Desaparece doctor que atendió a Navalny tras envenenamiento
9 de mayo de 2021
La policía de la región de Omsk detalló que el médico fue visto por última vez el viernes durante un viaje de caza. El galeno había dicho que Navalny se había enfermado de un trastorno metabólico y no de envenenamiento.
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Un médico siberiano que trató al crítico del Kremlin, Alexei Navalny, después de que colapsó en un vuelo en Rusia el año pasado despareció, indicaron autoridades rusas de seguridad este domingo (09.05.2021).
La policía de la región de Omsk, ubicada a unos 2.200 kilómetros al este de Moscú, detalló que el doctor Alexander Murajovski había abandonado una base de caza en un bosque en un vehículo todo terreno el viernes y no ha sido visto de nuevo desde entonces.
También señaló que servicios de emergencia, drones, un helicóptero y voluntarios en el terreno están apoyando las labores de búsqueda.
Murajovski es el exjefe del Hospital de Urgencias Nº 1 de Omsk, que trató a Navalny y aseguró que el detractor más destacado del presidente Vladimir Putin no había sido envenenado. El galeno fue posteriormente ascendido al cargo de ministro regional de Salud.
El profesional de la salud señaló en concreto que los facultativos barajaban varios diagnósticos posibles sobre la condición de Navalny, pero se inclinaban por el de "trastorno del metabolismo de carbohidratos".
Además, impidió al principio el traslado del opositor a una clínica de Berlín, algo que autorizó días más tarde.
Un laboratorio especializado de Alemania halló posteriormente claros indicios de que el opositor había sido envenenado con un agente neurotóxico del grupo novichok.
Esta conclusión fue corroborada por otros laboratorios de Francia y Suecia y por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
El Kremlin ha rechazado repetidamente cualquier sugerencia de que las autoridades rusas intentaron matar a Navalny.
reuters/dpa/efe /rr
Opositores entre la cárcel y el exilio
Alexei Navalni fue condenado a casi tres años de prisión. El crítico del Kremlin había regresado voluntariamente a Moscú. En muchos países, las figuras de la oposición son detenidas, a menos que huyan al extranjero.
Imagen: Press service of Moscow City Court/Reuters
En prisión: Alexei Navalni
El líder de la oposición rusa fue condenado el martes a dos años y ocho meses de prisión por un tribunal de Moscú, por no cumplir las condiciones de libertad condicional de una sentencia anterior. El juez dijo que Navalni era culpable de no informar regularmente a las autoridades rusas, mientras era tratado en Berlín tras un presunto ataque con veneno.
Imagen: Press service of Moscow City Court/Reuters
Retenida: Aung San Suu Kyi
A principios de febrero, los militares de Birmania dieron un golpe de estado y depusieron a la jefa de Gobierno de facto, Aung San Suu Kyi. Se desconoce dónde está retenida desde entonces. Al parecer, la cúpula militar quiere acusarla de violar las leyes de importación y exportación de Birmania, y se enfrenta a dos años de prisión. Desde 1989 pasó un total de 15 años bajo arresto domiciliario.
Imagen: Thet Aung/AFP/Getty Images
En exilio: Leopoldo López
El opositor venezolano fue sentenciado en 2015 a casi 14 años de prisión, acusado de incitar a la violencia contra el Gobierno de Nicolás Maduro. En 2017 recibió arresto domiciliario y en abril de 2019 participó en un fallido intento de levantamiento militar junto al opositor Juan Guaidó. López se refugió en la casa del embajador de España en Caracas. Desde el 25 de octubre de 2020 vive en Madrid.
Imagen: Oscar Gonzalez/NurPhoto/picture alliance
En el exilio: Tundu Lissu
En octubre de 2020, Tundu Lissu se presentó a las elecciones presidenciales de Tanzania contra el actual presidente, John Magufuli, y perdió estrepitosamente. Los observadores sospecharon de un fraude electoral. Tras ser interrogado por las autoridades locales en noviembre, Lissu se marchó a Bélgica. El político opositor ya había resultado gravemente herido en un atentado en 2017.
Imagen: Said Khamis/DW
En el exilio: Sam Rainsy
Quería volver a casa tras años de exilio: en noviembre de 2020, el político opositor Sam Rainsy intentó volar de regreso a Camboya desde Francia, pero ni siquiera se le permitió subir al avión en el aeropuerto Charles de Gaulle de París. En 2016, se había exiliado tras ser acusado de sedición por acusar al gobierno de asesinar a un activista.
Imagen: The Phnom Penh Post/ANN/picture alliance
En prisión: Maria Kolesnikova
Maria Kolesnikova, una de las principales figuras de la oposición en Bielorrusia, estaba tan decidida a quedarse en el país que rompió su pasaporte cuando las autoridades intentaron deportarla en septiembre de 2020. Desde entonces está detenida. Había gestionado la campaña de un opositor que quería presentarse contra el gobernante Lukashenko en las elecciones de agosto, pero fue detenido antes.
Imagen: picture-alliance/Sputnik/E. Odinkov
En el exilio: Svetlana Tikhanovskaya
La compañera política de Kolesnikova abandonó Bielorrusia en agosto de 2020, temiendo por su propia seguridad y la de sus hijos. Desde entonces, vive en Lituania. Anteriormente, Tikhanovskaya se había convertido en candidata presidencial de forma bastante involuntaria. En realidad, su marido quería presentarse contra Lukashenko. Cuando él fue detenido, ella se hizo cargo.
Imagen: Estonian Presidential Press Office/AP/dpa/picture alliance
Detenido varias veces: Guillermo Fariñas
El opositor cubano es uno de los disidentes más conocidos de su país tras haber participado en una veintena de huelgas de hambre en protesta contra el Gobierno castrista. Fariñas ha sido encarcealdo en varias ocasiones y ha estado, en total, más de 14 años en prisión, siendo la última vez en febrero de 2020 por 60 horas. El disidente recibió en 2010 el Premio Sajarov de Derechos Humanos.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Thys
Estuvo detenida: Yulia Timoshenko
La controvertida política ucraniana estuvo en prisión de 2011 a 2014. Se le acusó de no haber actuado en interés de su país en un acuerdo de gas con Moscú cuando era primera ministra. Sus partidarios consideraron que detrás de la condena había motivos políticos del entonces presidente, Víktor Yanukóvich. Más tarde fue criticada por unas declaraciones antirrusas.