Descubren dos nuevas especies de salamanquesas en Galápagos
1 de noviembre de 2019
Los expertos bautizaron como “Phyllodactylus andysabini” a la nueva especie de salamanquesa descubierta en la faldas del volcán Wolf, mientras que a la hallada en el volcán Darwin, la llamaron “Phyllodactylus simpsoni”.
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Expertos descubrieron dos nuevas especies de salamanquesas, reptil de pequeñas proporciones, en sendos volcanes de una isla del archipiélago ecuatoriano de las Galápagos, informó este jueves (31.10.2019) el Parque Nacional de las islas.
"Identificaron dos nuevas especies de salamanquesas, en dos volcanes de la isla Isabela", indicó en un comunicado el Parque Nacional Galápagos (PNG), entidad científica que precautela las islas, llamadas "encantadas" por su flora y fauna únicas en el mundo.
Ambas especies de pequeños lagartos fueron descubiertas especialmente en la isla Isabela. El ejemplar nombrado como Phyllodactylus andysabini se ubicó en las faldas del volcán Wolf, mientras que el otro, Phyllodactylus simpsoni, en el volcán Darwin pero este espécimen se diseminó por toda la isla e incluso alcanzó a la contigua Fernandina, agregó.
El libro "Reptiles de Galápagos"
El hallazgo se produjo gracias a la intervención de científicos de Tropical Herping, Galapagos Conservancy y de la Dirección del Parque Nacional Galápagos con el apoyo de otras organizaciones, se publicaron en el libro "Reptiles de Galápagos".
El volumen recoge los detalles de este descubrimiento, así como una descripción de las otras 56 especies de reptiles endémicos que habitan el archipiélago, situado a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas.
"Galápagos es seguramente el archipiélago más estudiado en todo el mundo, pero nos sigue sorprendiendo con nuevos hallazgos cada día", indicó el director del Parque Nacional Galápagos y coautor del estudio, Jorge Carrión.
El coautor del estudio y cofundador de Tropical Herping, Lucas Bustamante, explicó que el proceso de descubrimiento de nuevas especies no se limita a analizar la apariencia del animal o estudiar su morfología.
"Estos estudios deben basarse en datos genéticos, porque nos permiten descubrir no solamente si una especie es nueva, sino también, como en el caso de este estudio, cómo las especies colonizaron cada isla, hace cuánto tiempo y si están relacionadas entre ellas", apostilló el investigador.
FEW (EFE, AFP)
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Cambio climático: maravillas que hay que visitar antes que desaparezcan
Desde la Gran Barrera de Coral hasta los majestuosos glaciares, crece el número de turistas que visita lugares que se teme desaparecerán con el cambio climático.
Imagen: picture-alliance/McPhoto/SBA
Tesoro con fecha de caducidad
Dos millones de personas visitan anualmente la Gran Barrera de Coral. Una encuesta realizada en 2016 descubrió que el 69% de ellos quería ver este patrimonio mundial de la Unesco "antes que fuera demasiado tarde". Y no debe sorprendernos. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático dijo que si no se limita el calentamiento global, el 99 por ciento de los corales desaparecerá.
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Por ver a los osos
¿Pero no resulta desastroso volar en avión para visitar estos lugares? Un estudio de 2010 descubrió que los safaris para ver osos polares en Churchill, Canadá, dejan una huella de carbono de 20 megatones. La mayoría de los turistas llega en avión, y si bien el 88% asume que los humanos somos responsables del cambio climático, solo el 69% está de acuerdo en que viajar en avión daña el planeta.
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Arte apocalíptico
Junto con el oso polar, los icebergs esculpidos por el aumento de la temperatura son imágenes icónicas del cambio climático. Deslizarse entre los gigantes que se derriten en un crucero es una experiencia inolvidable por la que los turistas están dispuestos a pagar fuertes sumas. A principios de los 90, solo 5.000 personas visitaban la Antártida cada año. En 2018 fueron 46.000.
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Temporada alta
No hay que visitar los polos para ver cómo se derriten los hielos. La nevada cima del Kilimanjaro es una de las postales más impresionantes que se ven en la sabana ecuatorial, donde los negocios relacionados con el turismo generan anualmente 44 millones de euros. Muchos visitantes suben al glaciar Furtwängler, que en el último siglo ha perdido el 85 por ciento de su hielo.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Schnoz
Rey sin corona
El Parque Nacional de los Glaciares tenía más de 100 de esos glaciares en 1910. Ahora hay poco más de dos docenas. Tan dramático es este retroceso que el parque se ha convertido en un centro para la investigación climatológica. Unas 3 millones de personas visitan anualmente la "corona del continente" para observar los últimos restos de una gloria que estuvo cubierta de hielo.
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Paraíso perdido
Las Maldivas son un paraíso turístico. 1.200 islas de coral con playas de arenas blancas que se encuentran apenas a 2,5 metros sobre el nivel de las aguas. En 2017, el presidente decidió construir nuevos aeropuertos y resorts para recibir siete veces más turistas y usar los ingresos en la construcción de nuevas islas y reubicar comunidades. Luego fue expulsado del cargo y acusado de corrupción.
Imagen: Colourbox
Pantanos de agua salada
No solo las islas quedarán sumergidas ante el crecimiento del nivel de los océanos. Humedales como los Everglades de Florida también están desapareciendo. En el último siglo, cerca de la mitad fue drenada para ser utilizada como terreno agrícola. Ahora, el agua salada se está filtrando, haciendo que éste sea el único patrimonio mundial de Estados Unidos que se halla en peligro.
Imagen: Imago/Robertharding/F. Fell
Perturbando la paz
Charles Darwin notó que la fauna única de las Galápagos respondía a generaciones de vida aislada. Hoy, las islas son invadidas y asediadas por los turistas y el cambio climático, que está ocurriendo demasiado rápido, impidiendo que las especies se adapten a estas transformaciones. El calentamiento global ha dejado a criaturas únicas, como la iguana marina, al borde de la desaparición por hambre.