La caída a un nivel de aprobación de sólo un tres por ciento en la consulta del instituto demoscópico Forsa, el nivel más bajo del partido en los últimos 15 años, se suma a las numerosas voces que desde dentro de la fuerza exigen la renuncia de su jefe, el actual ministro del Exterior y vicecanciller, Guido Westerwelle.

El ministro de Medio Ambiente del estado federado de Baja Sajonia, el liberal Hans-Heinrich Sander, sostuvo que Westerwelle debería centrarse en su cargo de ministro y dejar la jefatura del partido.

"Es todo un logro caer tan bajo en las encuestas desde tan alto en apenas un año", dijo al diario alemán "Hannoversche Allgemeine" en su edición de hoy.

Popularidad bajo cero

"Ya sólo espero la encuesta en la que aparezcamos bajo cero", criticó también el ministro de Justicia del estado federado de Baden- Württemberg, Ulrich Goll, también miembro del partido.

El FDP entró en el gobierno de coalición de Merkel tras ganar un 14 por ciento de apoyo en las elecciones de 2009. A partir de entonces sufrió una caída constante y abrupta en las encuestas, que muchos atribuyen al propio Westerwelle.

El ministro, que lidera el FDP desde hace diez años, insistió el fin de semana en que no abandonará el partido en plena crisis. El jueves, sin embargo, volvió a generar nuevas críticas al marcharse de vacaciones a Egipto después de llevar días rehuyendo a la prensa.

Los problemas del FDP se producen además ante una serie de elecciones regionales clave en 2011 y se teme que el partido podría quedar por debajo del cinco por ciento necesario para entrar en el

Parlamento.

¿Se presentará el jefe de los liberales a la reelección?

El FDP tendrá su próxima convención anual en mayo, dos meses después de que se celebren elecciones en cuatro estados federados. Westerwelle no aclaró aún si se presentará a la reelección.

El Partido Liberal alemán (FDP), socio en el gobierno de la canciller Angela Merkel, se encuentra ante una de las peores crisis de su historia. Desde hace meses su popularidad está bajo mínimos y las críticas internas y externas contra su presidente, Guido Westerwelle, ya no se pueden detener.

Sin embargo, el representante de los liberales alemanes desde enero de 2001, que además es ministro de Exteriores y vicecanciller, dejó claro hoy que ni siquiera se plantea la opción de dimitir.

"No abandono la cubierta cuando llega la tormenta", dijo al dominical "Bild am Sonntag" tras varios días sin pronunciarse y en los que evitó tanto aparecer en público como atender a la prensa.

Rechazó así, en una de sus últimas declaraciones antes de la pausa de Navidad, todas las especulaciones sobre su renuncia y aseguró que sigue muy motivado y trabajará "para volver a la senda del éxito".

dpa
Editor: Pablo Kummetz