas acampadas como la que hace un año se levantó en la Puerta del Sol durante semanas.

Lo que sí toleró el gobierno fue que los indignados rebasaran por mucho el límite temporal impuesto a su protesta del sábado en el kilómetro cero. Tenían que abandonar el lugar a las 22:00 horas (local), pero una multitud desafió ese límite y se mantuvo en la plaza hasta entrada la madrugada.

También se produjeron desalojos policiales durante la madrugada en plazas de ciudades como Valencia y Palma de Mallorca. En Valencia abandonaron el lugar sin resistencia una vez la policía les comunicó que debían hacerlo, según medios españoles, mientras que en Palma, los agentes los sacaron uno a uno de la plaza.

Fuente: dpa

Editor: José Ospina-Valencia